12°

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Wanda's pov:

Llegamos a la oficina de Natalia. Es un edificio enorme, la vi saludar amablemente a todo el mundo mientras yo caminaba tras ella con las manos en los bolsillos. Me sentí intimidada al estar al descubierto aquí... Intento actuar normal, pero... Me acostumbré a estar en cautiverio dentro de mi propio lugar, protegida y sabiendo que mi presencia no significaba un riesgo.

-Señorita Romanoff, le han llegado sus flores con una tarjeta. - Mencionó la recepcionista.

-¿Qué dice la tarjeta? - Preguntó Natasha marcando su horario de entrada en la máquina junto al escritorio.

-"Buen día, amor mío. Que tu día sea increíble, te amo de aquí a la luna" - Leyó la muchacha.

-Gracias, Sharon. - Murmuró Natasha. - Ponlas en agua, por favor.

La chica rubia me dedicó una sonrisa que correspondí temerosa y Natasha se giró hacía mí.

-Debo aceptar que tus rosas han hecho mis años más llevaderos. - Murmuró y sonreí. - Gracias por ese detalle.

-Sé que amas las flores, y sé que te gustan las notas románticas, fue como cuando te pedí ser novias y...

-Y llenaste la universidad de notas que me decían a donde ir, estabas en el jardín sosteniendo un gran ramo de rosas rojas...

-Te pedí que seas mi novia y me permitieras presumirlo en todos lados.

-Thor no dejaba de molestar sobre eso, recuerdo que ese año conoció a Vision, y ustedes dos hicieron buenas migas... Y mi mejor amigo se dio cuenta de que era gay.

Asentí lentamente y nos sonreímos. Natasha tomó mi mentón y unió nuestros labios por un par de segundos, tomé su cintura y nuestras lenguas se rozaron dejándome sentir aquellas mariposas que no sentía hace tanto.

-Te amo. - Susurré al separarnos. Natasha acarició mi rostro y se alejó algo perturbada. - Mierda, lo siento. Sé que dije que te detendría, es sólo que...

-No te preocupes. Fue mi error. - Murmuró. - Todo bien. - Me sonrió levemente tranquilizandome un poco.

-¡Nat! - Saludó alguien entrando. - Digo, jefa. - Se corrigió al verme.

Con que Diana, eh.

-Hola, Diana. - Saludó Natasha algo tensa. - ¿Cómo estás?

-Bien. - Me observó. - Oh, h-hola...

Noté que me examinaba extrañada y Natalia aclaró levemente su garganta.

-¿No es acaso...? - Preguntó algo asustada. - Tu esposa muerta.

-No. - Natasha la cortó rápidamente. - Es su prima.

Asentí lentamente.

-Soy Maxinne. - Dije rápidamente. - Maxinne Maximoff.

Diana asintió estrechando mi mano.

-Un gusto, Maxinne. - Se giró a Natasha. - ¿Cree que podamos hablar en privado en su oficina, jefa? - Preguntó y Natasha negó rápidamente.

-Lo lamento, sólo vine a firmar un par de cosas y debo salir. Mi hijo viene en camino y... Bueno, debo ir a buscarlo... - Murmuró algo nerviosa.

Vi el rostro de decepción de la chica pelinegra y sonreí levemente.

-Bueno, no te preocupes. ¿Hablamos luego? - Preguntó casi pegada al oído de Natalia. Ella asintió y Diana se alejó.

-Que desagradable. - Murmuré y Natasha se giró con una sonrisa extraña.

-¿Celosa, Maximoff? - Preguntó y negué.

-Nadie podrá quitarme el lugar que tengo en tu corazón, Natalia Romanova. - Murmuré sonriente. - Lo sabes, así como una vez me lo gané, volveré a hacerlo... Otra vez.

-¿Otra vez? - Preguntó ella sonriente. - ¿Crees que te dejaré?

-Sí, porque sé que también te gusto. - Dije insegura, sin embargo fingiendo no estarlo.

Soy insegura, bastante. Siempre he sido insegura por distintas cosas que no viene al caso explicar, no obstante... No se me nota en lo absoluto, parezco la persona más segura del universo, pero realmente no soy. Realmente soy sólo un cachorro asustado que no sabe si algo de lo que hace va bien, lo hago porque es lo que debo hacer... Como cuando hace años Natasha me llamó, la llamada se cortó con una explosión, rastreé su móvil y llegué sola a rescatarla, tenía miedo de perderla, sabía que ella iba con Tommy al médico y sabía que debía pasar por carretera en un horario poco prudente, sin embargo las labores no me dejaron acompañarla. Cuando llegué al lugar, ella me vio... Le disparé a los sujetos que la sostenían, quería matarlos, lo acepto, pero mi entrenamiento me permite controlar esos absurdos impulsos de agresividad. Cuando tocan a Natasha, no puedo evitarlo. Ella es el amor de mi vida y verla en el suelo, desprotegida, angustiada, suplicando... Fue horrible.

De sólo recordar como la vi susurrar mi nombre mientras aquella bala me daba en el cuello, me da escalofríos.

Natasha me dedicó una sonrisa permitiendo que mis pensamientos dolorosos se aparten de mi mente.

-Anda. Vamos a mi oficina. - Murmuró y comenzamos a caminar.

Debo aprender a soltar el pasado, y ella también...

Nota de autor:

¡Buenas noches, chinchulines! Descansen, duerman bien. <3

-Codex.

¿Gemelos? [g!p] ; scarletwidow - Wandanat Donde viven las historias. Descúbrelo ahora