XXIX.

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-No puedo creer que estemos haciendo esto.

-Es por Mei Killua, estoy seguro de que no tuvo una infancia y nosotros le vamos a dar una... ¿crees que le guste el color rosa?

-A todas las niñas les gusta el color rosa.

-Tienes razón... ¿crees que le gusten los dulces?

-No creo que los haya probado, compra 100 chocorobots.

-¿Para que tú te comas 70?

Killua puso cara de gato mientras Gon se reía de el, ambos estaban planeando una especie de fiesta para Mei, una clase de fiesta infantil pues los planes que ya tenían en mente de cancelaron por la lesión de Gon.

-¿Y dónde esta ahorita?

-Dijo que iba a ir a comer, tu dejala ella se sabe cuidar sola.

-Pero esta embarazada... tenemos que cuidarla, se lo prometimos a Kurapika.

-Solo esta en el restaurante Gon, no le pasará nada... a menos que

-¡Hisoka!

Ambos dijeron al mismo tiempo para después correr en dirección al restaurante de la décima planta, no podían dejar que ese payaso pervertidos le pusiera una mano encima a la chica.

Mientras tanto Mei caminaba por los pasillos del gran edificio, sus manos estaban en su vientre mientras que sus ojos divagaban por el gran lugar, todo era muy bonito y le parecía impresionante la cantidad de personas que había en el. De pronto sintió un Nen que ya había sentido antes, volteó detras de ella y chocó con el pecho de un hombre.

-Lo-lo siento...

-Hace tiempo que no nos veíamos frutilla.

-¡Señor Hisoka!

-Hisoka... veo que tu hijo esta por nacer, me encantaría ver su potencial, seguramente sera alto al tener una madre tan fuerte en muchos sentidos.

-Gra-gracias... también se ve bien Hisoka, me alegra... verlo.

-Sigues siendo tímida, veo que eres mas fuerte que antes, bueno eso no importa ¿vas al restaurante? Tienen unos deliciosos bollos de arroz.

-Sí... los probare entonces.

-Iré contigo.

Mei solo asintió mientras ambos se dirigían al restaurante, no hablaban entre ellos e Hisoka mantenía una sonrisa en su rostro, realmente estaba disfrutando volverse a encontrar con Mei, pidieron en el restaurante unos bollos y se sentaron en la misma mesa mientras Mei no sabía que decir.

-¿Cómo esta tu hijo Mei?

-¡¿oh?!... el esta bien, casi lo pierdo en una misión pero todo esta bien ahora...

Volvió a gobernar el silencio entre ellos, Mei no sabía de que hablar con el mayor, no era como con sus amigos que podía hablar constantemente... aunque Hisoka no le caía mal por lo que no le importaba comer con el, al contrario le gustaba tener mas amigos a su lado después de estar tanto tiempo encerrada.

-Recuerdas lo que te dije del grupo... YenYing, no me esperaste y te fuiste antes de hablar frutilla.

Mei se tensó, evito encontrarse con el en ese entonces pues no estaba tan segura de poder enfrentar tan pronto algo acerca de ese grupo que la tenía encerrada.

-Yo...

-No puedes escapar ahora, te atrapare antes de hacerlo aunque... si quieres escapar no tengo problema.

-¿qué sabe... acerca de ese grupo?

-Ya sabes lo normal, un grupo de tráfico de drogas ilegales que cuenta con una gran red que tráfico de menores, se acerca de el por un jefe, es probable que si te encuentras con el te hable de ese grupo... por ello pensaba invitarte a trabajar con ellos aunque viendo de que lado estas ya no creo que estes dispuesta.

-¿Con quiénes?

-El Genei Ryodan, el grupo que mató a la familia de tu novio.

-Yo no... necesito información... pero no puedo involucrarme con ellos, no pienso trabajar para ellos.

-¿O podría obligarlos? A hablar, en realidad Mei quiero pelear con ese líder y si quieres ser mi aliada para derrotarlos y sacarles información no tengo problema... además estoy seguro que Kurapika estaría muy agradecido.

-Yo... estoy embarazada.

-No creo que afecte para ese entonces, aún faltan cinco meses para eso y estoy seguro de que pronto podrás seguir trabajando ¿o piensas perder esta oportunidad?

-Si Kurapika se entera...

-No te creía tan cobarde frutilla... esta bien dejémoslo así, yo seguire con mi plan, si estas interesada ten mi número.

El arlequín dejó una carta con su número escrito en ella en la mesa, sin que se diera cuenta desapareció en un parpadeo.
Ella siguió pensando no sabía que hacer ante tal situación, no quería unirse al grupo que mató a la familia de su amigo pero tampoco quería meterse con un grupo como ese, aunque tal vez la mejor manera sería haciendo equipo con Hisoka que estando sola.

-¡Mei! Estabas aquí, pensamos que tal vez Hisoka te había secuestrado-hablo Gon.

-No podemos dejarte sola con un peligro como Hisoka.

-Yo... me encontre con el pero no se preocupen estoy bien, no me hizo nada.

-¿Estas segura? Estas algo palida -dijo Killua.

-Yo... vamos por un helado, nunca he probado uno.

《Esta muy rara... debe haber pasado algo mientras Gon y yo estabamos en la habitación》

A pesar de todo Killua prefirió no indagar más en esa conversación, no era lo suyo meterse en cosas que no eran de su prioridad.

We Are One - KurapikaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora