¿Que sucede cuando das amor, cuidado y riego correcto a una planta?
Te da un bello regalo, te muestra su belleza por medio de sus flores, sus hojas nuevas y sobre todo, si es frutal, te regala sus frutos más dulces gracias a tus cuidados.
Pero... ¿...
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Despertando de golpe, Kanari se enderezó, viendo el lugar en el que se encontraba ahora. No entendía muy bien lo que sucedía en ese instante pero lo único que podría decirse que no estaba en su hogar y menos en un bosque natural. Enderezando su cuerpo, salio de un extraño cilindro, sintiendo su cuerpo un tanto húmedo y con algo de dolor de cabeza. Viendo a los lados, su pregunta fue contestada silenciosamente por ese extraño lugar.
Una pared de concreto estaba a solo unos pasos de ella, adornado de un vidrio blindado mas grueso que el de una camioneta reforzada. ¿Donde se supone que está ahora mismo?, levantando solo un poco la mirada, pudo notar dos cámaras de seguridad, con aquella luz titilante, sabe que están grabando sus movimientos.
Viendo su cuerpo, respira hondo y bajo aquella bata de hospital, su verdosa vestimenta característica se formo, permitiendo así quitarse aquella prenda blanca incomoda; también sus pies fueron cubiertos de las hojas y cuando se acomodó los cabellos, una fuerte alarma se escucho en todo ese lugar, haciendo que ella desvíe la mirada hacia la única puerta del lugar, haciendo que su expresión de enojo se haga presente, viendo a una persona que había pensado que no volvería a toparse en su vida.
-Veo que la nueva prisión en la que estas, no te sienta bien, Kanari Tsuta.
-Presidenta...¿A que se debe su desagradable presencia? -la mujer se mantiene a la defensiva-
-Te recomiendo que mantengas la lengua quieta, tu vida depende de un misero hilo. -aquella mujer, sonríe de lado mientras se acerca para tomar asiento sobre un tronco- Si intentas escapar, no podrás, estamos en una prisión bajo el agua, muy pero muy profundo, ni nadando podrás salir.
- No pienso escapar, ya no más. A no ser que reciba una provocación agresiva de su parte...me gusta responder a ello.., presidenta-levanta sus cejas un par de segundos mientras se lleva las manos detrás de la cabeza-
-Veo que haz recuperado tu...extraña manera de provocar incluso al mismo sexo.
-Usted lo ha dicho, yo no. Ahora, dígame que lo que quiere, yo tengo un horario que cumplir...el de...oh si, el de perderme en mis pensamientos ya que aquí no tengo nada que hacer.
-Bien, a lo que vengo es que se te ha juzgado mientras dormías pero el juez dictamino que se va a decidir tu destino una vez que estés despierta. Y como ahora ya estas despierta, hoy mismo te llevaran a la corte. -se pone de pie mientras se sacude su ropa- Tienes muchas cosas en tu contra, entre eso esta el intento de homicidio contra mi persona. Pobre de ti...tu cabeza va a rodar, asquerosa villana.
Diciendo aquello último, escupe a los pies de la pelirosada para después dar media vuelta, abandonando la sala en la que Tsuta se encuentra. La mencionada, haciendo un puño con su mano, agacha la mirada para después acariciar su cuello, frunciendo levemente el ceño, pues estaba segura que esta vez no tendría escapatoria a ese destino tan cruel que la sociedad de héroes impone a villanos o a quienes hacen algo a mano propia.
