Cap. 19. De vuelta a Asgard.

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—Te lo iba a decir —dijo Tony—. No te quería alarmar.

—¿Qué está sucediendo? ¿Me ibas a decir? —dijo Pepper—. ¿De verdad estabas muriendo?

—No me dejaste... —dijo Tony.

—Claire, no me dijiste nada —agregó molesta su prima.

—Yo... le insistí que te dijera —intervino Claire.

—Te iba a hacer un omelette y te iba a decir —dijo Tony.

—Hey, déjenlo para la luna de miel —interrumpió Nat—. Tienes compañía.

—No te enojes —pidió Tony—. Me disculparé formalmente.

—Estoy enojada —dijo Pepper.

Tony ayudó a levantarse a Rhodes, mientras éste se disculpaba, ambos cerraron sus cascos. Los drones llegaron a disparar. Ambos trataban de evadirlos y destruirlos.

La policía se llevó apresado a Hammer. Pepper y Claire se quedaron cerca, mientras seguían evacuando a la gente.

—Atención, hay un nuevo drone. Parece algo diferente —dijo Nat en el intercomunicador.

—Tiene una señal repulsora mucho mas elevada, Tony —dijo Claire—. Ten cuidado.

Ivan Vanko iba dentro de esa armadura. Tony y él peleaban disparándose, mientras Rhodey probaba armas contra la armadura de Vanko. Luego Tony y Rhodey disparaban sin cesar hasta que Vanko quedó tendido en el suelo, muerto.  El reactor empezó a dar luces rojas, los drones también.

—Tony van a explotar, vámonos de aquí —advirtió Rhodey.

—¿Pepper? —preguntó Tony, quien inmediatamente voló hacia donde estaban Pepper y Claire.

Ellas tenían un dron cerca. Tony agarró a Pepper y Rhodey a Claire, justo cuando explotó el dron. Todos los demás drones explotaban uno a uno.

Rhodey llevó a Claire al tejado de un edificio.

—Gracias, Rhodey—dijo ella y luego sentándose en la penumbra del tejado con las manos en la cara—. ¡Oh Dios! Esto es demasiado.

—¿Estás bien? —preguntó Rhodey. Claire asintió tratando de respirar.

Tony bajó a Pepper en el tejado, mientras la sostenía de los hombros.

—Dios mío, no puedo con esto —decía Pepper temblando.

—Mirame —dijo Tony.

—Mi cuerpo no puede con esto —continuó Pepper—. Nunca sé si lo que quieres es matarte o destruir toda la compañía. Renuncio. Eso es todo.

—¿Qué? No no puedes renunciar. Bien, mira, lo entiendo. Tú mereces más —dijo Tony—. Tú has cuidado de mí. He estado un punto muy difícil y me has ayudado a atravesar por eso.

—Gracias por entender. Manejaré la transición.

—¿Que hay de la prensa, solo has estado en el puesto una semana.

—Bueno, contigo son como años de perro —dijo Pepper.

—Lo sé —dijo Tony. Ambos estaban muy cerca y se besaron.

—Raro —dijo él.

—No es raro.

—¿Está bien entonces?

—Sí —dijo ella sonriendo. Se volvieron a besar.

—Para mí es raro —rompió el silencio Rhodey.

Tony y Pepper se sobresaltaron.

Claire y Rhodey los miraban atentos desde las sombras. (Estaban en el mismo tejado).

Eternamente. Siempre: Una Historia En El Tiempo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora