Cap. 39

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Narra ______:

El médico y yo entramos a la habitación donde estaba Chandler, de primer momento pude verlo recostado, estaba dormido, tenía varias intravenosas y un respirador, sentí mucha tristeza de verlo ahí, nunca en mi vida creí verlo así.

Es que si nada de esto hubiera pasado, si hubiera terminado a Ian desde antes, él no estaría aquí, no estaría en riesgo, y si él se pone peor nunca me lo perdonaré...

—Como le decía... —el doctor se aclaró su garganta mientras veía el registro de Chandler, voltee a verlo para que continuará hablando —No está del todo bien, el chico con el que vienes acompañada me explicó como fueron los golpes en cuanto llegaron, y aunque parezca que fue una típica pelea, Chandler recibió un buen golpe en el cráneo, venía sangrando de ahí —seguido de eso me mostró las placas de su cráneo —Hicimos las tomografías y su cerebro está inflamado, como te había dicho, sin embargo hasta ahorita no presenta complicaciones.

—Pero se pondrá bien, ¿verdad? —tomé la tomografía para verla más a detalle —¿Tardará en despertar?

—Esa es la cosa. —me interrumpió —No te asustes, él no entrará en coma, pero tampoco tenemos bien definido cuánto tiempo tardará en despertar, de igual forma no han pasado ni cinco horas de lo sucedido, así que tenemos que esperar a ver cómo reacciona a los medicamentos, y si en dado caso su cerebro sigue inflamado sin presentar cambio alguno, pues tendremos que intervenir; pero por cómo lo vemos no creemos que sea necesario.

Me tranquilice un poco, es verdad que no llevamos mucho tiempo aquí, pero el tiempo se siente eterno, yo sólo quiero que él despierte y escuchar su linda voz.

—Le agradezco doctor, ojalá no sea necesario. —fue lo único que pude decir, en este punto ya no sé qué más pensar.

—No hay de qué, cualquier cosa avísanos, las enfermeras y yo estaremos cerca.

Sin más, salió del cuarto dejándonos a Chandler y a mí a solas.

Tomé el banquillo que estaba frente a la camilla, lo puse frente a él y me senté, lo estaba mirando de pies a cabeza, traía la típica bata blanca que te ponen en el hospital, cosa la cual hacía resaltar más su piel. Ví sus manos a los lados y tomé una de ellas dándole un corto beso.

—No tienes idea de cuánto te necesito, de lo mucho que pido para que estés bien y poder regresar a casa juntos, para llenarte de besos, hacerte reír, salir a distraernos; simplemente estar juntos... —mi voz se corto de inmediato —Ya no hay barrera ni nada que nos impida estarlo, yo sólo quiero estar contigo y amarte por el resto de mis días, Chandler. Por favor, sé fuerte y despierta... —las lágrimas no tardaron en salir de mis ojos —Y sé que esto es mi culpa, tú no deberías estar aquí, tú sólo mereces estar bien, perdóname en serio —me acerqué con cuidado a su cara y le planté un beso en la frente.

Traté de tranquilizarme, pero era imposible, el sonido del monitor de signos vitales hacía que me abrumara un poco más, tenía miedo de que en cualquier momento dejará de sonar. Enseguida tomé mi celular y le marqué a Mario.

—¿______? ¿Ya estás con Chandler? —fue lo primero que preguntó en cuanto contestó .

—Ya, estoy aquí, sigue dormido.  —suspiré agoviada, tomé una bocanada de aire para evitar llorar —Todo es mi culpa, Mario.

—No, no te culpes, bonita. Tranquila, sabes que a Chandler nunca le ha gustado verte mal, tienes que estar bien para que cuando despierte tú puedas animarlo —eso me hizo sentir esperanzada, pues Mario también tiene esperanza en que Chandler se recuperará —Dime, ¿qué es lo que tiene?

Tardé unos cuantos minutos en explicarle todo lo que el doctor me explicó a mí, incluso trate de explicarle la tomografía para que él la entendiera.

Por Fin Eres Mía. (Chandler Riggs Y Tú) HOT. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora