♧Capítulo 16♧

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Narra-Narradora

-¡TE LO DI TODO! - gritaba la joven - ¡CONFIÉ EN TI! ¡TE DI UNA SEGUNDA OPORTUNIDAD! ¡TE PERDONÉ CUANDO ME MORDISTE! ¡INCLUSO TE DI DE MI SANGRE PARA CALMAR TU HAMBRE! ¡¿Y ASÍ ME LO AGRADECES?!

Cinco sólo miraba fijamente al piso, él era consciente de lo que estaba sucediendo, sin embargo, no podía hacer nada.

-¡TE ODIO! - gritó la chica. - ¡AL MENOS DI QUE LO SIENTES! ¡DI QUE TODO LO QUE SUCEDIÓ NO SIGNIFICÓ NADA PARA TI! ¡NO PUEDES OCULTARTE AHORA, NO PUEDES QUEDARTE CALLADO! ¡TODO ES CULPA TUYA!

El ambiente se calmó de repente, ya que finalmente, Reginald inyectó aquel líquido a ___.

Ella iba quedando inconsciente poco a poco, mientras repetía una y otra vez las mismas palabras.

-Todo es culpa tuya... todo es culpa tuya... - finalmente cayó dormida.

-Bien hecho Número Cinco, llévala a tu habitación, acuéstala en la cama, necesita descansar correctamente si queremos que esto funcione. Está prohibido que tus hermanos vean a la chica.

Cinco sólo asintió y cargó a ___, luego empezó a subir las escaleras hasta llegar al piso superior, y de ahí, llegó a su habitación.

Acostó a ___ en su cama, mientras lágrimas caían por su mejilla.

-T-todo es culpa mía... lo siento muchísimo ___... de verdad que lo siento... - dijo mientras lágrimas caían de sus ojos.

Se sentó en la esquina de la cama, y acarició el cabello de la chica lentamente, mientras aquellas palabras no parabas de sonar en su mente.

"Todo es culpa tuya... todo es culpa tuya..."

-Te amo ___... Y prometo sacarte de aquí, aunque tenga que dar mi vida para ello.

[...]

Pasaron las horas, ___ no despertaba, y Cinco sólo estaba ahí junto a ella, mirándola mientras su mente se culpaba cada vez más de lo que estaba sucediendo.

"Necesito despejarme"

-Papá, saldré un rato - dijo agarrando su chaqueta para salir de la casa.

Narra-Cinco

Salí al lugar menos indicado, el parque.

Solo quería despejarme, pero por "suerte" para mí, allí estaba el hermano de ___.

-Hey Cinco - notaba como se acercaba enfadado - ¿¡Dónde está mi hermana!?

-¿Quién? ¿___? - dije disimuladamente.

-¿¡Acaso ves que tenga otra hermana!? - había visto a Max enfadado muchas veces, pero nada podía compararse con como estaba en ese momento.

-¡No tengo idea de donde está Max! ¿¡Por qué debería saberlo!? - grité.

-¡PORQUE LA ÚLTIMA VEZ QUE LA VI ESTABA CONTIGO!

Un nudo se formó en mi garganta, no podía seguir con esa mentira. Solo quería que ___ estuviera a salvo, poder seguir siendo su amigo. Pero todo eso era una mierda, debía salir de ahí o sino acabaría llorando y delatándome.
Y Max me mataría... Y lo entendía, si yo fuera él, también lo haría...

No dije nada más, no podía hablar, salí de allí corriendo hasta llegar a mi casa.

Entré al laboratorio, y como la última vez, ahí estaba mi padre. Esta vez con Pogo y ___, quién tosía sin poder parar, como si le faltara el oxígeno.

Quería acercarme a ella y sacarla de ahí, abrazarla y prometerle que nada más sucedería. Pero no podía, debía seguir con mi estúpida mentira mientras veía como la chica a la que tanto quiero va muriendo poco a poco.

-Hola de nuevo amo Cinco - habló Pogo.

-¿Qué sucede? - dije indiferente.

-Oh, las pastillas crean ese efecto en ella, pero tranquilo, gracias a esas pastillas la sangre se hará irresistible, una vez que empieces a beberla, no podrás parar hasta acabarla toda - dijo mi padre -. Así que no debes preocuparte, no te cansarás del sabor.

Yo no respondí, simplemente me dirigí a una esquina de la habitación, para ver que sucedía desde lejos.

De pronto, ___ dejó de toser y la en la cara de mi padre apareció una sonrisa.

-Está lista. - dijo Pogo a mi padre.

-Número Cinco, es tu momento. - me acerqué a ___ con una mirada triste. Pasé por al lado de mi padre y este me susurró al oído - En unos minutos tu vida volverá a ser normal, nada de sangre, nada de supervelocidad. Simplemente una vida, como la de cualquier otra persona.

Seguí avanzando hacia ___, hasta quedar frente a ella.

Esta sólo me miraba con lágrimas en los ojos y pulso acelerado.

-Por favor, Cinco... - dijo con la voz rota.

Me agaché hasta quedar a su altura, y me acerqué a su cuello.

-Te sacaré de aquí. Solo deja... - su cuello me hipnotizó sin yo quererlo, no sabía que me pasaba, a lo mejor... él efecto de las pastillas... - Necesito probarlo ____... Serán solo unas gotas...

No era consciente de lo que hacía, mi mente solo me pedía una y otra vez que mordiera su cuello. Y no pude evitarlo, sentía que alguien me controlaba, poco a poco, mis colmillos se iban hundiendo  en el cuello de ___, y yo ni siquiera era consciente.

"No hay vuelta atrás..."

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Qué les está pareciendo la historia?

Quieren MARATÓN por el cumpleaños de Aidan? Aún no estoy segura de hacerlo JAJSJA

Gracias por leer✨💙

~Oih~

Corazón sin latidos {Cinco y tú}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora