Narra-Cinco
-¿Quieres un helado? Yo invito - habló de repente ___.
¿Un helado? Me daban náuseas solo de pensarlo.
-Claro...
Si quería convencer a ___ de que era una persona normal, debía comportarme como tal.
[...]
-¡Dije que yo invitaría! - dijo ___ riendo mientras yo extendía el dinero al heladero impidiendo que ella pagase los helados.
-Prefiero pagar yo, quiero ser un buen amigo - dije mientras escuchaba su adorable risa.
-Serías un buen amigo si me dejases pagar - dijo mientras nos alejabamos de la heladería.
-Tus maltratos psicológicos no funcionan conmigo ___ - dije riendo.
Nos sentamos en un pequeño banco. Comíamos tranquilamente, pero de repente, mi vista se fijó en ___. Sus labios estaban llenos de chocolate, como si fuera una niña pequeña que disfruta de su helado alegremente.
Me acerqué a él y pasé mi pulgar por sus labios, limpiando aquel rastro de helado.
-Perdón, no sé comer chocolate sin mancharme - dijo sonrojándose avergonzada.
Yo solo reí mientras veía su cara poniéndose cada vez más rojiza.
-Mi pequeña cochinilla - dije riendo haciendo que ella también riera algo avergonzada.
"No puede ser... ¡no debe ser! No puedo hacerme su amigo, no puedo encariñarme con ella. Debo mantener la mente fría, sino será imposible ejecutar el plan."
Pero era inevitable, ella solo reía, una risa adictiva, que a decir verdad, me encantaba.
Seguimos comiendo el helado, hasta que vi que ___ actuaba de una forma rara. La miré de reojo durante varios minutos, parecía incómoda y nerviosa.
-¿Estás bien? - le pregunté.
Ella solo asintió nerviosa.
-No te creo, ¿qué sucede? - dije tomando su mano.
-E-esa m-mujer, lleva mirándome fijamente desde que llegamos. Y-y no sé que me sucede... Algo me dice que debo acercarme a ella... Es un impulso que se hace más potente a cada minuto - dijo mirando a un punto fijo.
La miré y luego dirigí mi vista hacia el lugar donde miraba.
"Mierda..."
-Tenemos que irnos... - tomé su mano con más fuerza e intenté hacer que se levantara del banco.
-No... - dijo.
La miré con el ceño fruncido y los ojos bien abiertos.
-¿Qué?
-Debo ir... Me está llamando...
Miré sus ojos, habían adoptado un tono blanquecino y miraban a un punto fijo sin ninguna expresión.
-Tú no vas a ir a ninguna parte.
Pero no me hizo caso, simplemente empezó a caminar hacia Mary, sin mirar atrás.
-¡Hey! - intenté llamar su atención, pero era imposible.
Fui corriendo hacia ella y la agarré de la cintura para detenerla.
-Suéltame Cinco - dijo sin ninguna expresión.
-Ni de broma.
Dicho esto, intentó soltarse de mi agarre, pero por suerte para mí, era más fuerte que ella y se le haría imposible escapar de entre mis brazos.
-¡Cinco suéltame! - esta vez se notaba enojada, pero obviamente, no hice caso.
Simplemente dirigí mi vista al frente y ahí estaba, Mary me miraba con una sonrisa mientras ___ intentaba acercarse a ella.
-Vamos Cinco, deja que ella haga lo que quiera - dijo Mary qyien estaba a unos 5 metros de nosotros.
Entrecerré los ojos con rabia.
Solo había una opción, algo que posiblemente ___ no se lo tomaría bien, podría traer problemas mayores.
"¡A la mierda!"
Me preparé, pegué a ___ a mi pecho y activé mi supervelocidad.
Segundos después, estábamos en casa de ___...
Y ella...
Me miraba con si fuera un monstruo...
Justo lo que llevaba evitando durante esos días...
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Corazón sin latidos {Cinco y tú}
FanfictionUna historia donde Toronto no es una simple ciudad de Canadá. Es una ciudad triste, oscura y sin vida. Y por desgracia, ___ debe mudarse a ella. Lo que ella menos esperaba, sería que tuviese que vivir en la vieja y tétrica casa de sus antepasados, u...