Corazón sin latidos {Cinco y tú}

♧Capítulo 29♧

-Mierda... - dijo la chica alejándose del hombre.

-¿Está bien? - preguntó el hombre preocupado al ver el cambio físico de la chica.

-Por favor... necesito que se vaya.

-No me iré sin asegurarme de que esté bien.

-Estoy bien... No se preocupe, váyase de aquí.

-¿Sabe señorita? Soy médico, y su estado físico me dice que usted no está bien, así que por favor, déjeme acercarme.

-Por favor... no me haga hacer esto... - dijo ___ rindiéndose.

-Todo estará bien señorita.

___ cerró los ojos rendida, su cabeza dolía gracias a resistirse ante aquel olor. Pero inevitablemente, su lado vampírico se apoderó de ella.

-Lo siento... realmente lo siento... - dijo activando por primera vez su supervelocidad.

En menos de un segundo, estaba devorando desesperadamente la sangre de aquel hombre.

Pasaron minutos, el hombre solo se quejaba, pero finalmente se quedó inconsciente.

Por desgracia para ___, aún no tenía control sobre la sangre, y no podía parar por mucho que quisiera.

El hombre fue quedando sin sangre poco a poco, hasta que finalmente, su corazón dejó de latir.

-¡___! ¡PARA! - gracias a ese grito, la chica pudo reaccionar.

Rápidamente soltó el cuerpo sin vida de aquel hombre, dejando que cayera al suelo.

Abrió los ojos como platos.

-L-lo he... m-mat-tado... - dijo demasiado asustada.

Volteó rápidamente, encontrándose a Cinco, quien lo miraba asustado.

-Lo he matado... lo he matado... lo he matado... - estaba entrando en pánico, la ansiedad estaba apoderándose ella.

Lágrimas caían de sus ojos mientras su respiración iba cada vez más agitada.

-Lo he matado...

Cinco finalmente reaccionó y se acercó a ella para abrazarla con fuerza.

-Tranquila... todo está bien... todo estará bien... Estoy contigo...

Pero sorprendentemente, la chica no correspondió al abrazo, sino que se apartó de él.

-No merezco tu consuelo... Soy un monstruo...

-No, ___ no eres un monstruo. - dijo el chico secando las lágrimas de su novia.

-Lo soy... he matado a un hombre que solo intentaba ayudarme... - dijo llorando.

-No ___, no... - no pudo terminar, la chica con su supervelocidad salió de allí hasta llegar a la puerta de su casa.

Tocó el timbre y Max abrió.

-Hola - saludó, pero al ver a su hermana en tal estado, decidió preguntar - ¿Qué te pasa?

Por desgracia para él, su hermana lo ignoró y subió a su cuarto llorando. Se encerró en él mientras Max tocaba la puerta sin parar.

-¡___ abre!

-Déjame Max.

-___, déjame entrar, todo estará bien.

-Nada estará bien, todo es una mierda...
Y nada volverá a ser como antes...

Max se quedó callado, en eso tenía razón, nada volvería a ser como antes.

-Podemos hacer que sea mejor. Las cosas no serán como antes, pero podemos impedir que sean peores.

-No, ¡no conmigo! ¡SOY UN MONSTRUO!

Max abrió los ojos como platos, y luego, sintió una mano en su hombro, era Cinco, quien le miraba con una mirada melancólica.

-Dale tiempo... - le susurró Cinco al mellizo.

-No me iré de aquí hasta que salgas ___, no me importa si tengo que quedarme día y noche. Estamos juntos en esto. - dijo sentándose sentándose el suelo contra la puerta

Cinco se quedó mirando al chico, y segundos después, se sentó a su lado.

-Los tres... Los tres estamos juntos en esto.