¡Esta lloviendo y viene en moto!¿¡Va en serio!?
Me giro hacia el y lo miro, para después empezar a correr de nuevo, ya que el agua esta comenzando a ser más fuerte.
— ¡Estúpida!¡Vuelve aquí!— Grita, no le hago caso.— Vamos que te lleve, ya que tu novio no puede hacer ni eso bien.— Dice aún gritando, me paro y lo enfrentó.
— ¿¡Y tu que sabes!?— Grito.— ¡Solo me paras, para insultar a mi novio!— Grito.— Porque para eso, ¡te puedes ir a la mierda!
— Solo venia a llevarte, pero como no quieres...— Dice.
— Adiós.— Digo, me giro y vuelvo a correr bajo la lluvia.
— ¡Estúpida, duende!— Grita pero lo ignoro y corro más fuerte todavía.
Cuando la lluvia ya es mucho más fuerte, me doy cuenta de que alguien me a cogido del brazo y cuando me giro sobresaltada, para mirar quien es, me doy cuenta de que es el patán de Ian.
— ¿¡Que quieres!?— Grito.— ¡Me as asustado!— Digo soltandome de su agarre.
— Vamos.— Ordena firmemente.
— ¡No!— Le digo, ¿Quien se a creído?
— ¡Vamos, que te estás mojando!— Dice o mejor dicho grita, arrastrándome hasta la moto.
— ¿Y?— Le pregunto.
— ¿No quieres que te lleve?— Pregunta y con todo mi orgullo niego con la cabeza.— Vale.— Me suelta, se monta en la moto, arranca y se va dejandome en la cera mojada.
— ¡Patán!— Grito.
No se porque estoy enfadada, si he sido yo la que me he negado a ir...
Puf...
¡Estoy harta!
Comienzo de nuevo a correr hasta mi casa y después de unos metros llego a la puerta de mi casa, abro la puerta y tirando la mochila en la entradita, me descalzo y me desplomó en el sofá.
— Estoy muerta...— Me susurro para mi misma.
Cuando escucho la puerta de mi casa ser abierta, me levanto de golpe del sillón y cuando veo que se abre y aparece un Ian con la una llave en la mano, lo miro mal.
¿¡COMO MIERDA A CONSEGUIDO MIS LLAVES!?
¡Esto ya no tiene sentido!
— ¿¡Que haces aquí!?— Grito.— ¡Y con mis llaves!— Añado.
No dice nada, simplemente cierra la puerta y viene a sentarse conmigo al sofá, lo miro mal y el ni me mira.
— Hola.— Dice sonriendo con burla y sin mirarme.
— ¿Hola?Solo eso, ¡no me vas a explicar como tienes mis llaves!— Digo algo alterada.
Esto es impresionante...
— No te lo voy a decir...— Murmura.— ¿Que haces?— Pregunta.
— Lo que a ti no te importa.— Le digo cruzandome de brazos.
— Tienes razón.— Admite y se queda tan pancho.
— ¿Que haces aquí?— Pregunto.
— Me aburría y no tenia donde esconderme.— Dice como si nada.
— Esconderte, ¿De que?— Le vuelvo a preguntar.
— De unos amigos que querían jugar al escondite.— Se rie.
No lo entiendo.
— Pues ya que as venido...¿Podrías traerme el mando de la tele?— Digo alargando mi brazo hasta donde esta, pero como no llego solo se queda así, en el aire y apuntando al mando.
— Esta muy lejos..— Se queja.
— ¿Y?Tu eres el que a venido el último, así que levántate.— Le reprocho.
— Ves tu.— Dice.
— Pues entonces no hay tele.
— Perezosa.
— Perro.
— Caballo.
— Tonto.
— Duende.
— ¡Patán, estúpido, anormal...!— Grito como una loca, hasta que lo escucho susurrar.
— Hermosa...
— ¿Que?— Le pregunto con una sonrisa tonta.
— A ti no, al mueble de la tele.— Y después se pone a reírse como una cabrá loca.
Lo miro mal, hasta que me mira y le digo.— Eres malo...
— ¿Creéias que era para ti?— Pregunta.
— No.— Contesto sin demostrar emoción alguna.
Se que no lo soy, pero me había hecho ilusiones...
— Oye...— Me llama y lo miro.— Lo siento, pero tu mueble es hermoso para mis ojos.— Dice riéndose por la cara que pongo.
— ¡Vete!— Grito.— ¡Vete de mi casa!— Vuelvo a gritar.
— No.
— Es mi casa...
— ¿Y?
— Que es mia y te tienes que ir, además mi mamá llegará pronto.— Miento descaradamente.
— Mentirosa...
— Pues nada, ¡Quédate, como si fuera tu casa!— Grito levantándome, para ir directa a mi cuarto.
— ¡Gracias!— Lo escucho gritar.
— Imbecil.— Susurro cuando ya he cerrado la puerta de mi cuarto y no se porque, pero ya estoy en el suelo llorando como una tonta.
¿¡Por que me afectan sus palabras!?
El es feo, tonto y sobre todo un patán, un patán que por desgracia es muy guapo...
¡Pero tiene una personalidad de mierda!

ESTÁS LEYENDO
La Chica De La Apuesta.✔
Novela JuvenilSabéis eso que dicen; Te da el cielo y luego te lo arrebata. Pues eso mismo le paso a Emma Johnson, una chica normal, la cual no se metia en problemas, pero por desgracia, los problemas llegan a ella. Izan Jones, es un cantante, el chico mas popular...