XXI.

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Creo que estoy mejor cuando estoy contigo
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ULTIMATELY

Ambos se encontraban acampando, era difícil encontrar un hotel por esos lugares. No era la primera vez que sucedía no tener dónde dormir y no era problema para ellos.

Siempre que comenzaban a dormir era Kurapika quien cuidaba a Mei, ella no sabía como cuidar de un bebé por lo que con su traje amarillo creaba una almohada qué fuera cómoda para Mei.

—Cada vez esta más grande tu vientre... pensar que llevamos un mes desde que nos alejamos de los chicos.

—Creo que los extraño.

—Yo igual, Gon y Killua estarían corriendo de lado a lado o cazando en el bosque.

—¿Los conocés desde hace mucho?

—No realmente, los conocí el examen.

—Pero suenas como si los conocieras desde siempre.

A veces te sientes de esta forma, ese sentimiento se puede describir como amistad, cuando conoces a alguien aún sin estar mucho tiempo a su lado.

—¿Eso es posible?

—Así es Mei, todos tienen un amigo así, alguien a quien quieres proteger y cuidar.

Una sonrisa triste se instaló en los labios de Kurapika.

—¿Tuviste a alguien así?

—Sí... en mi aldea vivia un niño menor a mi, su nombre era Pairo...

Comenzó a narrar su historia bajo la atenta mirada de Mei, esta lo miraba con sorpresa y asombro, a veces reía por las anécdotas tontas que narraba u otras veces tenía una cara sería entendiendo el dolor que el mayor sentía.

—Ese era Pairo, pero ya no esta con nosotros, esos malditos de la araña acabaron con su vida y yo me prometí vengarlos.

La conversación se torno tensa, los ojos de Kurapika tomaron un leve color carmesí y presionaba su puño contra sus piernas inconscientemente. Esta vez Mei no le tendría miedo pues comprendio que el jamás le haría daño.

Con delicadeza tomó entre sus manos las de Kurapika separandolo de sus piernas presionadas, el Kuruta levantó la vista y observó la tranquilizadora mirada serena de Mei. Sintió un leve apretón de su mano izquierda e hizo lo mismo que ella.

—Creo que estoy mejor cuando estoy contigo, tú mirada aparta todos mis demonios.

—Yo... si me lo permites quiero llamar a mi hijo Pairo.

El rubio se sorprendió ante tal propuesta la cuál aceptó, jamás pensaría que el hijo de Mei se llamará Pairo en honor a su amigo fallecido.

—Yo también tuve alguien quién era mi amigo... pero ellos lo mataron.

Después de tanto tiempo Mei hablaba de su pasado, no queria presionarla y por ende no le dijo nada, pero por primera vez se estaba abriendo.

—No estoy lista para decirtelo pero... el era mi mejor amigo, su nombre era Khun y el se sacrificó por mí, me gustaría que lo tuvieras en tú memoria así como yo tendré a Pairo en la mía... ¿me lo prometes?

—Te prometo que mantendre a tú amigo en mi memoria Mei.

Esta simplemente asintió cerrando los ojos dispuesta a descansar hasta que sintió un leve golpe en su vientre.

—Kura-kurapika algo acaba de golpear dentro.

—¿¡Eh?!

Ninguno de los dos suponía que eso podría pasar, aunque cierta curiosidad entró en Kurapika.

—¿Puedo tocar tú vientre Mei?

—Pe-pero ¿qué fue eso?

—Cuándo se forma un bebé este puede patear en algunas ocasiones, mira.

Kurapika tomo las manos de Mei entre las suyas y dirigió una a su vientre, con la mano extendida la colocó sobre su estómago.

—¿Sientes eso?

—Sí... ¿qué es? Se siente tan... calido -Una gran sonrisa nació en su boca.

—Es tú hijo Mei... es Pairo.

El Kuruta acercó con gentileza su rostro al vientre y escuchó un calido sonido.

Ambos se dirigían al bosque, un poco lento el paso pues la barriga de Mei hacía que su caminata fuera cada vez más lenta

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Ambos se dirigían al bosque, un poco lento el paso pues la barriga de Mei hacía que su caminata fuera cada vez más lenta.

—Pronto llegaremos.

—¿Estas seguro de que ese hombre no nos hará daño Kurapika?

—No lo creó, solo quiere enseñarnos lo que nos hace falta para ser un cazador.

Ambos caminaron hasta llegar finalmente al punto de encuentro con aquel hombre quien se volvería su futuro maestro.

—Sientense por aquí.

Se sentaron dónde les fue indicado y frente a ellos había una copa llena de agua con una hoja encima.

Parece que estas embarazada... no es problema pero eso te arrastrará en el entrenamiento.

—Yo... quiero seguir con el entrenamiento, quiero aprender a pelear.

La mirada de determinación en sus ojos alegraron al más mayor.

—Esa es una buena mirada, esta bien comencemos.

Brevemente les explico como funcionaba la adivinación de aura por medio del agua, comenzó con Kurapika mostrando ser un materializador.

—Es tu turno niña.

Mei asintió y comenzo a emitir aura hacía el recipiente que causó la ruptura de la hoja.

—Interesante, eres una especialista aunque también se mostro un poco de potenciador ¿ves?

La taza estaba levemente más llena que antes y su contenido cayó un poco.

Hablaron un poco de la habilidad que podría tener Kurapika ya que tenía una categoría más común que la de Mei, era más fácil para su maestro el enseñarle a utilizar aura de materialización.

—Ahora Mei, ¿has notado algún cambio diferente al usar tu aura? Algo que no sea común para la demás gente.

—Sí... puedo detener el tiempo por segundos.

—Ese es el punto clave, tú habilidad de especialista, aunque también eres potenciador por lo que puedes fortalecer tus habilidades naturales como la fuerza física, que por cierto ese es un punto que debemos fortalecer, pero por ahora no debes hacer tanto esfuerzo físico.

Siguieron hablando del Nen y sus propiedades, características, tipos y las faces de estas, tenían tiempo suficiente para aprender el uso del Nen así como lo que respectaba en ellos.

We Are One - KurapikaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora