Cap.25

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Ian se fué a su casa a arreglarse, pasaría por nosotros para irnos.

Eran cerca de las 4:00pm, cuando llegó Chandler.

—¡Hola! —me saludo con su hermosa y tierna sonrisa.

—¡Hola, Chandler! —salude y lo abracé.

En este punto, Millie había ido de compras por un vestido, y Mario salió a pagar su 'deuda' de la luz. Básicamente estaba sola en casa.

—¿Hay alguien más aquí? —me pregunto justamente en el oído.

—No —dí un brinco al sentir un apretón en mi nalga, obviamente de parte de Chandler, había bajado sus dos manos y estaban tocando mi trasero como si en verdad lo extrañara— Millie y Mario salieron. —termine la frase.

—Entonces... —me levanto, enrosque mis piernas en su cintura, y lo besé con lujuria.

Tocaba su suave cabello, extrañaba esa sensación de sentir su cara tan suave.

—Vamos al cuarto —le dije y él sonrió.

Me bajó y le tomé la mano, en el quinto escalón, me acorraló en la pared y me robó dos besos de pico y otro largo, metía su lengua y exploraba mi cavidad bucal, aunque la sabía perfectamente.

—Dios, ya te necesitaba —exclame y él rió.

—¿Crees que yo a ti no? —me pregunto y yo sonreí, él hizo lo mismo.

Lo guíe al cuarto, Chandler me tomó la mano y me besó, después bajó a mi cuello, lo estaba saboreando y disfrutando.
Yo mientras le quitaba la camisa.

Me recosté y me quitó la blusa en primer lugar, después siguió con mi pantalón, ahora estaba en ropa interior.
Yo lo ví algo tapado de su parte baja, por lo que le quite el pantalón.

—Ya extrañaba tu hermoso cuerpo —exclamo y comenzó a besar.

Bajo mis bragas, acercó su cabeza a mi sexo y de pronto, sentí su lengua dentro de mí, gemí al sentir esa jodida sensación.

—Tendrá que ser rápido, Chandler —aproveché en una pausa que hizo cuando levantó su mirada— Mario y Millie no tardarán en llegar —dije y el asintió.

Me quité el brassier, y comenzó a besar mis senos, después yo le quite el boxer y juguetee un rato. Me lo metí a la boca, lo masturbe, lo besé... Lo siento, lo extrañaba.

En un momento, Chandler estaba enzima mío y enterrando su pene muy dentro de mí.

Primero fue delicado, pero con el resto lo hizo más rápido.

No paraba de gritar su nombre, y sabía que le encantaba.

—Ven, ponte en cuatro —dijo y acepte.

Puse mis manos en la cama, y dejé todo mi culo para él.

—Bien... ¿Recuerdas que me dijiste ayer que ya tenías a alguien que te daba duro por las noches? —me pregunto y ahora sabía lo que iba a hacer. Un estúpido castigo tal y como el mismo lo dijo ayer.

—Mierda, si... Pero Chandler, eso no... —no termine mi frase, porque solté un gemido al sentir como entró en mí de golpe y lo hizo duro.
Nada de delicadez, ni despacio, lo hizo realmente como un castigo.

Odiaba que hiciera eso, pero en parte no se sentía tan mal.

—¡Chandler, pará! —le grité y me dió una nalgada algo fuerte, pero soportable.

—Te dije que te daría muy duro. —reí por eso, era verdad.

—¿Ahora soy tu baby girl y tú mi daddy? —dije en sarcasmo.

—Realmente no suena mal —respondio y me dió otra nalgada.

—No, eso no pasará. —le conteste y me levanté.— ¿Te gustó nalguearme? Porque la última me dolió —le reproché y rió.

—Lo siento, pero me hizo enojar eso que dijiste ayer.

—Me hace enojar que pienses que en verdad tengo a alguien que me dé duro en las noches. —le respondí y tomé mi ropa.

—¿Tu novio aún no te da duro? —me pregunto sorprendido y noté que estaba poniéndose su ropa.

—No, aún no hago nada con él. —respondí.

—Me hubieras dicho eso, tal vez no te hubiera dado tan duro.

—Te lo trate de decir pero ya estabas en pleno acto —reímos y me acerqué a él.

Lo abracé y después separé un poco mi cabeza, lo besé lentamente. Era tan tierno ese beso que no quería que terminara.

—¿Sabes que te amo? —me preguntó y sonreí.

—¿Ahora sí me amas al ciento porciento? —le pregunté, sólo lo hacía por molestar.

—Siempre te amé al cien porciento, sino no estaría aquí.

—Lo sé, lo dije por melestar —rió.

—_____... ¿Tienes pensado terminar a...

—¿Ian? —le interrumpí ya que no sabe su nombre.

—Si, a él.

—No lo sé... No quiero ser dura con él.

—No lo serás, sólo se sincera. —aconsejó — Pero lo harás en esta semana?

—Tengo pensado el viernes —hoy era martes.

—Mientras más pronto mejor. —sonrió y salió del cuarto.

Bajó a la sala y yo bajé detrás de él.

—Tu cuarto está justamente a un lado del mío —le dije para que subiera sus maletas.

—Si, gracias —subió con ellas y comenzó a ordenar la ropa.

Ahora tenía un problemilla más... Terminar con Ian, sin que piense que lo hago por Chandler.

Por Fin Eres Mía. (Chandler Riggs Y Tú) HOT. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora