Capitulo 12|Llaves.

114 15 0
                                    

¡Esta lloviendo y viene en moto!¿¡Va en serio!?

Me giro hacia el y lo miro, para después empezar a correr de nuevo, ya que el agua esta comenzando a ser más fuerte.

— ¡Estúpida!¡Vuelve aquí!— Grita, no le hago caso.— Vamos que te lleve, ya que tu novio no puede hacer ni eso bien.— Dice aún gritando, me paro y lo enfrentó.

— ¿¡Y tu que sabes!?— Grito.— ¡Solo me paras, para insultar a mi novio!— Grito.— Porque para eso, ¡te puedes ir a la mierda!

— Solo venia a llevarte, pero como no quieres...— Dice.

— Adiós.— Digo, me giro y vuelvo a correr bajo la lluvia.

— ¡Estúpida, duende!— Grita pero lo ignoro y corro más fuerte todavía.

Cuando la lluvia ya es mucho más fuerte, me doy cuenta de que alguien me a cogido del brazo y cuando me giro sobresaltada, para mirar quien es, me doy cuenta de que es el patán de Ian.

— ¿¡Que quieres!?— Grito.— ¡Me as asustado!— Digo soltandome de su agarre.

— Vamos.— Ordena firmemente.

— ¡No!— Le digo, ¿Quien se a creído?

— ¡Vamos, que te estás mojando!— Dice o mejor dicho grita, arrastrándome hasta la moto.

— ¿Y?— Le pregunto.

— ¿No quieres que te lleve?— Pregunta y con todo mi orgullo niego con la cabeza.— Vale.— Me suelta, se monta en la moto, arranca y se va dejandome en la cera mojada.

— ¡Patán!— Grito.

No se porque estoy enfadada, si he sido yo la que me he negado a ir...

Puf...

¡Estoy harta!

Comienzo de nuevo a correr hasta mi casa y después de unos metros llego a la puerta de mi casa, abro la puerta y tirando la mochila en la entradita, me descalzo y me desplomó en el sofá.

— Estoy muerta...— Me susurro para mi misma.

Cuando escucho la puerta de mi casa ser abierta, me levanto de golpe del sillón y cuando veo que se abre y aparece un Ian con la una llave en la mano, lo miro mal.

¿¡COMO MIERDA A CONSEGUIDO MIS LLAVES!?

¡Esto ya no tiene sentido!

— ¿¡Que haces aquí!?— Grito.— ¡Y con mis llaves!— Añado.

No dice nada, simplemente cierra la puerta y viene a sentarse conmigo al sofá, lo miro mal y el ni me mira.

— Hola.— Dice sonriendo con burla y sin mirarme.

— ¿Hola?Solo eso, ¡no me vas a explicar como tienes mis llaves!— Digo algo alterada.

Esto es impresionante...

— No te lo voy a decir...— Murmura.— ¿Que haces?— Pregunta.

— Lo que a ti no te importa.— Le digo cruzandome de brazos.

— Tienes razón.— Admite y se queda tan pancho.

—  ¿Que haces aquí?— Pregunto.

— Me aburría y no tenia donde esconderme.— Dice como si nada.

— Esconderte, ¿De que?— Le vuelvo a preguntar.

— De unos amigos que querían jugar al escondite.— Se rie.

No lo entiendo.

Pues ya que as venido...¿Podrías traerme el mando de la tele?— Digo alargando mi brazo hasta donde esta, pero como no llego solo se queda así, en el aire y apuntando al mando.

— Esta muy lejos..— Se queja.

— ¿Y?Tu eres el que a venido el último, así que levántate.— Le reprocho.

— Ves tu.— Dice.

— Pues entonces no hay tele.

— Perezosa.

— Perro.

— Caballo.

— Tonto.

— Duende.

— ¡Patán, estúpido, anormal...!— Grito como una loca, hasta que lo escucho susurrar.

— Hermosa...

— ¿Que?— Le pregunto con una sonrisa tonta.

— A ti no, al mueble de la tele.— Y después se pone a reírse como una cabrá loca.

Lo miro mal, hasta que me mira y le digo.— Eres malo...

— ¿Creéias que era para ti?— Pregunta.

— No.—  Contesto sin demostrar emoción alguna.

Se que no lo soy, pero me había hecho ilusiones...

— Oye...— Me llama y lo miro.—  Lo siento, pero tu mueble es hermoso para mis ojos.— Dice riéndose por la cara que pongo.

— ¡Vete!— Grito.— ¡Vete de mi casa!— Vuelvo a gritar.

— No.

— Es mi casa...

— ¿Y?

— Que es mia y te tienes que ir, además mi mamá llegará pronto.— Miento descaradamente.

— Mentirosa...

— Pues nada, ¡Quédate, como si fuera tu casa!— Grito levantándome, para ir directa a mi cuarto.

— ¡Gracias!— Lo escucho gritar.

— Imbecil.— Susurro cuando ya he cerrado la puerta de mi cuarto y no se porque, pero ya estoy en el suelo llorando como una tonta.

¿¡Por que me afectan sus palabras!?

El es feo, tonto y sobre todo un patán, un patán que por desgracia es muy guapo...

¡Pero tiene una personalidad de mierda!

La Chica De La Apuesta.✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora