Carlos
Llegué a casa en medio de la noche, miré los papeles en mi mano, los había conseguido después de hipnotizar a algunas personas. Me había detenido a pensar con la mete fría, normalmente no hipnotizaba de esta manera, por lo menos no en un tiempo, era más divertido manipular, pero ciertos casos se requerían, esto no era un juego era el único medio para saber de Elisa sin estar cerca de ella, pues si yo mismo la protegía corría el peligro de darme por vencido y huir junto con ella.
- nunca te había visto así- Erick me miró con lastima al entrar, era algo que odiaba, pero si quería conseguí algo en este momento no podía ponerme a la defensiva además de que no tenía las fuerzas para hacerlo.
- si en algo te podemos ayudar Carlos, cuenta con nosotros- si ella supiera lo bien que quedaba esa frase hoy.
- Puedes borrar su memoria- propuso Erick y lo mire como si lo intentará asesinar - sería lo mejor Carlos, ahora tienes a tu mate y ella merece vivir feliz- negué- eso es egoísta- lo era, no quería que me olvidará, no de esa manera, borrar sus sentimientos por mí, toda nuestra historia, no, debía dejarla protegerla y quizás sea egoísta no me importaba, quería seguir en su mente.
- Necesito un favor Nadia- la miré directo, necesitaba persuadirla de lo que le iba a pedir- seguro ya sabes toda la historia - asintió- sabes que amo a Elisa, sé que es difícil entender que amo a alguien que no es mi pareja destinada, ni yo lo entiendo bien, solo sé que la amo como nunca imagine que se podía amar y... no puedo estar con ella... es peligroso... Pero necesito saber de ella y que esté protegida, estoy en una situación peligrosa...
-¿Cuál es el plan?- suspire aliviado
- Necesito que te hagas su amiga lo más pronto posible, así podrás decirme cómo está y sobre todo protegerla y...
- ¿Te das cuenta de lo que me pides? Quieres que ella confíe en mí para después venirte a contar- de esa manera sonaba mal.
- No, quiero que la protejas como yo ya no podré hacerlo, no confío en esa amiga suya que regresa mañana, quiero saber que está con alguien que de verdad se va preocupar por ella y sí que me digas como está, no que me cuentes cada detalle, solo saber de ella. - Nadia estaba pensativa, pero sabía que aceptaría, era una mujer con un corazón enorme sabía que mi Elisa estaría segura con ella, ella no era tan fuerte como yo o Erick sin embargo era lo suficiente para mantenerla a salvo y que le tomaría aprecio en cuanto la conociera.
- Cuéntame más ¿Cómo piensas que lo haré?- lo había planeado todo
- Voy a tomar provecho de que ella nunca te conoció- extendí los papeles que llevaba en mano- te inscribí en la universidad, en las mismas clases que ella, si después de conseguir su amistad te quieres cambiar de carrera adelante - ayer que llegaron la había escuchado decir que quería tomar la carrera de diseño de moda - pero ahora necesito que estés en todas sus clases, que te ganes su amistad.- seguía pensativa y yo empecé a preocuparme, ella no me debía nada, no tenía por qué aceptar, si no lo hacía... podía hipnotizarla... nunca lo había hecho con ellos...
- Lo haré- respiré nuevamente- pero solo porque algo muy grande tuvo que hacer Elisa para sacarle sonrisas a ese corazón de hielo y más aún que amara - sin importarme la cursi de sus palabras suspiré de alivio.
- gracias Nadia, mañana entras - seguí el camino a mi guarida de titanio para poder pensar tranquilo.
La noche paso lenta cada segundo dolía al recordar a Elisa en su habitación. Antes del amanecer ya me encontraba en el taller diseñando; cada uno de los diseños eran elegantes y sobrios, mi mente se mantenía ocupada creando, aunque por momentos me encontraba desviado del trabajo y pensando en ella, conforme el día llegaba y las nubes evitaban el paso del sol que me recordaba que ella mi sol, ya no estaba conmigo para alumbrar mi vida.
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Mi Destino... Una elección
WerewolfElisa se enamora de Carlos un hombre con un carácter frío y muchos secretos, pues él es un ser sobrenatural, un licántropo- híbrido. Elisa logra sacar su lado más vivo y dejar sus miedos atrás, comenzando su historia de amor. Pero nada dura para si...