Estaba perdida, en él, el calor de su cuerpo, sus ojos grises, sus manos en mi cintura, su aliento que rozaba mis labios, era como estar bajo un hechizo, uno del que no quería salir.
- Tengo algo para ti- susurro en mis labios para luego apartarse, me guío con un brazo en mi cintura a su auto que no había visto antes, un negro convertible, con el capo puesto, parecía nuevo. Abrió el auto y quitó el capo allí en un asiento había una caja con un moño blanco. - es para ti – me la entrego con una sonrisa
- no tenías porque Carlos – quizás solo venia conmigo por... lástima quizás.
- por favor, permíteme consentirte, es algo muy sencillo - abrí la caja y dentro había un ramo de rosas que pasaban de blanco, celeste y azul era completamente bellas, a un lado había una cajita larga en color azul oscuro él la tomó y la abrió, un collar se hizo presente, tenía la cadena delgadita en plata y dos dijes en forma de gota color celeste y el otro más claro, cuando Carlos lo apartó a la luz brilló, sonreí, era muy bello.
- creo que di en el clavo con lo del color - reí - me permites - dijo señalando el collar para ponérmelo. Quedaba bellísimo como si hubiera sido echo para este conjunto
- es hermoso Carlos gracias las flores también wau son increíbles – era hermoso todo.
-sabía que te gustaría, tengo buenos gustos- se encogió de hombros arrogantemente y yo sonreí- estos colores me recuerdan a ti, como un pedazo de cielo – en cuanto dijo aquella frase tan hermosa se agarra la cabeza incomodo, ser cursi no iba con él, pero en el fondo esa parte estaba ahí. - vamos tus amigas te han de esperar. – se giro para abrir la puerta del carro aun incomodo.
- solo estaremos unos momentos te parece -
- solo si después te vuelvo a tener para mí por un tiempo más - me guiño y abrió la puerta para que entrase
Entramos al salón abundaban adornos por doquier y la música estaba a todo volumen, la mayoría de los compañeros se encontraban en la pista y otros en las bebidas, seguro que ya habían incumplido la norma de no alcohol.
-¡Eli ven acá! - grito Mel desde una de las mesas grandes, nos encaminamos allá, Carlos me tomo de la mano - que hermoso vestido Eli, te gusta el mío Niko me lo compro en Glamur, ¿ sabes lo que cuesta un vestido allí ? -
Pues claro allí es donde había estado todo el día de hoy y en dónde hasta por respirar te cobraban.
Mel usaba un vestido en color rosa brillante ajustado a su cuerpo en algo así como estilo sirena con mangas caídas y un escote pronunciado era un vestido muy bello y sensual
- estas bellísima Mel - ella sonrió satisfecha
- Y tú qué piensas Carlos – mel se colocó en posición para modelar el vestido, era una chica bellísima, no tenía nada que enviar a las demás.
- Yo no sé de ropa femenina - dijo cortante y Mel borro la sonrisa apenada, en ese momento niko llego y mel sonrió, Carlos por su parte soltó mi mano y me pego a su cuerpo en un abrazo.
- Eli te vez absolutamente hermosa, ese vestido te sienta de lujo, toda una princesa - me iba abrazar, pero Mel lo tomo de una mano y él se detuvo, la vista de las chicas que estaban en la mesa me atravesaba como dagas
- Claro que sí, Elisa se ve espectacular con todo - Carlos fue el que rompió el silencio tan incómodo que se había plantado - gustas bailar Elisa - asentí con tal de salir de allí
- no se bailar Carlos - lo detuve antes de llegar a la pista.
- vamos a por un vaso de agua, o quizás quieras una foto – señalo la decoración donde estaba un fotógrafo- sonreí, quería una foto con él. Esperamos unos momentos antes de pasar pues había una pequeña fila esperando
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Mi Destino... Una elección
WerewolfElisa se enamora de Carlos un hombre con un carácter frío y muchos secretos, pues él es un ser sobrenatural, un licántropo- híbrido. Elisa logra sacar su lado más vivo y dejar sus miedos atrás, comenzando su historia de amor. Pero nada dura para si...