Por Fin Eres Mía. (Chandler Riggs Y Tú) HOT.

Cap.5

Estábamos en pleno acto, Chandler me penetraba tan fuerte, algo delicado, y rápido. Yo gritaba su nombre y a él le encantaba.
Hasta que de pronto se abrió la puerta y los dos volteamos asustados, Lena estaba en la entrada con una cara reflejando tristeza, y enojo, mucho enojo.

¡Mierda!

Sonó mí despertador, desperté con una respiración agitada, y sudando. Otro sueño más.

Ya una semana, y estoy soñando cosas así, estoy en pleno acto con Chandler, pero Lena nos encuentra y se hace un desastre total.

Chandler me a dicho que él no dirá nada a nadie, para que no se pasen los rumores a Lena. Y que no me preocupara, lo que hacemos es entre nosotros, y no involucrariamos a terceras personas.

Pero evité hacerle saber que Millie lo sabe, ella tenía que saberlo, no puedo con este secreto sólo para mí. Además, ella es quien me da las pastillas anticonceptivas, ya que por donde vivo no hay farmacias cerca, y a ella le hacen descuento por ser clienta frecuente. Es buena amiga.

Me levanté algo abrumada, recuperé mi respiración y sin más decidí ir a ducharme.

Hasta que a mitad de mi ducha escuché que alguien abrió la puerta del baño. Pensé que era Lena.

-Lena, ¿eres tú? -pregunté segura, no podía ver a causa del shampoo.

Se cerró la puerta y de pronto sentí unas manos en mi cintura y un gran bulto en mi trasero, sabía quién era.

-Chandler... -susurre emocionada y al mismo tiempo sorprendida

-Estás preciosa. -contesto acercándose a mi oreja, su voz me hizo sentir un enorme escalofrío, enseguida comenzó a besar mi cuello.

-¿Qué haces aquí? -pregunté tratando de no sonar nerviosa, él rió.

- Tu familia no está, Lena me pidió que me quedará a avisarte que regresarán en un rato. -yo reí.

-¿Cuánto tiempo aproximadamente?

-En tres horas, ¿Jugamos?

-Claro que sí.

Me giré y lo besé desenfrenadamente, comencé a sentir caricias en mi cintura hasta torpes apretones en mi trasero. Gemí en medio beso, él sonrió. Con lentitud bajé mi mano a su miembro y comencé acariciarlo. Él estaba desesperado, así que con agilidad me cargó, pero casi se resbala por el piso mojado. Entre risas, sentí que topamos con la pared y de pronto una gran pulsación me dió en mi intimidad, estaba clavándose en mí lentamente, gemí como loca y le pedí más. Chandler lo hacía más rápido y duro, mis dedos se enterraban en su espalda y dejé mi cabeza en su hombro, mientras mordía mi labio tratando de no gritar por lo bien que se sentía.

Con delicadeza me fue bajando, comenzó a besar mi cuello y bajo a mi pecho, hasta que sentí como besó uno de mis pechos, mientras el otro lo acariciaba con las yemas de sus dedos. Al terminar lo mordía y continuaba con el otro. Levanté su cara a la mía, y lo bese frenéticamente.

No resistí más y con rapidez me agaché, tenía su gran miembro enfrente de mí, entonces lo metí a mi boca, Chandler impulsaba mi cabeza para que yo no me detuviera. Lo lamía y besaba, así como a veces lo mordía levemente y él gemía disfrutando. Hasta que terminó en mi boca, sabía muy bien.