CAPÍTULO XLIII

50 9 9
                                    

Aarón Wilson

He sido paciente, por más que me cueste hacer este tipo de cosas, lo he estado intentando por ella. Me cuesta ser empático con los demás pero cuando se trata de ella hay algo que simplemente me hace serlo para ella. Y ahora, que ella ha perdido a su madre, aquella mujer de la que siempre hablaba con tanta ilusión ahora se ha ido.

Y mierda, como duele eso, yo tenía tan solo ocho años cuando mi madre se fue. Era un estúpido niño, tengo apenas vagos recuerdos de ella pero sé lo mucho que dolió. Así que me propuse estar para ellas, porque sí, ambas hermanas se encontraban muy mal.

Ninguna de ellas era capaz de si quiera preparar su comida. Para lo único que salían de sus habitaciones era para comer. Su rutina era comer, dormir, e ir al baño.

Al principio me pareció correcto darles su espacio y que ellas mismas con el tiempo volviesen a su vida normal, sin embargo, no se notaba ningún cambio al pasar la semana. Así que volví a esperar unos días más, cualquier persona que me hubiese visto éstos días seguramente se reiría.

Aunque eso no me importa, he estado prácticamente obligándolas a comer algo pues por voluntad propia no lo hacen. Me siento niñera, no hacen nada en casa y eso me desespera. Me he traído a Joss para acá porque no puedo solo, ella se ha encargado de la limpieza y de tratar de animarlas un poco.

Sus amigos han venido pero no quieren ver a nadie, Charlotte no ha querido ver a Louis, Blake no ha querido ver a Megan ni a George. Me sorprende que siquiera yo esté aquí.

Unos días pude dormir en una cama decente, junto a Blake, pero ahora he estado durmiendo en el sofá. Si intento abrazarla o tan solo tocarla se aleja, como si le quemase cualquier contacto, ni puedo negar que me ha dolido aquella reacción. De cualquier modo, conservo la esperanza de que es sólo por la situación, así que esperaré.

Estoy exhausto y ya no creo que sea correcto seguir mimándolas. Tal ves no les he dado el tiempo necesario pero ya debieron al menos haberlo asimilado y comprendido, no puedo seguir con esto porque lleva mucho tiempo. Tiempo es lo que menos tenemos justo ahora.

Quedan días para el pitch y no hemos podido acordar algo porque no he salido de aquí, más que para cosas importantes. Así que hice lo que creí correcto, saldremos de viaje.

Brillante ¿Cómo las vas a sacar de sus camas?

No lo sé, pero algo se me ocurrirá. Entré a la casa, la cual se encontraba igual que el resto de la semana, con todas las puertas cerradas y ni un ruido. Pues no, he llegado a cambiar eso.

Abrí la puerta del cuarto de Charlotte de golpe, haciendo que se despertara, me lanzó una mirada de pocos amigos pero le hice poco caso. Le ordené que hiciera sus maletas y no acepté un no por respuesta.

Ella a pesar de ser la más pequeña, lo ha comenzado a entender, se le nota más calmada con el tema. Aún sigue decaída pero ha comenzado ha intentar volver a la normalidad, no sé qué la hizo cambiar de opinión, pero desde el primer día ella ha intentado estar mejor.

En cuanto a Blake, parece que le ha pegado más fuerte, sabía que ellas dos eran muy unidas y que tenían una relación madre e hija envidiable. Sé que aún le cuesta creer que ella ya no está, sin embargo; algo me dice que se siente culpable y no quiero que lo haga, es una carga muy pesada y me temo que no sea capaz de soportarla.

Entré a su habitación y la encontré llorando acurrucada en su cama. Las luces estaban apagadas pero en cuanto abrí la puerta una pequeña luz iluminó su rostro, mi pecho se achicó al ver esa imagen, sentí unas inmensas ganas de abrazarla pero debo contenerme.

—Heypreciosa—hablé pero no obtuve respuesta—¿Puedo pasar?

Ella lo dudó un segundo, finalmente asintió con la cabeza y me dejó entrar. Se acomodó en la cama cruzando las piernas y recargando su espalda en el respaldo, me senté en un costado de la cama y pensé la manera correcta de soltarla sorpresa. Solo espero no lo rechace o tendré que sacarla cargando.

Dangerous Love © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora