♧Capítulo 37♧

909 91 7
                                    

Han pasado semanas, cada rincón de esa casa me recordaba a Max. Cuando entraba a la cocina recordaba todas y cada una de las charlas que habíamos tenido en la cena. Recordaba cada vez que bromeaba sobre los vampiros en aquel salón. Es sorprendente, al final, su broma había sido real, y ahora yo, era parte de la historia ficticia que él había creado en su mente.

Todos los días me asomaba por la ventana de mi cuarto y veía la entradas de la casa. Un lugar que me traía los mejores recuerdos con él.

"-¡Bienvenidos a Toronto, la ciudad de los vampiros! - gritaba el hermano de la chica al ver que llegaban a su nueva ciudad.

-Cállate Max, solo son mitos. - respondió su hermana, desde el otro lado del auto.

[...]

-Viendo esta casa a lo mejor si te convendría empezar a creer en los vampiros - le dijo Max a su hermana al oído.

-Eres un idiota Max Bonnet - le respondió ella riendo.

-Pero soy tu idiota ___ Bonnet... "

-Mi idiota...

Abrí el pequeño cajón de la mesilla y saqué un pequeño sobre. El último recuerdo que tenía de él.

"Querida hermanita,

La verdad, ni siquiera sé porque estoy escribiendo esto, seguramente no servirá de nada, llegaré a casa y me pondré a jugar videojuegos como siempre.

Pero tengo un mal presentimiento, y por eso te escribo esta carta.

Ahora mismo estás desaparecida, y no puedo sentirme más culpable. Lo único que me importa es que estés bien... Porque eres la persona que más me importa, la persona que más amo.

Solo quiero que sepas lo mucho que te valoro, eres una chica increíble, amable... eres simplemente maravillosa.

Solo quiero pedirte que... si no salgo de esta, seguirás tu vida sin mí. No quiero que me llores, simplemente tenme en mente, recuérdame como el tonto que olvidaba hacer la tarea de matemáticas, como el estúpido que se caía en las clases de Educación Física, pero sobre todo, recuerdame como hermano... y tu idiota favorita.

Atte.: la persona que más te ama, Max (tu humano favorito)"

Siempre que leía esa carta no podía evitar que alguna lágrima cayera por mi mejilla.

Aquellos años junto a mi hermano habían sido los mejores, y me dolía que hubiera muerto joven.

El otro día acudí a su funeral, Cinco me acompañó. Fue algo demasiado duro... Mi vida ahora es demasiado dura, pero afrontaré todos los problemas y complicaciones, lo haré por él. POR MAX BONNET.

Su recuerdo me ha servido de inspiración y fuerza. Me hace dar lo mejor de mí misma en todo momento. Y gracias a eso, he conseguido controlar mi instinto vampírico.

"-Muy bien ___, sigamos con este ejercicio. Mira esta bolsa fijamente - hablaba Cinco.

La chica obedeció y Cinco siguió sus instrucciones.

-Ahora imagina el sabor de la sangre, piensa en lo rica que podría saber.

La chica obedeció, y al hacerlo, sus ojos adoptaron un tono rojizo.

-Ahora contrólate, haz que tus ojos vuelvan a la normalidad, olvida tu sed de sangre. Piensa que si lo consigues, te dejaré tomarte la bolsa entera.

-¿Entera?

-Entera - afirmó Número Cinco.

Eso hizo que la chica se armase de valor, y finalmente, consiguió su objetivo.

-¡Perfecto! ¡Pasaste la última prueba! - dijo el chico lanzándose hacia su novia para darle un dulce beso en sus labios.

-¿Lo hice? ¡LO HICE! - gritó contenta.

-Lo hiciste... Sin duda tu hermano estaría orgulloso...

-Lo está... yo sé que lo está... - dijo mientras ambos se abrazaban."

[...]

-Y eso fue todo lo que pasó esta semana - dije dirigiéndome a la pequeña tumba que tanto visitaba diariamente. - Se te echa en falta entre nosotros. Te quiero Max. Prometo nunca olvidarte... Y siempre recordarte como mi idiota - dije riendo con lágrimas en los ojos.

Sonreí a la tumba con melancolía.

-Hablé con Cinco y... decidimos mudarnos a Pensilvania, sé que somos jóvenes, pero de todas formas siempre lo seremos, y si vivimos eternamente... tendremos que hacerlo con diversión. Así que supongo... que no te visitaré tan a menudo... Pero prometo traerte rosas, las mejores que encuentre. Estaré bien Max, te lo prometo... Y espero que tú también lo estés... Estés donde estés...

Al terminar de hablar, dejé unas pequeñas rosas blanca encima de la tumba y salió de allí.

-¿Lista? - dijo Cinco quien intentaba subir las maletas al taxi.

-Siempre...

Cinco se acercó a ella con una sonrisa y le dio un dulce beso, era suave y lento, pero expresaba sentimientos por parte de los dos.

Sentimientos verdaderos...

Y podría decirse que eternos...

________
Mañana subiré el epílogo, y el primer capítulo de mi nuevo fanfic.

Me da mucha pena terminar la historia, pero por otro lado pienso que la nueva es mucho mejor

Gracias por leer 💙✨

~Oih~

Corazón sin latidos {Cinco y tú}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora