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Habían pasado dos días desde mi reunión con Minho, aún no encontraba el anillo pero por suerte había podido ocultar y ausencia hasta ahora.
-¿Dónde está tu anillo?- Su repentina pregunta hizo que soltara los cubiertos haciendo que estos cayeran al suelo. Un mesero los tomó y se fue con la promesa de que me traería unos nuevos.
- Lo dejé en casa.- En ese instante mi yo interior me golpeó la cabeza por aquella respuesta tan estúpida.
- ¿Por qué?- Preguntó arqueando una ceja, su mandíbula estaba comenzando a tensarse.
- Intentaron asaltarme hace unos días cerca de la compañía. Lo dejé en casa por miedo a que me asalten de nuevo y logren llevárselo.- Mentí con la mejor expresión miedosa que podría fingir.
- Ya veo.- Levantó la mirada de su plato hacia mí.- Úsalo la próxima vez.- Sus ojos fijos en mi me transmitieron terror.
- Necesito ir al baño.- Él asintió sin prestarme atención, volviendo la mirada a su plato.
Me levanté de la mesa y caminé hacia el baño de damas, estaba por entrar cuando alguien me tomó fuerte del brazo y me acorraló contra la pared.
- ¿¡Qué demo- Fuí interrumpida por su mano en mi boca.
- ¿Te diviertes con tu prometido?- Preguntó con una molesta sonrisa burlona. Cómo no podía hablar intenté forcejear pero fue en vano.- Shhh tranquila, no haré nada aquí, espera un poco más.- Y sin más simplemente se alejó.
Definitivamente estaba comenzando a odiar a Minho.
Unas horas después Christian y yo estábamos en casa. Mientras él miraba un partido de fútbol en la televisión, yo estaba sentada en el comedor adelantando algo de trabajo y le enviaba mensajes a Changbin sin que Christian lo notara.
De repente el timbre sonó, ambos nos miramos extrañados, nadie solía visitarnos y mucho menos a tan altas horas de la noche. Christian se levantó y abrió la puerta, quise devolver todo lo que había cenado en el restaurant al ver quién era.
- ¿Qué haces aquí a ésta hora Minho?- Christian preguntó mirándolo con una ceja arqueada.
- ¿Así recibes a un amigo?- Preguntó con una sonrisa ladina, Christian solo bufó.- Habría venido más temprano pero acabo de salir de mi despacho.- Una sonrisa perversa de asomó en su rostro cuando me miró.- Estoy aquí para devolverle ésto a tu prometida.- Mis piernas temblaron al punto de casi caer de rodillas cuando estiró su mano hacia Christian.
Minho tenía mi anillo de compromiso.
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Aaaah ya solo quedan 4-5 capitulos para terminar la historia, ¿Qué opinan hasta ahora?
