Capítulo 45: Un pedacito de cielo.

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Taehyung se sentía fatal, no veía la hora de llegar al departamento y tumbarse a dormir en la espaciosa cama king size que compartía con el pelinegro, últimamente por más que dormía seguía con sueño, realmente fatigado sin motivo alguno.

Llevaba toda la semana sintiéndose de ese modo y no entendía el por qué de su estado de salud tan decadente, pero todo se lo atribuía a que en días anteriores se le había ocurrido la grandiosa idea de pedir sushi de un lugar de dudosa procedencia, ya que Jungkookie no había podido prepararle nada por atender sus propios pendientes laborales.

Si bien era un doncel fuerte e independiente, la verdad es que ya se había acostumbrado un poquito a ser muy mimado por su prometido, por lo que no le quedó otra opción más que pedir algo fácil para que se lo llevaran a la oficina y comer ahí ya que tenía mucho trabajo que atender en la empresa y moría de hambre.

Ojalá y le hubiera hecho caso a Jungkook sobre pedirle a Dexter o a su asistente que le ordenaran algo de comer de algún restaurante cercano, pero la verdad es que ellos ya hacían demasiado por él como para importunarlos en su hora de comida, así que decidió hacerse cargo de sí mismo y buscar a través de una app para que le llevaran sus alimentos.

Ahora sufría las consecuencias de su imprudencia, su novio le había dado té de manzanilla para calmar el dolor estomacal, la inflamación y las naúseas por las que estaba atravesando, pero aún así persistía el malestar.

Fue por ello que le pidió a su asistente agendar una cita con su médico de cabecera al día siguiente, para que le recetara medicamento para combatir la infección estomacal, pues el té que le daba su prometido no parecía surtir efecto.

Dadas las circunstancias tendría que ir con Mochi, ya que Jungkook no lo podría acompañar, ¿así era como empezaba todo? ¿qué seguía después? ¿entonces cuál era el chiste de casarse si desde antes de eso ya lo estaba dejando solo?

No, Cooky lo amaba y él solo estaba siendo muy dramático, su prometido, cada que podía le recordaba lo mucho que lo adoraba y lo llenaba de dulces besitos por toda su carita, tenía que ser más tolerante. UGH!

Pero no lo acompañaría al médico y por supuesto que estaba molesto aunque no lo expresara verbalmente, sobre todo se sentía cansado, lleno de pendientes, su mente hecha un caos entre los preparativos de la boda y sus ocupaciones del trabajo, su matrimonio estaba a la vuelta de la esquina, así que quería ver a su novio para que lo mimara y le diera amor, pero al mismo tiempo sentía que no lo soportaba cerca.

Estaba resentido, ya que después del éxito de su prometido en la Casa Azul, su agenda se llenó de pedidos de acaudalados políticos que pagarían lo que fuera para que una de las pinturas personalizadas de JVante colgara de las paredes de sus casas. No lo mal entiendan, sí se sentía feliz por él, porque estaba triunfando en lo que le apasionaba hacer, claro que sí, pero todo era tan confuso que incluso sentía ganas de llorar apenas llegaba al departamento que compartía con aquel tonto azabache que llevaba dos semanas sin darle la atención suficiente por estar terminando sus lienzos, ¿quién se creía que era?

Quizá estaba mal, pero se propuso a sí mismo pagarle con la misma moneda para ver si así el atolondrado de su Jungkookie se daba cuenta de que lo extrañaba muchísimo. Lo ignoraría, ya tenía el plan perfecto, se entretendría jugando con Bam y Tannie en lo que su novio estaba en el estudio, se daría una ducha y luego se iría a la cama. Jungkook podía dormir en su estudio si quería, le daba igual.

Abrió la puerta del departamento, fue recibido inmediatamente por sus mascotas, quienes estaban felices de verlo y meneaban su colita de un lado a otro. Cargó al pequeño Yeontan y acarició la cabecita de Bam para saludarlos a ambos.

All that I want is you... (KOOKV/KOOKTAE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora