፧ Capitulo 50 ፧

1.5K 149 14
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.



- ¿No te han picado los mosquitos?- Negué con la cabeza.

- Estoy bien.- Asintió y abrazó mi cintura manteniendome cerca.

  Estábamos en las afueras de la cuidad, sentados sobre su auto, estacionado a un lado de la carretera. La noche estaba iluminada por la luna llena y las miles de estrellas que decoraban el cielo nocturno.

- ¿Sabes? Si unes esas estrellas, forman un elefante.- Miré el grupo de estrellas que señaló y tenía razón, si las unía formaban un elefante.

- ¡Es cierto!- Ambos reímos.

  No quedamos en silencio admirando el cielo, la fría brisa soplaba pero me sentía tan cálida con sus brazos alrededor de mi cintura, mi espalda pegada a su pecho y su aliento en mi cuello. Todas mis preocupaciones se habían ido, ni siquiera el tiempo existía entre nosotros.

  Estaba quedandome dormida en sus brazos cuando habló.

- Se está haciendo tarde, tu novio debe estar esperándote.- Se movió un poco esperando a que lo hiciera también. En su lugar, me di la vuelta quedando frente a él.

- Sí, debe estar esperándome, pero no quiero regresar,- Me miró sorprendido.- quiero quedarme contigo.

- ¿Estás segura, corazón?- Preguntó acariciando mi cintura.

- Sí,- Respondí sin pensarlo.- no quiero regresar. Quiero quedarme contigo ésta noche.- Asentí, ví sus ojos brillar bajo la luz de la luna y las estrellas.

   Por nuestro tipo de relación existen reglas que debemos respetar, pero juro que todo eso pierde sentido cuando te miro a los ojos.

- Tus deseos son órdenes para mí, mi reina.- Tomó mi mano y dejó un beso sobre el dorso de esta, reí un poco al igual que él.- Te daré cualquier cosa que desees.- Susurró juntando su frente con la mía.

- ¿Cualquier cosa?- Una sonrisa se formó en mis labios sin darme cuenta.

- Cualquier cosa.- Afirmó, sonriendo igual que yo.

- Entonces te quiero a ti.- Rodeé su cuello con mis brazos.

- Lo que mi reina pida.- Ambos reímos.

  Sin pensarlo un poco más, unió nuestros labios en un beso dulce. Mientras mi teléfono sonaba sin cesar por las llamadas de Christian junto a mi anillo de compromiso escondidos dentro de mi bolso, esa noche Changbin y yo nos entregamos tanto en alma y corazón como en cuerpo sin saberlo.

Y no volví a casa.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
The Lover  ፧ Seo Changbin ፧ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora