Mi Destino... Una elección

capitulo 33

Mis padres, mamá, papá... Los había tenido aquí hace solo un momento, solo un momento ¿Cómo era posible? La sonrisa de mis padres apareció en mi mente ahogándome un poco más y... Yeni, mi hermanita luchaba contra la muerte en el frío cuarto de un hospital.

- ¡Elisa! ¡Respira! ¡vamos! ¡Tranquila por tu hermana! - escuché a lo lejos la voz de Nadia llamándome, no había notado que estaba en el suelo luchando por respirar con las manos en mi pecho, sostenida por el oficial y Nadia frente a mí, intenté hacer lo que me decían por Yeni, tenía que verla, estar con ella, tenía que ser fuerte, por ella...

Nadia me abrazo cuando volví a respirar, el llanto era incontrolable, mi garganta se desgarraba en cada grito de impotencia e incredulidad.

- Ne...neces...necesito ir al hospital- logré decir

- Las puedo llevar- el oficial ofreció, pero Nadia me guío a su auto dando las gracias al oficial, que de todas maneras nos seguirá para protección.

- Melissa- Nadia hablaba por teléfono mientras yo seguía llorando sin poder creer lo que estaba viviendo, esperaba que solo fuera una broma de mal gusto, que llegáramos a algún lugar donde mi familia estuviera riendo por la broma, donde me enojaría por ello y aun así les abrazaría agradeciendo que era mentira, tenía que ser mentira, era mentira– ve al hospital santa cruz, paso algo malo, la familia de Elisa, nos vemos allá- colgó

Pasamos por la calle rumbo a Jiménez donde a solo diez minutos de camino es decir la mitad del tramo estaba lleno de policías, el auto de mi padre estaba allí, contra un poste de luz, cada vidrio estaba quebrado, había manchas de sangre y pequeños agujeros en él.

- ¡Detente! ¡Detente! – abrí la puerta del auto aun con el corriendo obligando a Nadia detenerse, baje del auto y corrí a la escena donde los oficiales me detuvieron antes de llegar - ¡Son disparos! ¡Son disparos! ¡No fue un accidente! ¡Los mataron! ¡Dígame qué fue lo que pasó! ¡Le exijo que me lo diga! - tomé al oficial frente a mí por el cuello de su uniforme en completa desesperación, era el auto de papá allí, había sangre en el y en el suelo. ¡me los habían arrebatado sin misericordia alguna!

- Estamos investigando señorita, le informaremos en unos días- la cara asustada y desconcertada del oficial no me decía más.

- ¡No, le ordenó que me diga ya! – sacudía su traje con fuerza mientras el me miraba con lastima

- Elisa, tranquila vámonos de aquí- solo negaba una y otra vez viendo la escena ante mí, todo ese caos, quise caminar e ir al auto, pero los oficiales me lo impidieron con la frase "Es escena de un crimen"- por Yeni, está sola... - Después de unos segundos mirando la escena frente a mi caminé al auto con los pies en rastra y dejando lo que restaba de mi corazón en aquel lugar.

El frío del hospital, el olor a alcohol y desinfectante nos dio la bienvenida. La tristeza y desesperación palpitaba en cada rincón.

- Buscamos a Yenifer Meller- hablo Nadia a una enfermera

- la niña entro a cirugía, llego muy grave, los médicos están haciendo todo lo posible por salvar su vida, tendrán que esperar algunas horas- la enfermera se fue sin más dejándonos ahí, debía ser muy normal para ella este tipo de situaciones.

Un par de horas habían pasado, Melissa, Niko e incluso Erick estaban aquí, yo no había dicho ni una palabra desde que entre aquí y solo estaba sentada viendo la blanca pared, recordando la escena con mis padres antes de que salieran de casa, si hubiera ido con ellos, si les hubiera pedido que se quedarán, pero el hubiera no existe, y ahora ellos tampoco...

- Señorita Meller- un hombre de blanco, guantes y gafas apareció en mi vista - necesito que me acompañe a identificar el cuerpo de sus padres- lo ignore por completo quería seguir con la esperanza de que seguían con vida - señorita Meller, necesito saber por sus palabras que son ellos - lo mire, aún cabían posibilidades de que no fueran, así que me puse de pie y le seguí, escuché unos pasos atrás de mí, Nadia no se había apartado ni un segundo.