CAPÍTULO XXVII

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Por alguna razón Gwen se ha unido a nuestro grupito desde el día en que nos juntamos en Emma's. Al parecer Megan y ella se llevaron muy bien, me comentó que se le hacía familiar, seguramente por eso le agradó.

Así que Gwen ha estado con nosotras la última semana, me he encargado de borrar cada rastro de mi presencia en aquel bar. Me he librado de mi padre, al menos por ahora. Faltan solo unos meses más para el pitch, eso quiere decir que debemos apresurarnos con esto de encontrar al tal Garner.

Ash ha estado muy cercano a mí, es raro, pero es lo que necesito. Louis ha estado pegado a mi hermana y aunque no quiera, eso también me ayuda. En este momento el problema es Aarón, ese imbécil me la pone bastante difícil y debo ser sincera cuando digo que me pone los pelos de punta eso.

De nuevo se ha alejado toda la semana, sigo sin poder creer que me tratara así después de todo. Y me enfurece aún más que eso haya tenido tanto efecto en mí, es horrible ese sentimiento, no debería estar teniéndolo pero no puedo controlarlo.

Hoy que llegué al empleo, Gwen me ha avisado que me solicitaban en el piso del chico. No quería ir, digamos que la última vez que me solicitaron ahí, no salió del todo bien, tengo una cicatriz que lo demuestra.

No tuve otra opción más que ir. Subí los tantos pisos hasta llegar ahí, estaban los del escuadrón cara de culo ahí.

¿Escuadrón cara de culo?

Sí, Ash, Louis, Aarón y Amanda. Los he nombrado así porque siempre tienen cara de culo, Ash puede que no pero le toca también.

Cuando entré todas las miradas se clavaron en mí, excepto una. Es obvio la de quién no. Restándole importancia a eso, no parecen tener caras de felicidad, más bien parecen querer golpear algo.

—Me gustaría, que cada que nos veamos, no sea en situaciones desagradables—me dijo Ash.

—¿Qué sucede? —me oí preguntar.

Amanda no dejaba de verme con una mirada matadora, de esas que te entierran hasta lo más profundo de esta Tierra. De esas que te desintegran y evaporan de la faz de la Tierra. Aterrador.

Louis estaba un poco muy pendiente en su móvil, y a muy me refiero a demasiado. Estaba inquieto. En cuanto una llamada le entró, salió de ahí más rápido que un rayo.

—Que eres desagradable y la gente lo quiere manifestar—respondió Amanda.

Estaba sentada en el sofá, Aarón en su escritorio revisando algo y Ash recargado sobre una estantería que estaba a un lado. Mientras yo estaba de pie ahí, perpleja, Amanda se puso de pie y me entregó una carpeta azul.

La tomé confundida, no tengo ni idea que habrá dentro. Cuando la abrí vi letras, muchas letras, demasiadas letras. Parecía como un registro de algo, no entiendo, parece un guion de una obra de teatro.

Mientras más leía me daba cuenta de que, claramente, no era un guion teatral; era un registro de distintas llamadas. Las llamadas han sido provenientes de aquí; del edificio, todos tienen la misma línea, sería imposible saber quién es.

Y por lo que veo las llamadas son de un número bloqueado, imposible de rastrear. La persona que está llamando desde aquí es desconocida, algo sobre que la voz se notaba distorsionada. Las conversaciones eran bastante peculiares.

Infiltrado/a: ¿Qué debo hacer?

Desconocido/a: Debes dirigirte a la cabina...no es tan difícil.

Infiltrado/a: Entiendo...

Segunda llamada registrada

Infiltrado/a: He descubierto su dirección.

Dangerous Love © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora