Cap. 5. La invitación

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—¿Qué?... Perdone, no entiendo —dijo Claire.

—Seguro es una visita que no esperabas —continuó Lady Sif—. Necesito que me confirmes si tú eres la Sanadora Claire Bramston.

—Ehhh... Creo que sí. Es decir, soy doctora. Pero ¿Quién eres tú? y ¿De dónde...?

—Asgard, vengo de Asgard. ¿Has oído hablar de ese reino? —dijo Lady Sif, tratando de hacer entender a Claire, notando que estaba confundida—. Me envía la diosa Frigga, la Madre de Todo.

—¿Asgard? ¿Frigga? Te refieres a la mitología nórdica, ¿verdad? —le respondió Claire, recordando algunos libros de leyendas.

Lady Sif la miró alzando las cejas y prosiguió.

—Traigo un mensaje de su majestad la reina Frigga —comentó Lady Sif—: "Has sido observada con cuidado, Lady Claire Bramston. Tu voluntad, así como tus propósitos, te han hecho valer ante la Madre de Todo y te ha encontrado digna. Posees la vista, y el toque de tu mano para la práctica de sanar. Por lo cual, te ha concedido, aprender e intercambiar conocimientos de los humanos y los asgardianos para el bien común de ambos reinos."

Claire trataba de procesar las palabras de la mujer que tenía enfrente "¿Esto era una broma?" Pensó ella.

—Perdón, Lady...

—Sif.

—Lady Sif, lo siento pero no entiendo —arqueando una ceja.

La mujer la miró con impaciencia.

—Sí, seguro. La reina Frigga me dijo que podía costar que entendieras, Lady Claire.

—¿A que te refieres con que me han estado observando?.

—Tu labor y tu trabajo, tu investigación y la aplicación. Su Majestad tiene conocimiento de lo comprometida que estás con la sanación —explicó Lady Sif—. El hombre con el que trabajas, te ha dado las herramientas para desarrollar tu obra y su tecnología te ayuda a aportar más conocimientos a la misma.

Claire se asustó al saber que sí, en definitiva, estaba siendo observada.

—Mi Reina encomendó a nuestro Centinela, buscar a alguien entre los midgardianos digno de merecer los conocimientos de sanación de nuestro reino —continuó Lady Sif—. La unificación e intercambio de tecnología y sabiduría médica por parte de ambos reinos, logrará mucho para el beneficio de ambos pueblos.

Ella parecía hablar en serio, pensó Claire, pero todo se lo había soltado tan rápido, que tenía muchas dudas.

—Esta es la carta firmada por la Madre de Todo, en la que debes comprometerte, tú y tu mentor a usar sabia y prudentemente, nuestros conocimientos, con ética, como corresponde —comentó Lady Sif, dándole un pergamino lleno de florituras y letra elegante con un sello de cera roja y un emblema como escudo.

Claire se había quedado sin palabra, miraba el pergamino sin poder creerlo.

—Es necesario que pases un tiempo, algunos meses en nuestro Reino, si es requerido deberás pasar más. Podrás alternar tus investigaciones entre Midgard y Asgard. Tendrás en nuestro planeta todo lo que necesitas —siguió explicando Lady Sif—. Por lo demás, Su Majestad se ocupará.

—No se qué decir —dijo Claire. Aunque en realidad, no sabía tampoco qué pensar.

—Con un "Sí" bastará —contestó Lady Sif—. Discute con tu mentor, la carta deben firmarla ambos. Toma... —añadió entregándole un espejo no más grande que su mano, de forma ovalada y ornamentado en relieve de oro.

Claire lo tomó y arqueó una ceja.

—Cuando estés lista Lady Claire, deberás comunicarte por medio de este espejo con Heimdall, él me avisará para venir por ti —explicó Lady Sif, mirando a su alrededor y luego viendo a Claire—. Sí, en este mismo lugar.

Eternamente. Siempre: Una Historia En El Tiempo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora