Capítulo 1: De nuevo a la Universidad.

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Lunes, suena el despertador.

Kim Taehyung de veinte años de edad se despierta somnoliento, listo para regresar a la universidad después de unas largas vacaciones. No es que lo emocionara mucho la idea de madrugar, era simplemente que el hermoso castañito moría de ganas por ver a su guapísimo pelinegro y sexy novio de nuevo.

¿Quién era su chico? Por supuesto que Jeon Jungkook, el hombre más guapo, a quien conocía desde los dieciocho años cuando ambos ingresaron a la misma universidad.

No se volvieron novios al instante, por supuesto que no. Taehyung era un persona muy distinta a Jungkook, la mayoría no sabía cómo es que ambos podían ser pareja.

Lo que comenzó con una amistad casual por un proyecto que debían realizar juntos en aquel entonces, terminó por finalmente convertirse en una relación que mantenían desde un año atrás, luego de que Jungkook hizo hasta lo imposible por tener a Kim para él.

Era "oficial" porque era a quien Jungkook presentaba a todos los que lo rodeaban, ¿y cómo no hacerlo? Taehyung era hermoso, el tipo de chico que quieres presumir ante el mundo, aunque no lo respetara como su pareja. Pero eso era algo que desconocía totalmente el buen e ingenuo a las circunstancias de Kim Taehyung.

Y aunque Jungkook le juraba que lo amaba, era muy inmaduro.

Mientras Kim Taehyung era un chico dulce, respetuoso y buen estudiante; Jeon Jungkook era todo lo contrario, el sueño de la mayoría en la universidad.

El castaño lo sabía a la perfección, inclusive algunas veces se sentía celoso cada que alguien se le insinuaba a su pelinegro tormento y éste solo sonreía complacido, pero luego le aseguraba que era solo suyo para calmar las aguas.

En las vacaciones no se habían visto porque Jungkook había partido de viaje con sus padres, aunque Taehyung no podía quejarse ya que habían mantenido contacto por medio de mensajes y llamadas cortas, o mejor dicho, el castañito lo había buscado por esos medios y Jungkook solo le contestaba para mantenerlo feliz. Mensajes distantes y cortos, pero al menos le respondía.

Pero ese día, justo después de tres interminables semanas, por fin se verían de nuevo y el doncelito no podía esperar para comerse a su novio a besos y decirle lo mucho que lo había extrañado, esperando que el pelinegro se sintiera de la misma manera.

Se levantó con pereza dirigiéndose hacia el baño para darse una ducha, luego eligió su ropa y comenzó a vestirse bonito, elegante, como a él le gustaba. Kim era una belleza andante, sabía que atraía las miradas, era obvio que alguien como Jungkook no sería "pareja oficial" de cualquier persona.

El doncel se maquilló lo más naturalmente posible, se peinó como siempre solía hacerlo y puso un poco de brillo labial sabor cereza en sus labios, nada que llamara mucho la atención pero que resaltaba sus definidas y delicadas facciones. Terminó de arreglarse y se dirigió a la cocina a desayunar, encontrándose en el comedor de la enorme mansión con sus padres, Kim Tae-Pyung y Kim Ji-Eun.

-Hola hijo, ¿estás listo para regresar a la universidad? -preguntó su madre con una bella sonrisa en su rostro.

Taehyung era muy parecido a su padre, pero definitivamente había heredado la dulce sonrisa simétrica de su mamá.

-Sí, eso creo, aunque en realidad nunca estaré listo para eso -contestó, devolviéndole el gesto y besando su mejilla antes de sentarse a su lado.

-Pero ve el lado bueno, ahora estarás más tiempo con Jungkook, ya que en las vacaciones prácticamente no se vieron.

-Sí, eso es lo único que me alegra -dijo aún más sonriente por lo mucho que amaba a ese chico.

Una señora del personal de servicio entró y dejó frente a él un bowl con yogurt y cereal en la mesa. El castañito le dio las gracias y prosiguió a tomar su desayuno.

All that I want is you... (KOOKV/KOOKTAE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora