La Doña Temporada 3 "Monigracia"

"Capitulo 5"

A: - Mónica mi amor, ¿podemos hablar?

M: - Claro mamá, te escucho.

A: - Quería consultar contigo antes de tomar una decisión.

M: - Tienes toda mi atención.

A: - Nihan está embarazada, y quiere que le ayude a ser mamá de ese bebé... Eso significa que tendrías un hermano o hermana.

M: - Ha era eso... No se que decirte realmente.

A: - Quiero saber que piensas si yo llegara aceptar a ese bebé, pero solo si tú quieres obvio.

M: - Creo que ya estoy grande para tener hermanos

A: - Mi amor: Te amaré hasta que dejes de recordarme, hasta que me convierta en polvo y hasta que mi alma deje de existir por que mi sueño tiene que estar completo y para eso tu tienes que estar en el. _De repente comienza a sonar la canción de hasta la raíz de Natalia Lafourcade, abrazo a mi hija hacia mi, y empiezo a cantarle en su oído:

Yo te llevo dentro, hasta la raíz
Y por más que crezca, vas a estar aquí
Aunque yo me oculte tras la montaña
Y encuentre un campo lleno de caña
No habrá manera, ni rayo de luna que tú te vayas....

M: _Me separó rápido de su agarre antes de que continúe, comienzo a hablar_.
- Sigue siendo extraño para mí que a veces me demuestres todo tu amor, y en otro momento solo incompleto, un bebé sería un estorbo en nuestra relación madre e hija, así que queda en tus manos luchar por mi, oh me voy si eliges lo opuesto, y no me vuelves a ver ni a mi ni a Jane. _Salgo cerrando la puerta prácticamente de golpe, es su vida, pero como quisiera a veces que me tratara con ilusión, le hice una escena de celos terrible, y se que se quedó llorando, pero ahora que estoy al aire libre y la sangre me ha llegado a la cabeza, como le a pedirle perdón a la persona que más amo en este mundo? Escucho unos pasos venir, y de repente alguien le abraza, volteo, es el, el papa de mi pequeña, le dedico una sonrisa, y suspiro hay Celin cuánto desearía que hubiese sido mi mamá....
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TOC TOC TOC

A: - Pasé

X: - Buenas tardes doña, acaba de llegar el paquete que mando a traer de su casa en Brasil se lo dejo en la mesita y me retiro.

A: _Observo a uno de los empleados en silencio, deja el sobre_

X: - Con permiso

A: - Una última cosa manda a llamar a Mónica, y que nos dejen solas por favor, gracias. _El muchacho que hace unos segundos estaba aquí se retira, me levanto y por fin... Esa carta que dejó Mónica en aquel cuarto, fueron dos, pero está faltaba, fue encontrada hace dos semanas, por una muchacha de la limpieza, de inmediato pedí que la mandarán, quería saber el terror de mi hija, y poder entenderla ahora, lo que vivió no fue fácil, y entiendo sus reacciones. Destapó donde viene en vuelto de paquetería, y observo una hoja doblada, en la parte de atrás dice para mamá, de su Mónica, sonrió, ella sabía que era solo mía. Unas lágrimas se escapan, pero las borro de inmediato al escuchar tocar la puerta, ahí estaba, Mónica Sandoval, mi hija. Intenta hablar pero la detengo_

M: - Mamá primero quería... _Soy interrumpida, solo pasa sus ojos verdes en mi, con algo de intriga, y me extiende su mano para entregarme una hoja, que será? Una carta?

A: - No hagas preguntas, la escribiste tu en aquel cuarto, y ahora quiero que me la leas de frente, no se que haya en su contenido pero lo averiguaremos, comienza. _Ordeno, y la duda en sus ojos se hace presente, pero afirma comenzando con las primeras palabras, es una fecha, la de aquel día, ella continúa_

M: - Ya pasaron dos años, volviste, quedé atonita ante tu presencia, has cambiado, a pesar de mil cosas en mi mente solo susurre un “te extrañé”... Que tarde... ¿Verdad? Ahora me fui yo, tal vez 4 abrazos nos dimos, pero fue una despedida, me fui... Han dicho que todo esté tiempo te has culpado de ello que por fin supiste cuánto me amabas, pero que tarde... Aún así antes de irme te dedique una mirada, prometo fue la última, no quise hacerte daño, !Detente! No te hagas más daño, estaré bien, no habrá más venganza, juro que si cumpliré esta vez, no son palabras al aire. Te escucho llorar y gritar para que no me vaya, lo lamento! Es muy tarde, aún así no quiero que dudes que te amo, se que con esta despedida lo sabes, pero te culpas, porque es nuestro fin. No habrá consuelo ante mi partida, pero estarás bien, siempre logras estarlo. Alégrate por favor, voy en busca de quién soy, solo me arrepiento de no haberte dicho jamás cuanto te amo, y haberte abrazado antes de irme, pues contigo entendí que a pesar del cielo gris, para ti siempre existí... Las últimas palabras que escucho de ti, antes de partir y siempre las tendré fueron: “Es polvo para mí, algo inalcanzable tu mirar, y ahora te fuiste y lo pagué, porque te deje cuando estuviste aquí”... Solo ruego dejes de culparte, al final fue el destino que se empeño en qué no fuéramos felices... Cómo siempre debió ser... Mamá...