Mi Destino... Una elección

capitulo 16

Desperté a primera hora, Mel dormía plácidamente a mi lado, ayer la trajo su mamá tal como había dicho, me levanté sin hacer ruido y fui a darme una ducha, para después vestirme.

Hoy iríamos a ver algunas casas y algunos nuevos clientes, quería ir más formal, pero nada de zapatos altos pues tenía que caminar mucho, escaleras por aquí escaleras por allá. Me decidí por un vestido que me llegaba un poco arriba de la rodilla, blanco con holanes de velo, tenía unas mangas de tres cuartos también holgadas de velo, ideal para cubrirme del sol, enmarcaba mi cintura con un lazo blanco y un escote en v, le quedaba perfecto al collar que Carlos me había regalado, también añadí uno corto que tenía lunas y estrellas colgando en plata y una pulsera idéntica, por último, unos tenis blancos y una bolsa de tira larga negra para que hiciera contraste.

Salí de casa a las siete treinta y me fui con papá a Jiménez, me dejó en el taller y él se fue a Forks a ver lo de un caso en la comisaría.

-Te veo por la tarde hija, cuídate-

-igual tu Papá- nos despedimos con un beso en la mejilla y arranco

En el taller ya se encontraban la mayoría del personal cuando entre, Erick iba saliendo en una troca azul y Carlos estaba en su oficina con un bloque de papeles.

Me pare de lejos para observarlo, aún no se había dado cuenta de mi presencia al parecer, recordé la noche del domingo en como él y papá se llevaban tan bien con su carácter cada uno y en como ninguno se dejaba perder.

Apenas pude observarlo un par de segundos cuando elevó la mirada directo a mí, estaba vestido con una camiseta gris oscuro arremangada a los codos, quedaba perfecto con sus ojos grises claros, se levantó de su silla recargándose enfrente de su escritorio, sonreí y camine el espacio que faltaba hasta estar frente a él, llevaba un pantalón de mezclilla negro y tenis del mismo color, por supuesto no podía faltar un fiel reloj que siempre le acompañaba en esta ocasión era uno completamente plateado sin números.

- Mi bella Elisa, estas preciosa- me tomó de la cintura y me acercó, dándome un pequeño beso en los labios, pues ya había gente rondando por allí, aunque nadie se atrevería a decirle algo pues todos le temían. Era un hombre rudo, pero con relleno cremosito...

- hola guapo- sonreí en sus labios y el hizo lo mismo antes de separarnos

- lista para el trabajo- hablo sin dejar de sostenerme de la cintura

- más que lista, hoy me encuentro inspirada para todo tipo de diseño- rodie su cuello con mis brazos

- Me alegro porque tenemos mucho trabajo-

- ¿qué tanto? - pregunté ya dudando, cuando Carlos decía que teníamos mucho trabajo era de verdad, pasábamos todo el día de un lado para otro.

- casi nada- elevó sus hombros sin preocupación - vamos a ver cómo van quedando 4 casas, tenemos 3 nuevos clientes que quieren varias remodelaciones, 2 construcciones desde cero, a y el alcalde desea que construyamos un área verde o parque para la ciudad, solo eso- me separe de él, mi boca estaba abierta, eso era demasiado trabajo para un solo día, aunque ahora estaba trabajando de tiempo completo por las vacaciones, aun así era mucho, principalmente por qué no todas las casas estaban aquí en Jiménez, sino también en todas las ciudades de alrededor, las más lejanas estabas a más de dos horas de carretera, había que rodear el bosque para llegar allí.

-¡¿Que?! ¿Es mucho para un día? – sonrió de lado cruzándose de brazos- ¿Son todas aquí en la ciudad o cómo?

- También necesito que des una pequeña presentación al alcalde, su equipo y algunas personas más. - junte mis cejas - Daremos a conocer la empresa más públicamente, vendrá la prensa y se les presentará el diseño a los miembros de la asamblea - estaba pálida podía sentirlo, como haría todo eso - ¿Se fue tu inspiración? - se burló, pero yo de verdad estaba asustada- Elisa- su voz se tornó suave