《Tal vez no estaba lista para el mundo exterior, años encerrada me dejo sin la habilidad de saber que es bueno o malo》
Una chica sin algún futuro, decide tomar el examen del cazador con solo un objetivo:
-Poder mantener a su hijo-
○La obra de Hunter...
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Mei caminaba por el centro comercial, pocas veces tenía la oportunidad de ir sola a uno sin ser acompañada por Kurapika, esto debido a que la chica era bastante sobre protegida por el chico después de lo último que había pasado, sin embargo el se encontraba en una misión por lo que no podía estar a su lado.
La chica felizmente se adentro a una cafetería, a Kurapika no le gustaba mucho el café por lo que pocas veces entraba a uno, pidio un simple capuchino acompañado con una dona y salió del local, antes de seguir caminando observo en una vitrina una hermosa peluca, era hermosa con gran realismo, se observaba suave y comoda con un lindo conjunto azul, por supuesto que ella queria comprarlo pues este era de un hermoso color rubio, tan solo imaginarse que con esta puesta ella se vería muy parecida a Kurapika esta idea le agrado desde el inicio.
Entro al local dispuesta a salir con esa peluca y túnica. Camino por la tienda hasta sef atendida por una muchacha.
-Bienvenida ¿qué quiere señorita?
-Ho-hola... este... me gustaría ver la peluca rubia de la vitrina.
-¡Perfecto! Esta hecho de un material...
La chica explico previamente todo hasta que finalmente le pregunto si queria probarselo.
-Yo si quisiera probarlo... también el conjunto azul... y ¿tendrá... pupilas rojas?
-¡Por supuesto! No te preocupes linda yo te daré una mano.
Sin esperar más la chica puso manos a la obra y con mucha delicadeza y dedicación hizo lo posible para que se viera hermosa, con los pupilentes y todo los demás se veía como una linda Kuruta.
A pesar de ser caro Mei pago con gusto por el trabajo, ella se sentia realmente linda y creía que Kurapika la vería muy linda.
Camino a casa hasta que finalmente llegó a su hogar, como siempre su pequeño la recibió con un abrazo y un halogo a su nueva imagen.
-¡Te ves hermosa! Eres como papi.
-Gracias cariño... ¿crees aue le guste?
-¡Por supuesto! A papi le gusta todo lo que uses.
Con timidez tocó la peluca y se dirigió a la sala dónde pacientemente espero la llegada de su actual pareja.
Al entrar por la puerta fue recibida por su pequeño.
-¡Papi! No creerás la sorpresa que mi mami te hizo.
-Hola Pairo... ¿sorpresa?
-¡Si! ¡Si! Ven conmigo.
El pequeño tomó la mano de su padre y corrió a la sala donde su pareja lo esperaba, al observarla un lindo sonrojo entro en su mejillas, el que ella se vistiera de esa manera le sorprendió bastante y como siempre pensaba que ella era demasiado "linda".
-Bienvenido.
-El chico corrio a abrazarla- Te ves preciosa Mei... aunque prefiero verte tal y como eres... aunque si fueras una Kuruta serias demasiado hermosa que toda la aldea te voltearía a ver y yo me molestaría un poco.
La chica se sonrojo y observo sus bellos ojos, estos eran de un rojo intenso con una sonrisa coqueta.
-¿Te gustaría ser mi pareja para toda la vida señorita Mei?
-Ustede sabe que la respuesta siempre será si señor Kurapika.
-¡Yo también voy a estar toda mi vida con mami y papi!
...
Lo siento por no actualizar amigos, he estado un poco bloqueada en la historia y no he continuado, me gustaría pensar mas en ella para continuarla, no se preocupen que seguire actualizando.
Este es un mini extra en lo que las continuación sigue
