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- ¿Cómo te sientes?- Pregunté colocando mi mano en su frente para comprobar su temperatura.
- Estaba bien, pero ahora que estás aquí estoy perfecto.- Sonrió.- Ya no te preocupes,- Me abrazó.- eres la cura para todos mis males Sonnie.- Dejó un pequeño beso sobre mi frente.
Con una sonrisa hice mi abrazo en su cintura más fuerte acurrucandome en su pecho, una sensación de calma se instaló en mi cuando él comenzo a frotar mi espalda con cariño, dejó un pequeño beso en mi cabeza y segundos después se alejó un poco.
- Ven, quiero que me des mimos.- Tomó mi mano y me llevó hasta el sofá.
Me recosté en el sofá y me removí en el hasta estar cómoda, segundos después Changbin se recostó sobre mí dejando su cabeza en mi pecho y abrazó mi cintura, mientras yo acariciaba su cabello suavemente con mis manos.
- Hace mucho que no vamos al club.- Mencionó de repente después de soltar un suspiro.
- Tienes razón, no hemos ido desde que nos conocimos.- Reí levemente recordando aquella noche.
- Iremos la próxima vez.- Hice un sonido de afirmación.
Ninguno de los dos dijo algo más en minutos, estaba quedándome dormida hasta que Changbin habló de nuevo haciendo que me espabilara un poco.
- ¿Sabes?- Su voz sonaba adormilada.
- ¿Sí?- Pregunté para que continuase.
- En unos años quiero seguir ocupandome del hotel de mi padre, quiero abrir otra sucursal de mi cafetería.- Movió un poco su cabeza para mirarme.- ¿Y sabes qué más?- Negué con la cabeza siendo incapaz de hablar, sus ojos brillaban como si alguien le hubiera colocado estrellas con sus propias manos.- También quiero casarme y tener muchos hijos,- Lo miré con los ojos ensanchados por la sorpresa que sus palabras me habían causado.- me gustaría ver muchas pequeñas versiones de mi y mi futura esposa corriendo por el jardín del hotel, últimamente he pensado mucho en eso.- Finalizó con ligera sonrisa.
- Suena precioso cariño.- Dije en un susurro inconsiente.
- ¿Tú también quieres casarte?- Preguntó tímidamente jugando con el dobladillo de mi blusa. Me causaba tanta ternura, Changbin siempre terminaba comportándose como un niño cuando le daba mimos como ahora.
- Sí, quiero casarme.- Solté sin pensarlo, el hombre me miró con una sonrisa radiante que achicaba sus ojitos y sin decir nada más, se acurrucó en mi pecho de nuevo.
¿Qué significa ésto?
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