XXVII.

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《Tu eres la única persona que me reconoció》

MAKE IT RIGHT

—¡Te dije que me dijeras cualquier cosa si algo le pasaba al bebé!

—No tienes que gritar, además te lo acabo de decir.

—¡Sí, después de una semana que estuvo internada!

Kurapika se encontraba en una llamada con Leorio, este muy alterado contestó después de escuchar la noticia del bebé que por suerte se encontraba bien, aunque los doctores le dijeron que de aquí en adelante no podía hacer ningún esfuerzo físico hasta que el bebé nazca.

—Para eso te llamaba también, ¿crees poder cuidar de Mei? Me ofrecieron un trabajo y no puedo cuidar de ella.

—Es complicado, estoy estudiando y no tendría tiempo de cuidarla ¿llamaste a Gon y a Killua?

—No... apenas son niños y no pueden cuidar a una embarazada.

—Confía en ellos, se que la cuidaran si se lo proponen.

—Soltó un suspiro -Tal vez pueda confiar en ellos... los llamaré, gracias Leorio.

Después de despedirse caminó hacía la habitación de su amiga, en verdad no quería dejarla sola pero no podía perder esta oportunidad de su nuevo trabajo.
Entró en la habitación, Mei se encontraba observando el exterior por la ventana sin percatarse de la presencia del otro.
Entonces Kurapika inconscientemente empezó a pensar en ella.

《Ella es tan... fuerte pero siento que puede romperse más de lo que ya esta... su perfil es bastante lindo y con los rayos de sol su cabello rojo brilla... quiero protegerla... quiero poder estar a su lado... quiero poder... be... ¿qué estoy pensando?》

—¿Kurapika? ¿Sucede algo?

No se percató en que momento Mei lo miraba a los ojos, esos ojos tan atrayentes para el rubio, no entendía porque comenzaba a sentir cierta atracción física, más no creía que fuera tan sentimental.

—Nada... solo venía a verte, le dije a Leorio del bebé y se preocupo dice que lo llames.

—Lo haré...

—También quería decirte si quisieras ir con los chicos, ya sabes Killua y Gon, no quiero arriesgarme a dejarte sola en el bosque y que algo malo te pase a ti o al bebé... aunque si no quieres yo...

—Esta bien -interrumpió Mei con una sonrisa- Se que tienes... trabajo que hacer y yo... quiero que lo hagas ya que es importante para ti.

—Gracias, nos veremos antes de que nazca el hijo, debería de nacer en 4 meses.

—Sí... yo te esperaré.

Llegó la comida a la habitación y la conversación cambio, ahora podían hablar más que antes y Kurapika acostumbraba a enseñarle en sus tiempos libres a leer.

—¿Me prometes que volverás?

Interrumpió Mei de repente, Mei se sentía algo insegura, después de todo alguien ya la había abandonado alguna vez.

—¿De que...?

—Prometeme que no me abandonaras Kurapika -interrumpió Mei.

—Yo jamás lo haría Mei.

—No quiero que lo hagas... fuiste la única persona que me reconoció al principio, la única que se ofreció a cuidarme después de tanto tiempo y de todo lo que supiste de mi... si te vas yo no sabría que hacer... a tu lado me siento mas fuerte... se que es extraño que diga esto pero si te vas quería decirtelo antes de despedirnos.

—Yo jamás me iría de tu lado... cuándo te conocí parecías una chica fragil pero en realidad eres mas fuerte de lo que pareces y yo estoy muy feliz de tenerte a mi lado, volveré siempre que sea necesario hasta que me olvides y ya no quieras estar a mi lado.

—¡Yo jamás...! Yo nunca querría que te alejaras de mi.

—Yo tampoco... así que vamos a quedarnos ¿de acuerdo? No hay que huir.

—Jamás huire.

—Y yo tampoco.

Quien diría que el peso de las palabras haría tanto efecto con solo decirlas.

We Are One - KurapikaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora