So close |Draco Malfoy

Quince

Elara

En cuanto vi a Malfoy en el gran comedor esta mañana me propuse no perderlo de vista, le dije a Harry que le ayudaría en prestarle atención y eso iba a hacer.

Harry tenía razón, era sospechoso que a Malfoy no hiciera nada por cambiar el partido para cuando estuviera mejor, de hecho parecía que no le importaba el partido en absoluto, ni siquiera molestar a Ron y a Harry.

Todo el partido estuvo serio e indiferente, no le importaba que Slytherin iba perdiendo, ni parecía molestarle que todos animaban a Ron como locos, algo ha cambiado en el eso es evidente, pero eso no significa que es un mortífago como Harry cree.

—Seamus dice que hay fiesta en la sala común de Gryffindor —grita Dean eufórico causando el grito de más personas.

—Vamos —dice Hermione a mi lado.

—Yo voy más tarde —le digo y ella me mira confundida.

—¿Tienes algo que hacer? Te puedo acompañar.

—Quiero seguir a Malfoy, ayer no lo vi en todo el día y...

—No puedo creer que estés de acuerdo con Harry en esa tontería de que Malfoy es un mortífago —rueda los ojos.

—No estoy de acuerdo con el —aclaro. —Solo le estoy haciendo un favor y ya.

—¿Entonces porque lo sigues? Te dijo que le prestaras atención, no que lo siguieras a todos lados.

Estamos justo en la entrada del estadio de quidditch y la gente que sale nos está empujando al pasar, así que la tomo de la mano y la llevó detrás de una columna.

—Porque casi no he visto a Malfoy últimamente, no quiero que Harry piense que no le quiero ayudar.

Hermione entrecierra los ojos y después asiente, parece convencida por mi respuesta.

—Está bien, pero no tardes mucho —asiento y me doy la media vuelta para ir detrás de los de mi casa.

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Entro a la sala común e inmediatamente me arrepiento de haber venido, Malfoy está subiendo a los dormitorios y a partir de ahí ya no puedo seguirlo más, pero ya estoy aquí, no me queda más que disimular un poco, puedo ir a mi habitación a cambiarme de ropa para la fiesta.

—¿Qué estás haciendo aquí sangre sucia? —me pregunta Pansy con desprecio.

—Déjame en paz, Parkinson, es mi sala común por si no te habías dado cuenta.

Le digo sin más, dispuesta a seguir mi camino pero se pone justo frente a mi impidiéndome pasar. La sala común está repleta de gente y todos nos están mirando atentos, debí irme con Hermione en cuanto me lo dijo.

—Haz de estar muy contenta ¿no? —pregunta Crabbe a mis espaldas así que me giro para verlo de frente. —Los estúpidos de Gryffindor ganaron y vienes aquí a burlarte, con esas cosas en la cara.

—Es un juego de escuela, no la copa mundial de quidditch, no seas ridículo —le digo y me doy media vuelta.

—No me des la espalda cuando te hablo, maldita sangre sucia —dice a mis espaldas.

Escucho exclamaciones de sorpresa a mi alrededor, pero cuando intento girarme de nuevo choco contra el pecho de alguien. Me quedo quieta al ver de quien se trata.

—Ni se te ocurra —dice Malfoy amenazadoramente mientras le apunta con la varita a Crabbe.

Todo se queda en silencio a nuestro alrededor, aparentemente todos están tan sorprendidos como yo ante lo que está pasando.