Capítulo 39: Deja vu.

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Por mucho que planeemos algo, eso no significa que todo saldrá a la perfección. El azabache era fiel testigo de ello.

Se había esforzado por conseguir una reserva en un costoso restaurante de Seúl para celebrar su cuarto mes de novio con Taehyung. Sí, cuatro meses en los que el doncelito dormía cinco de los siete días de la semana en su departamento, además de que poco a poco mudó sus pertenencias, guardarropa y productos de aseo personal.

Ahora el baño personal del pelinegro contaba con botellas de shampoo, acondicionador y ampolletas para el cabello con olor a fresas, así como con una gran variedad de cremas y sérum para el cuidado de la piel, las cuales el castañito no reparaba en usar sobre el rostro de Jeon cuando veían Netflix y hacían sesión de spa. Para él había comprado orejas de conejo, mientras que el menor usaba unas de osito para que el cabello se mantuviera hacia atrás y no se les llenara de tratamiento. 

Tannie también se había acostumbrado a la presencia constante de Bam, parecían llevarse bien. No había presión de ningún tipo y Taehyung estaba agradecido por ello.

Oh, pero regresando al tema de la reserva en el restaurante...

Según algunas personas y medios importantes en sus reseñas, el local servía los mejores platillos de cocina italiana y él estaba dispuesto a llevar a su doncelito ahí, sin importar lo que costara. O a quién tuviera que sobornar.

Hizo algunas llamadas, pero le hicieron saber que ya no tenían disponibilidad hasta dentro de seis meses, ¡seis jodidos meses! ¡era simplemente ridículo!

Así que tuvo que recurrir a otros métodos, inclusive pagó dinero extra a alguien del personal para que les dieran la reserva, no aceptaba un "no" por respuesta. El restaurante era muy cotizado, por lo que lo terminó viendo como un desafío personal el lograr llevar a cenar a su novio ahí. 

Jungkook estaba casi seguro de que, si hubiera mencionado el apellido "Kim" para obtenerlo, hasta las puertas del mismo cielo se le hubieran abierto pues la familia de Taehyung era muy respetada en Corea, sobre todo en la capital, pero no se trataba de eso, su orgullo le exigía darle lo mejor a su castañito por sus propios medios, así que perseveró hasta que lo obtuvo. Obviamente lo logró.

Y aquí es donde viene la mala jugada del destino: Jungkook estaba enfermo justo el día en que tenía ordenada la reserva, arruinando así no solo su festejo, sino también su infalible plan.

Resulta que una noche antes Taehyung se quedó a trabajar hasta altas horas de la noche en su oficina, así que tuvo que cenar solo, por lo que, sin una motivación suficiente para hacer la cena, decidió ordenar un servicio a domicilio de pollo frito, kimchi y algunas botellas de soju, algo realmente sencillo puesto que pensaba pintar hasta que su doncelito llegara para ir a dormir a la cama juntos.

Hizo su pedido y después de unos cuantos minutos le llevaron lo ordenado, comió, ¡estaba delicioso!, o eso pensaba hasta que llegó la primera arcada y tuvo que salir corriendo directo al baño para vomitar todo lo que había ingerido. Cabe destacar que el pelinegro no era nada bueno soportando las enfermedades y su novio estaba por descubrirlo.

Cuando Taehyung llegó más tarde, Jungkook estaba tirado boca arriba sobre el sofá con Tannie y Bam a sus pies. Se veía pálido y tenía la frente y el cuerpo sudado, al parecer el pollo no estaba preparado en las mejores condiciones higiénicas, lo que le provocó infección estomacal, misma que le desató la fiebre.

El pelinegro le dijo que esos eran sus últimos minutos de vida, demasiado exagerado pero aún así el menor se preocupó y de inmediato le habló a su médico de cabecera, mismo que respondió a la brevedad y fue a atenderlo para saber con exactitud lo que sucedía. Una vez Jungkook relató su hazaña con la comida rápida, el profesional le recetó algunos medicamentos para combatir la infección y contener las náuseas.

All that I want is you... (KOOKV/KOOKTAE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora