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(+21 contenido adulto)

Wanda's pov:

Llegamos a la habitación entre besos, ni siquiera sé como llegué hasta el colchón bajo mi espalda. Natalia no dejaba de moverse sobre mi regazo mientras me besaba con desesperación.

Pasé mis manos por su espalda desnuda, desprendí el sujetador y dejé sus senos al aire. Tomé su cintura y me separé lentamente de su boca para observarla. Natasha cubrió sus senos y me observó sonrojada.

-No, no hagas eso. Quiero verte. - Murmuré quitando sus brazos. Tomé uno de sus senos y acerqué mi boca hasta el estimulando su pezón con mi lengua, sentí como se endurecía bajo mi contacto.

-Wanda... - Gimió ella clavando sus uñas en mi cuero cabelludo. - No... No me gustan... - Gruñó. Solté su pezón dejando un hilillo de saliva, me limpié un poco la boca y levanté la mirada.

-¿Qué no te gusta? - Pregunté masajeando lentamente su seno con la mayor delicadeza. Lo presionaba suavemente con la palma de mi mano mientras mi pulgar retorcía su pezón. Ella mordía su labio inferior algo perdida bajo aquél toque. - ¿Ésto? - Pregunté y negó.

-Mis senos, no me gustan. No se ven como antes... - Murmuró antes de unir nuestros labios. Me quité la parte de arriba y ella me observó unos minutos. Llevé su otro seno a mi boca repitiendo aquél proceso, lo lamí sin apartar mi mirada de la suya. - Oh, Dios...

-Prefiero que me digas Wanda. - Bromeé soltando su seno. - Natasha, los cuerpos cambian... Eso no te hace menos digna del deseo... Créeme que todo en ti me gusta... Incluso aquella cicatriz cerca de tu cadera...-Murmuré acariciandola mientras desprendía sus jeans. - Eres tan sexy, amor... Eres la mujer más sexy del mundo.

-Me gusta ser sexy para ti. - Murmuró ella quitándose los jeans.

Me quité los pantalones mientras me ponía de pie, bajé mis boxers y mi miembro salió erecto, lo tomé con mi mano y me acaricié mientras observaba a Natasha recostarse en la cama.

Ella se puso de rodillas.

-Siéntate. - Murmuró. Me arrodillé en la cama echandome hacía atrás.

Natasha se acercó a mi miembro y lo llevó a su boca. Vi como acariciaba mi glande con sus labios antes de empujarlo nuevamente dentro de su boca, lo sacó y me miró a los ojos mientas dejaba que su saliva cayera sobre el para luego comenzar a masturbarme.

-¿Te gusta? - Preguntó acercándose a mi miembro nuevamente. Lo tomó con la boca y yo cerré los ojos disfrutando de la manera en que Natasha me daba sexo oral. Su lengua recorría mi falo con habilidad hasta llegar al final y volver a subir tomando la punta en su boca. Lo tomó con la mano y comenzó a menearlo contra su lengua dando suaves golpecitos en ella.

-Oh, joder. Nataska... - Gemí. - Oh, mi Dios.

-Prefiero que me digas Nataska. - Murmuró ella burlona.

Tomé levemente su cabello.

-¿Puedo? - Pregunté y ella asintió. Lo jalé levemente acercandola a mi miembro para que siguiera tomándolo. - Tómame, amor... Soy toda tuya. Dios, sí. - Ella paseó su lengua por mi glande y lo succionó entre sus labios con un poco de fuerza antes de hundirlo en su boca.

Lo jalé nuevamente alejandola de mi miembro.

-Folla mi boca. - Gruñó ella como protesta. Extrañaba tanto ésto, joder.

Bajé de la cama y me puse cerca de la orilla, ella se arrodilló allí y yo llevé mi miembro a su boca comenzando a embestirla mientras sostenía su cabello tal y como ella me lo pedía. Natalia tenía los ojos cerrados y yo sentía como todos mis músculos se tensaban ante tanto placer.

-Joder... - Gemí aún embistiendo con rudeza. Cada vez más rápido, más cercano... Más cerca de... - Nataska... - Gemí soltando mi corrida en su boca. - Mierda. Perdón. - Dije rápidamente intentando quitarme, sin embargo ella me detuvo. Limpió mi miembro con la lengua y luego de eso lo dejó caer.

-Separa las piernas. - Ordené secando en sudor de mi frente.

Natasha se recostó en la cama y separó las piernas, sus muslos grandes eran demasiado atrapantes, podría pasar horas viendo sus lindas piernas, Natasha realmente sólo mejora con los años. Me recosté en la cama y rápidamente pegué mis labios a su sexo. Di una larga lamida a su clitoris y luego la hundí en su entrada comenzando a moverla de forma lenta miemtras subía sus muslos a mi espalda. Natalia tomó mi cabello pegandome mas a su sexo. Mientras mi boca la saboreaba por completo, uno de mis dedos fue directamente a su clitoris estimulandolo.

Ella solamente soltaba gemidos mientras yo me mantenía disfrutando de su sabor, de su piel, de toda ella. Nada es mejor que saber que hago sentir bien a la mujer que más amo y deseo en todo el mundo. Mi lengua subió nuevamente hasta su clitoris, lo tomé con mis labios jalandolo con suavidad. Eso provocó que Natasha se estremeciera e intentará cerrar las piernas, la detuve y seguí chupando cada parte que imaginaba le provocaría una oleada de placer.

-Wanda... Lo haces tan bien. Chupame... - Gimió ella de forma ahogada. La vi llevar sus manos a sus senos estimulandose sola y esa fue la imagen más erótica que vi en años. Ella realmente lo está disfrutando. - Dios... Soy tan tuya, Wanda...

Lleve dos dedos a su entrada mientras continuaba succionando su clitoris y lamiendo aquél nervio. Natalia arqueó levemente la espalda, comencé a embestirla con mis dedos mientras esperaba su tan anhelado primer orgasmo, mi miembro estaba endureciendose poco a poco nuevamente.

No pasaron más de cinco minutos en cuanto sentí su primer orgasmo envolver mis dedos. Los probé frente a ella sabiendo que eso la haría apartar la mirada poniendola nerviosa. Tomé mi miembro y lo llevé a su entrada aún delicada por su reciente orgasmo.

-Joder... Wanda. - Gimió ella. - Dios... Eres...

-Sí, ya sé. - Murmuré entrando por completo en ella. Natalia se aferró a mi espalda clavando sus uñas en ella. - Me quieres muy dentro de ti, ¿no, amor? - Pregunté mordiendo levemente la piel de su cuello. Apoyé mis pulgares en los huesos de su cadera mientras comenzaba a embestirla.

Natasha y yo compartíamos besos sonoros mientras la embestia con lentitud. Intentaba dar movimientos parejos y rítmicos, no quería descoordinarme, sin embargo me sentía una adolescente precoz.

-Te sientes muy bien. - Murmuré de forma ronca contra el cuello de la pelirroja. - Dios... Tan apretada, amor...

-Dudo... Mucho eso. - Gimió enrollando sus piernas en mi cintura. - Pero me encanta como te mueves...

Mantuve las embestidas, una tras otra, lento, de forma pausada y cuando ella dijo que estaba cerca comencé a hacerlo de forma más dura. Sus paredes apretaron mi miembro y tuve que resistir las ganas de venirme dentro de ella.

En cuanto su orgasmo se detuvo salí de ella, me puse tras Natasha, mi mano tomó con suavidad su cuello y me hundí en ella nuevamente. Comencé a embestirla mientras ella solamente agarraba la sabana con su mano que poco a poco perdía el color debido a la fuerza con la que la apretaba.

-Dios... Voy a follarte tanto. - Gruñí contra su cuello. Natalia simplemente bajó su mano para acariciarse. Cada vez más cerca de su tercer y prometido orgasmo, mis embestidas ya eran cansadas sin embargo llenas de ganas de correrme dentro de ella. - ¿Puedo venirme dentro? - Pregunté y ella asintió.

-Sí. - Murmuró ahogada.

De pronto sentí sus paredes cerrarse alrededor de mi miembro. Me vine dentro de ella dejando ir un gemido ronco contra su oído.

-Nataska...

Ella respiraba de forma agitada. Nos quedamos así, sin movernos... Definitivamente quiero recordar ésta sensación.

Nota de autor:

¡Hey! ¿Ya leyeron los dos nuevos capítulos de "don't you remember"? ¿Qué opinan?

-Codex.

¿Gemelos? [g!p] ; scarletwidow - Wandanat Donde viven las historias. Descúbrelo ahora