003

691 134 18
                                    

Conocí a Louis y Haru en primer año, recién llegados a Cherryton

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Conocí a Louis y Haru en primer año, recién llegados a Cherryton. No tuve muchos amigos ese primer año, como era de esperarse, los que tenía eran todos carnívoros; osos más que todo, me veían como una aventura, un simple acostón. Los herbívoros me temían, huían de mi al verme, los pequeños aún más, ni siquiera me dejaban hablar.

Pero Haru era diferente, no importaba su instinto, no importaba que su esponjosa cola se retorciera al verme, ella vio algo más en mi, algo que ni yo podía ver. Y eso nos unió, durante un tiempo.

Ella y Louis eran buenos amigos, así fue que conocí a ese ciervo rojo, porque ella estaba ilusionada con que nos lleváramos bien. Le desagrade al primer momento, lo se. Era la forma en la que me miraba, como detallaba mi altura y manos grandes, mis garras, mis colmillos cuando sonreía. Pero él no rompería el corazón de la coneja, ni yo tampoco.

Louis fue reclutado para el club de teatro, Haru a jardinería y yo a fotografía. Nunca tuve ni una pizca de talento para actuar, no como Louis, quien rápidamente paso a ser una estrella, adorado por todos los alumnos herbívoros. Tampoco era buena con las plantas, me gustaba la naturaleza, pero mis manos eran muy grandes y brutas para tratar flores. Pero encontré algo en los paisajes, en la fotografía. Y con la velocidad de una gacela fui asignada al club de teatro.

-—No me agradas —dijo una tarde tras el escenario después de los ensayos, ya no quedaba nadie.

—Lo se.

—Eres una bestia.

Baje la mirada, respire profundo y sólo lo ignore.
《No es nada a lo que no estés acostumbrada, Mako》me dije.

Seguí tomando fotos de los trajes para el festival del meteorito. Debía hacer una apartado relatando todo acerca del festival, la obra, incluyendo vestuarios, críticas de las actuaciones y demás.

—Y muy bruta.

¿Esto a qué venía?

Me enderece, harta. No iba a permitir que dijera lo que se le pegara en gana sólo porque era un herbívoro. Me gire para confrontarlo. Su expresión indiferente escondía desagrado.

—¿Buscas que te muerda, Louis?

Él sonrió, sin mostrar sus dientes, sólo una pequeña sonrisa, como si hubiera encontrado lo que buscaba.

—Vamos, muéstrame los colmillos —su sonrisa no desaparece, pero ahora hay diversión, burla en su mirada—. Muérdeme, tengo buen sabor.

—¿En serio?... Vamos a comprobarlo.

Me acerqué hacia él, mi silueta cubre su cuerpo y su rostro entero cambia. Su sonrisa desaparece, me mira con los ojos desorbitados, su pupila temblando en su iris café. Me incline para estar a su altura y mi nariz rozo su cuello, su aroma me invadió. Olía a apio, el inconfundible olor que trae consigo la brisa de otoño, y algo que no podía definir, era como un deja vú de algo cálido, reconfortante, como un recuerdo latente de un lugar feliz.

Not Like You | BeastarsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora