Cap. 81. Hasta aquí

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Los días habían pasado y la pequeña Morgan mantenía despiertos a sus padres casi toda la noche, tenía unas pocas semanas de nacida y lloraba frecuentemente, también pasaba siempre hambrienta.

—¿Algún día me dejará dormir una noche completa? —preguntaba Pepper con aspecto cansado.

—¿A ti? ¡Yo también le cambio pañales! —dijo Tony dando un sorbo a su taza de café.

Ambos padres estaban en el desayunador. Tía Andrea preparaba la comida. Morgan lloraba.

—Los primeros meses son los más difíciles —dijo la Sra. Potts mientras servía los platos.

Claire se acercó a comer, ya estaba lista para irse a su trabajo.

—¿Pero que le han hecho? ¿Por qué llora ahora? —preguntó ella ayudando a su tía a servir.

—¿Hacerle? Nada más no le he dado de comer... ¡desde hace 20 minutos! —dijo Pepper, girando los ojos y tratando de calmar a la bebé.

—¿Hace tanto? Pobrecita, yo también estaría hambrienta —dijo Claire con una risita.

Tony la miró serio.

—Por favor, no bromees.

—Uy que genio —dijo Claire alzando las cejas. Pepper resopló—. ¿Cómo una hermosa cosita puede ponerlos de mal humor...?

—Claire, te advierto... —dijo Tony con mirada fatigada.

Claire apretó los labios, dedicándose a comer rápido su plato. Morgan sollozaba. Al terminar, ella se puso de pie.

—Mi pequeñita, no llores —dijo Claire tomándola en sus brazos y arrullándola—. ¿Por qué no le vuelves a dar de comer? —preguntó dirigiéndose a su prima.

—Porque aún no le toca —dijo Pepper bostezando.

Morgan continuaba llorando.

—Ya, ya, Morgan —dijo Claire tratando de calmarla suavemente—, eres una impaciente, igual que tu padre.

—¿Sabes qué...?

—Tony —dijo Pepper negando con la cabeza.

—No es posible, Iron Man puede lidiar con villanos pero no puede con una bebé... —dijo Claire mientras acariciaba la mejilla regordeta de su sobrina.

Tony apretó la mandíbula.
La tía Andrea entonces, tomó a la niña.

—Me voy ya. Te ayudo cuando vuelva —dijo Claire a Pepper.

Después de ir a trabajar a la División Médica, Claire pasaba un rato al Complejo, y por la tarde, en la cabaña, ayudaba a su prima con Morgan. Mientras Pepper descansaba un poco, ella y la tía Andrea se encargaban un rato de la bebé. La Sra. Potts, aunque solo tuvo una hija, hacía su papel de abuela dando sabios consejos. Ambas entretenían a Morgan, pero había cosas que solo la madre de la bebé podía suplir.

—Creo que tiene hambre —dijo Claire entrando a la habitación.

Pepper estaba profundamente dormida. Los sollozos suaves de Morgan se oían al fondo mientras la niña estaba en los brazos de su abuela. Claire se sentó en la cama, le daba lástima despertar a su prima.

—Pepper... Morgan tiene hambre —dijo Claire poniendo su mano sobre el brazo de ella.

Pepper saltó de la cama.

—¿Qué... qué? —dijo Pepper, somnolienta y asustada—. ¿Qué le pasó a Morgan?

—Nada. Está bien, solo con hambre.

Eternamente. Siempre: Una Historia En El Tiempo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora