All that I want is you... (KOOKV/KOOKTAE)

Capítulo 29: Sorpresas inesperadas.

Cuando el doncelito despertó de su letargo al día siguiente, no supo cómo es que había llegado hasta su cama la noche anterior, ¿Acaso todo lo ocurrido había sido solo un precioso sueño? ¿Tal vez solo producto de su traviesa imaginación e inconsciente?

Miró su cuerpo, estaba abrazado a una almohada afelpada, también se percató de que su vestimenta era la misma del día anterior, solo que sus zapatos yacían a un lado de su cama.

Llevó su mano derecha hasta su frente y la tocó, ¿Jungkook le había dado un dulce beso y arropado antes de despedirse?. Todo parecía un sueño muy lejano e irreal, una simple ilusión, sobre todo porque el Jeon que recordaba era renuente a ese tipo de acciones, eran pocos los momentos en los que solía mostrarse tan cariñoso sin querer obtener algo a cambio.

De pronto, su celular comenzó a sonar, solo que no sabía en dónde lo había dejado. Siguió el ruido que emitía el aparato y lo buscó a tientas entre su ropa, al sentir que una vibración lo recorría. Cuando lo encontró, sonrió al ver de quién era el mensaje. Era su tormentoso pelinegro.

J. Jungkook:
"Hola mi osito, espero hayas tenido dulces sueños, no te quise despertar anoche, parecías un angelito durmiendo. Espero puedas perdonarme por no despedirme, y... sé que tienes miles de cosas que hacer, pero... quería invitarte a ¿desayunar? ¿comer? ¿cenar? ¿solo vernos? No importa, espero que tengas un lindo día."

Taehyung sonrió, casi podía imaginarse al pelinegro haciendo todas esas preguntas rápidamente mientras mostraba su bonita sonrisa de conejo, nervioso y tratando de mantener la cordura para verse como todo un bad boy y no como la masita de amor que era en el fondo.

Era una pena que el castañito tuviera una interminable lista de ocupaciones ese día, su asistente personal le había mandado un email con su itinerario para la semana. Lo meditó un momento, no porque Jungkook estuviera de vuelta en Seúl significaba que iba a hacer todo de lado y correr a sus brazos como si nada más importara, tenía obligaciones y compromisos con los que cumplir, por lo que solo puchereó y se dispuso a responderle.

Mi osito:
"Buenos días Cooky, dormí muy bien. Gracias por el día de ayer, en verdad fue bueno. Respecto a vernos hoy, no creo que sea posible, tengo todo mi día lleno de reuniones y unos convenios que debo revisar, estaré hasta tarde en la oficina. Ten un lindo día tu también"

Taehyung tenía muchas preguntas por hacerle, pero lo omitiría hasta que las pudiera hacer de frente, como le gustaban las cosas. Una de ellas, era sobre cómo el pelinegro lo había llevado hasta su cama, pero era más que lógico que lo había cargado como si de una princesa se tratase, porque ni modo que lo hiciera levitar con una varita mágica hasta su habitación.

El castañito comenzó a reír ante su tonto chiste, se sentía feliz, cálido, en paz. Vio las peonias sobre su buró y comprobó que sus sentimientos eran esos debido a Jeon Jungkook. Ese chico le daba color al jardín de su vida ya que lo que había pasado no era un sueño ni imaginaciones suyas.

Su celular sonó de nuevo, otro mensaje del mismo azabache.

J. Jungkook:
"Oh..., es una pena, pero lo comprendo. En ese caso, haré unos pendientes por la ciudad, llámame para lo que necesites, ahí estaré. Te amo, mi osito. Come bien y cuídate mucho, eres mi vida, recuérdalo siempre."

Y para un chico tan puro como lo era el doncelito, esas cortas palabras hicieron que sus mejillas se tiñeran en un furioso color carmín, ¿Cómo es que Jeon podía decir esas cosas tan a la ligera? O sea, él también lo amaba y eso, pero ahora recordaba lo mucho que le había costado en un principio al castañito expresar todo su afecto por el pelinegro, mucho más ahora después de todo su historial. Sin embargo, Taehyung recordó que se había prometido a sí mismo abrir su corazón para volver a confiar, para dar una segunda oportunidad a quien él pensaba se la merecía. Estaba siendo lo suficientemente valiente para corresponderle.