🌺💀Poison Love💀🌺 #BNHA#

🌺☠Capítulo 43☠🌺

Caminando por un extraño camino, Kanari detiene sus pasos al ver una figura delante de ella, aunque esta figura parecía estar hecha de flor completamente, poco a poco se fue transformando en una persona, cosa que a nuestra protagonista hizo retroceder varios pasos atrás, ¿por qué se ponía en su camino?.
Mirándola fijamente, la ve tomar un aspecto más normal, cabello rosado y túnicas blancas que están adornadas por bellas flores coloridas. Aquella persona delante de ella levantó la cabeza, haciendo que Tsuta abra los ojos con sorpresa aunque inmediatamente estos se llenaron de lágrimas, pues la persona que estaba delante de ella era nada más y nada menos que su madre.

Sin pensarlo dos veces comenzó a correr hacia ella, viendo como su progenitora abría sus brazos y la recibía en un abrazo, escuchandose el llanto de la que fue villana para el mundo, llorando a mares pues jamás se imaginó que su propia madre vendría a recibirla para ser una con la naturaleza.
Morgana, sonriendo con calidez suavemente le acaricia la cabeza, tarareando una canción de cuna que en el pasado le cantaba para hacerla dormir o hacerla tranquilizar en las noches de tormenta.

Después de la muerte de su madre y la traición de aquel pueblo que por años cuidó, jamás imaginó que volvería a llorar  y mucho menos que se encontraría con ella, toda preocupación, todo dolor, todo se manifestaba en lágrimas que sin parar se deslizaban una tras de otra, cayendo suavemente al suelo, ocultando su rostro en el regazo de Morgana, sintiendo las suaves caricias que ella le propinaba en su cabeza.

-Mi niña... deja de llorar, ya todo pasó. -sonrie la mujer mientras acaricia los cabellos a su hija-

-P-perdoname madre, perdóname... te he fallado. -Tsuta, con la voz quebrada exclama aquello con dolor- Fallé en mi objetivo de buscar venganza en contra los héroes. No pude vengarte madre... terminé muerta a manos de ellos.

Morgana la observó fijamente por varios minutos, en silencio, sintiendo como se aferraba cada vez más a ella, podía ver la tristeza que su hija tenía, podía sentirlo todo y mucho más al saber sus quebrantos. Poniéndose de pie, la ayudó a levantarse y tomadas de las manos se desviaron de aquel camino, yendo hacia una laguna, la más cristalina de todas que ambas pelirosadas pudieron llegar a ver.
Pidiendo que se lave la cara Tsuta obedeció, metiendo sus manos en aquella cristalina laguna, lavándose el rostro, viendo su reflejo por varios segundos hasta que observa a su madre, la cual, juntando flores en sus manos, las deja caer en el agua, dando un pequeño adorno a la cristalina laguna.

- Lo siento mucho... -susurra la menor, observando a su progenitora- te fallé...y mucho...

Morgana la observó a los ojos y sonriendo suavemente se acercó, abrazandola por el hombro para poder acunarla en sus brazos como lo hacía antes en vida.
Tsuta no dijo nada, se mantuvo quieta mientras observa con tristeza hacia el bosque, tenía muchas cosas pendientes pero al estar en el más allá, ¿qué puede hacer?