Dangerous Love ©

CAPÍTULO XXX

Gwen

Pasado

1er grado—Primaria

El día de hoy entraré a una nueva escuela, mis padres han ahorrado demasiado para permitirme entrar aquí. No entiendo muchas cosas de las que hablan, a veces discuten todo el tiempo y me asusta que pase algo. Estoy feliz por conocer a mis nuevos compañeros de clase pero algo nerviosa.

En cuanto crucé las prestigiosas puertas, me encontré con demasiados estudiantes, había cuadros en las paredes y vitrinas con trofeos en los pasillos. Vi a los estudiantes mayores y quedé impresionada, se veían bastante felices y perfectos, quisiera llegar a ser así algún día.

Aunque las cosas cambiaron en cuanto entré a mi salón de clases, mis compañeras eran muy bonitas y se veían ambles pero mis compañeros me han mirado de una manera extraña. A mamá le encantaba peinarme con trenzas, decía que era normal en las niñas pequeñas como yo, aunque yo no veía que ninguna llevase alguna trenza. Todas traían coletas altas o incluso no iban peinadas.

Los uniformes se les veían geniales, deslumbraban la palabra "nuevo". Mi uniforme era usado, papá no alcanzaba para pagar uno nuevo. Mis zapatos están algo desgastados y los de ellas brillan de esplendor.

Tomé el asiento de hasta el frente y los niños a mi lado se cambiaron de lugar al instante, agaché la mirada, triste. Me sentí rara pero una niña se sentó a mi lado y me saludó, irradiaba felicidad.

—¡Hola!—exclamó—¿Eres nueva?

—Sí...—murmuré.

—¡Genial! —sonrió.

Su sonrisa era hermosa, mis dientes estaban chuecos y algo amarillos. Los de ella son blancos y perfectamente alineados, quería mis dientes así. Su cabello castaño caía por sus hombros en una clase de rulos desordenados. Quería mi cabello así.

—¿Cuál es tu nombre? —preguntó.

—Kristen...Kristen Simons—respondí.

—Soy Blake, Blake Steele

Hasta su nombre sonaba perfecto. Sus ojos son de distintos colores, parecía verde combinado con un color miel y un tono de amarillo, no sabía que se podía tener tantos colores en la pupila. También quiero que mis ojos sean así...

—Buen día alumnos—la maestra anunció su llegada—Comenzaremos el día conociéndonos los unos a los otros, ¿les parece?

Todos respondieron al unísono un fuerte "sí". Todos comenzaron a presentarse, al parecer todos conocían a Blake y la adoraban, pero ¿Cómo no hacerlo? Fue la única que se acercó a hablarme, está sonriendo todo el tiempo y es tan dulce.

Cuando fue mi turno, no creí que llegará a sentirme tan triste.

—Mi nombre es Kristen y soy de Oldham—comencé, logré percibir como las chicas a un lado de Blake se burlaban—Me gustan los gatos e ir al cine con mis padres.

—¿Segura que no se cuelan al cine? Malditos pobres—un niño habló.

—¡Stevens! —la maestra llamó su atención—Muy bien Kristen, toma asiento.

Tomé asiento y la castaña me ha dicho que no les hiciera caso. Todo ese año fue difícil si no hubiese sido por la amabilidad de Blake, siempre hacía todo bien.

A mediados de año me di cuenta de que ella es muy amable, demasiado para ser verdad. Siempre participaba y aprobaba todo, ayudaba a quien no entendiera sin recibir nada a cambio. Quería ser tan genial como ella.

3er año—Primaria

Segundo y primer año fueron bastante complicados, Blake me apoyaba, pero lo hacía con todos. La chica era adorada por todos y cada uno, incluso los de otros salones la querían tanto como para cargarle las cosas a la salida. Es amiga de todos y yo apenas puedo considerarla a ella mi amiga.