Por Fin Eres Mía. (Chandler Riggs Y Tú) HOT.

MARATÓN 2/3, Cap. 33 ✨

______:

Al principio de la fiesta estuvimos un poco incómodas, no conocíamos a nadie, más que a los tres amigos de Millie, pero ellos obviamente tenían más amigos y se iban con ellos.

-Siento que está un poco aburrido el ambiente, ¿no? -le dije a Millie, pero ella me volteo a ver mal.

-¿Aburrido? ¡Para nada, _____! Recién llegamos, tenemos que conocer a más gente, te prometo que esta noche será una gran noche, sólo no te quieras regresar a las 8. -comenzamos a reír por lo último que dijo.

-¡Hola! -nos saludó una chica rubia, venía junto con una morena- ¿Cómo se llaman? -preguntó la morena.

-¡Hey, hola! -saludó Millie y yo les sonreí- ella es _____, yo soy Millie.

-Un gusto, yo me llamo Kate y ella es Geraldin -dijo la Rubia, y Geraldin sólo sonrió amablemente. -Las vimos solas y queríamos ver si no quieren jugar con nosotros -se hicieron a un lado y de fondo habían tres chicos sentados y tan fácilmente pude adivinar que van a jugar lo típico, se pondrán una carta en la boca y la tendrán que ir pasando, si se cae pues se besan. Así que no entraré.

-¡Si! Con mucho gusto, ¡vamos, ____! -dijo Millie emocionada, nos encaminamos a donde estaban ellos, obviamente se presentaron y fueron agradables, pero aún así yo no jugaría.

-Mmm, jueguen ustedes, yo los veo, no tengo ánimos de jugar -dije y se empezaron a quejar -Perdón en serio, pero nunca me gustó ese juego -mentí, y no les quedó de otra más que jugar de 6.

Ya había pasado al menos 30 minutos y no se aburrían, note que Millie ya se besó a los tres chicos de ahí.

-¿hola? -no sé si fue pregunta o si fue saludo pero alguien detrás mío me había hablado, así que me gire y justamente era el chico que me hizo sentir un poco incomoda con sus miradas.

-Oh... ¿Hola? -le respondí tal y como él lo dijo, cosa que lo hizo reír.

-¿Por qué estás sola? ¿No venías con una amiga?

-Si, está jugando y tomando, ya sabes...

-¿Y por qué no juegas? -interrumpió.

-No tengo ánimos de jugar eso. -dije un poco seria.

-¿Por qué? ¿Puedo ayudarte en hacerte sentir mejor?

-Hmmm... No, gracias, sólo no me dan ganas -respondí y nos quedamos un rato callados, ya estaba decidida a irme a buscar el baño pero el chico volvió hablar.

-Por cierto, me llamo Said.

-Hola, Said. Yo me llamo ____ y tengo muchas ganas de ir al baño, así que con permiso -dije y sonreí amablemente, me dí la vuelta para entrar a la casa pero sentí como me tomó del brazo.

-¿Al baño? ¿Quieres que te acompañe? Te enseñó en donde está -tan fácil dió a conocer sus intensiones, quizás hubiera sido algo amable el hecho de que dijera eso, pero por la forma en que lo dice y por cómo me ve da a entender otra cosa.

-No, gracias. Sé donde queda el baño. -me solté de su agarré y caminé a la casa.

No es tan difícil encontrar un baño, no veo el por qué ofrecerse a llevarme.

Salí del baño y cuando entré al patio me di cuenta que ya muchos estaban en la alberca, incluso Millie.

-¡_____! Ven, métete, está genial el agua -esta vez sí le haré caso, vine a una fiesta en la piscina, no me iré si no entro en ella.

Me quité la ropa y ciertas personas comenzaron a gritar emocionadas, había mucha música y se notó un poco más prendido el ambiente, me comenzaba a soltar un poco más.
Dentro de la piscina comencé hablar con más personas, Millie decía cada tontería y andabamos risa y risa; ya había pasado un buen rato, ya era de noche y ya llevábamos unas cuantas cervezas, Millie arrastraba las palabras pero aún estaba consciente, y yo estaba cuidándola.