¿Gemelos? [g!p] ; scarletwidow - Wandanat

7°

[Play : Sparks - Coldplay]

Natasha's pov:

Ella está sentada frente a mí. Ella está allí, después de diez años. Wanda está aquí.

-¿Todo bien? - Preguntó Clint entregándome una taza de té.

Lo observé molesta, sin embargo asentí. Yelena, él y Pietro estaban aquí... Ellos me han mentido por diez jodido años.

Wanda me observó mientras acomodaba los anillos en sus dedos delgados.

-¿Podemos hablar? - Preguntó y asentí. - ¿Solas?

-Quiero que me den una buena excusa. - Dije en voz alta. Todos me observaron, incluso Peter al que no veía hace años. - ¿Por qué mi difunta esposa está viva y yo no sabía?

-Era por tu bienestar. - Dijo Wanda rápidamente.

Yelena me observó y asintió lentamente. Suspiré sintiendome una estúpida.

Me levanté rápidamente dejando caer la estúpida taza de té.

-Natasha... - Me llamó Wanda, sin embargo la ignoré subiendo las escaleras rápidamente.

Me senté en la cama de mi habitación y recordé como horas antes estaba feliz entre los brazos de Diana. Escuché unos pasos y la vi parada en el marco de la puerta como si nada pasara. Como si ella no se hubiese ido.

-¿Podemos hablar aquí? - Preguntó.

-Estoy tratando de asumir lo que está pasando. - Murmuré llevando mis rodillas a mi pecho. - No quiero verte...

-Perdóname... No tuve opción, era eso o verte morir. - Dijo rápidamente. - Natasha yo te amo como a nadie...

-Y me dejaste.

-¡Por tu bien! - Dijo desesperada. - ¡Te amo, y te prometo que nada ha sido más difícil que vivir sin ti! - Gritó.

-¡¿Crees que fue fácil para mí?! ¡Vi tu cara por diez años en nuestro hijo! ¡Lo llamé Billy por diez años recordándote! - Grité furiosa. - ¡¿Crees que yo lo tuve más fácil?! ¡Lloré por ti hasta hace dos días!

-¡Yo tuve que mantenerme alejada cada vez que estaba cerca! - Gritó de la misma forma. - ¡Te amo, Natasha! - Insistió. - ¡Por favor, basta!

-¡¿Basta?! - Dijo molesta. - ¡¿Basta de qué?! ¡¿De mentirme?! ¡¿De ocultarme que estabas viva?! ¡Basta tú! ¡Me engañaste éstos años mientras yo te lloraba a diario! ¡No eres más que una estúpida y una mentirosa!

-¡No quería hacerlo! ¡Si te decía estabas en riesgo!

-¡No sé en que clase de negocios sucios estés metida, pero créeme que yo no formo parte!

-¡Steve Rogers y Bucky Barnes! - Gritó rápidamente. - ¡Sam! ¡Peggy!

Me quedé helada.

-Esos son mis amigos.

-No, son mis enemigos, por eso están cerca de ti. ¿Sabes quién me disparó en el cuello hace diez años? - Dijo enseñandome su cicatriz del cuello. - Steve Rogers, él que te sacó del auto, golpeandote y se llevo a Tommy... - Aparté la mirada al oír el nombre de nuestro hijo. - Fue Barnes mientras Sam incendiaba tu auto...

-Peggy sería incapaz...

-No sabemos si ella está metida en ésto, sólo sabemos que todo su círculo cercano lo está. Incluso Hope y Hank Pym, trabajan con Rogers y su red de narcotrafico. Te mentí, sí. - Dijo rápidamente. - No estudié literatura, ni arquitectura o lo que creyeras que era, soy abogada y trabajo para la policía por mi padre, directamente me contrataron como espía hace años, y sigo en ésto, así como Clint, Yelena, Pietro, Peter y todos quienes me rodean, no te dije porque cuando entré a aquella universidad... Era solamente para ayudar a mi padre en una investigación, me enamoré y no estaba en mis planes, pero no pude evitar caer por ti, Natasha. Mírate, por Dios. Eres... La mujer más hermosa que podría haberme encontrado en la vida, ¿cómo no iba a enamorarme?

Me quedé en silencio recordando la primera vez que chocamos en la universidad...

-Me mentiste... ¿Quién eres?

-Soy Wanda Maximoff, la misma estúpida chica que con la voz temblorosa te pidió que fueses su esposa. La misma que quería pasar pegada a ti todo el tiempo, la que doblaba tu ropa y masajeaba tu espalda mientras estabas embarazada... Esa soy.

-¿Es tu nombre real? - Pregunté dolida. - Al menos eso...

-No, es decir, era... Ya no existe Wanda Maximoff. - Murmuró y observé el suelo viendo como mis lágrimas caían. - Soy Wanda Romanova.

La observé y ella sonrió mientras las lágrimas empapaban sus mejillas.

-¿Por qué?

-Porque quería sentirme tuya. - Dijo rápidamente. - Tommy Maximoff ya no existe, pero Timotheé Romanova sí.

-Está vivo. - Dije rápidamente observándola con una sonrisa que a duras penas mantenía con mi mentón temblando. - Está vivo... Mi bebé...

-Sí, está en el mismo campamento que Billy. - Dijo rápidamente.

Me levanté y la empujé rápidamente.

-¡Te odio tanto! ¡Te odio! ¡¿Por qué me hiciste ésto?!

-¡No tenía opciones! ¡Era eso o verte morir! ¡Te amo, Natasha! - Dijo desesperada sosteniendo mis brazos contra su pecho. - Te amo más que a nada... - Insistió. - Por favor...

Me aferré a Wanda sollozando contra su camisa mientras la arrugaba con fuerza. La odio tanto porque aún la amo como si no hubiesen diez años en medio de ambas...

La amo como si no fuese mi enemiga.

-Te amo. - Sollocé. - Tanto...

-Yo también, y te he amado cada día más desde las sombras, Natasha... Te amo tanto. - Murmuró tomando mis mejillas y haciendo que la observe.

-Sigo siendo yo, mi amor fue real, todo fue real, mis padres, mis hermanos... Todo... Sólo quería protegerte, Clint me pidió que te mantenga lejos de ésto, él sabía que era peligroso y... Luego estabas embarazada... Eras la embarazada más hermosa del mundo, mi amor... Y yo ya no podía detener todo lo que sentía por ti, nunca pude... El día en que te conocí, yo... Le pedí a papá que luego de la misión en la universidad me deje renunciar, dijo que lo hablaríamos y... Nunca pasó, pero yo quería una vida normal a tu lado, mi amor. Lo prometo...

-¿Por qué no te dejó renunciar?

-No lo sé, bebé. Me encantaría saber y... Que lo hubiese podido evitar, pero lamentablemente no es así... Y te juro que lo intenté mil veces...

-¿Clint siempre supo?

-Se dio cuenta cuando me invitaste a cenar con tu familia y él estaba... Intenté renunciar nuevamente sin conseguirlo, hasta que pasó aquello, te descubrieron, sabían que eras mi esposa y buscaron la forma de lastimarme.

Suspiré sintiendome angustiada. No sé como manejar todo ésto...

-Perdón. - Insistió ella.

Tomé su rostro y uní nuestros labios desesperada por sentirla después de tanto. Es mi esposa... Es el amor de mi vida, y está aquí... No importa por cuanto... Sólo que esté.

-Cierra la puerta. - Dije rápidamente mientras le quitaba el saco.

-¿Qué? - Preguntó extrañada.

-Cierra la puerta y ven aquí. - Dije con la respiración alterada. Ella obedeció y yo la boté a la cama subiendo sobre su cuerpo. - Te necesito...

-Nat, no tengo condones. Sabes que no podemos...

-Hay condones en mi baño. - Dije rápidamente.

-¿Por qué? - Preguntó ella.

-Bueno... Soy viuda, debo estar preparada. Los compré por si acaso.

Ella asintió subiendo sobre mi cuerpo volviendo a besarme.

-Okay... - Murmuró. - Pero... ¿Estás segura?

Asentí mientras la observaba a los ojos. Ni siquiera he asumido que ésto sea real, ya no sé nada más que la quiero, la necesito...

Nota de autor:

Calmense, que si habrá reconciliación, pero no todo es tan fácil ahre.

-Codex.