¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Cuando llegué al departamento noté que Christian aún no llegaba, dejé mi bolso sobre el sofá y con las bolsas del supermercado me dirigí a la cocina para preparar la comida favorita de mi novio para que estuviera lista en cuanto llegara, si lo mantenía contento me perdonaría por el incidente de ésta mañana y me daría el permiso para salir el sábado.
Por suerte para mí, mientras servía la comida oí la puerta abrirse, dejé todo como estaba y rápidamente fuí a su encuentro para ayudarlo a quitarse el abrigo.
- Hola cariño, ¿Todo bien en el trabajo?.- Lo saludé con una sonrisa mientras colgaba el abrigo en el perchero.
- ¿Hiciste la cena? Tengo hambre.- Ignoró por completo mi saludo y se sentó en el comedor.
- Sí, justo la estaba sirviendo.
Fuí hacia la cocina y tomé su plato junto con un vaso de su jugo favorito, en cuanto dejé la comida frente a él comenzó a engullirla rápidamente. Ya llevaba la mitad de su comida cuando me senté junto a él con mi plato para comenzar a comer, minutos después se levantó en silencio de la mesa y después quitarse la ropa dejándola en el suelo se sentó en el sillón y encendió la televisión.
Terminé de cenar y levanté ambos platos, vasos y cubiertos de la mesa, los dejé en el lavaplatos y comencé a lavarlos mientras pensaba en como podría comenzar a hablarle a Christian sobre el club de Hanna.
El rubio se levantó de su asiento y caminó hacia la nevera de la cocina, decidí actuar.
- Cariño.- Lo llamé levemente.
-¿Qué?- Dijo mientras abría la nevera
- ¿Recuerdas a Hanna?- Pregunté.
- ¿Kim Hanna de tu universidad?- Me miró y asentí en respuesta.- ¿Qué con ella?- Preguntó con desinterés mientras saca una lata de Coca-Cola.
- Me la encontré hoy en el supermercado y me contó que abrió un club,- Dije mientras secaba un plato.- iré un rato el sábado.- Me miró con una ceja levantada y soltó una carcajada.
- Por supuesto que no irás.- Dijo mientras tomaba un sorbo de su bebida.
- ¿Por qué no?- Pregunté con molestia.
- No me da la gana Soyeon, sabes que no me gusta que salgas, así que olvídate de eso.- Pero yo no pude dejarlo estar.
- No es justo...- Me interrumpió.
- Cállate, no estoy de humor para aguantar berrinches.- Se dió la vuelta con la intención de irse y yo le desobedecí.
- No es justo Christian, tu siempre sales a dónde quieres y regresas cuando quieres, no es justo que yo...- Un estruendo evitó que siguiera hablando.
Él golpeó mi mejilla.
- Te dije que no estaba de humor, ayer dejé pasar tus groserías Soyeon pero hoy no. Si te hubieras callado como te lo ordené no te habría golpeado, así que es tu culpa.- Y sin más salió de la cocina.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.