So close |Draco Malfoy

Treinta y dos

Draco

El baile salió mejor de lo que esperaba, ella se veía hermosa en ese vestido azul, pero sobre todo estaba feliz, lo sé porque su sonrisa no desapareció casi nunca.

Disfrutamos de la comida, de la música y de nuestra compañía, nos olvidamos de que estábamos en una habitación escondidos del peligro, aunque al estar con ella es fácil olvidar lo malo.

Ely parece eclipsar la oscuridad y transformarla en luz, me hace sentir que todo vale la pena si al final del día ella está para recibirme con un abrazo.

Justo ahora estoy viéndola leer el profeta con atención mientras mastica un pedazo de manzana, tiene el entrecejo fruncido como si estuviera molesta.

—¿Cómo pueden dedicarle casi tres páginas a un partido de quidditch? —pregunta indignada. —Estoy segura de que hay cosas horribles pasando allá afuera y no hablan de eso, esto es basura.

Toma con su tenedor otro pedazo de manzana y lo lleva a su boca molesta.

—Por eso no me gusta que lo leas, no hablan de lo que realmente está pasando y terminas enojada.

—Debe haber algún periódico clandestino o cualquier cosa que cuente la verdad —deja caer el periódico en la mesa con molestia.

—El quisquilloso hace algo parecido.

—¿Publica las cosas que el profeta no? —encarna una ceja.

—No, pero si apoya abiertamente a Potter.

—¿Eso no es peligroso para el papá de Luna? —pregunta con miedo.

—Lo es, demasiado peligroso diría yo.

En cuanto veo la cara de preocupación que hay en su rostro me arrepiento de haberle dicho eso, hace un año los Lovegood la invitaron a pasar navidad con ellos para que viera de cerca como trabajaba el padre de Luna con el quisquilloso.

En ese entonces ella planeaba buscar una beca para estudiar periodismo en Estados Unidos, les está muy agradecida por haberla recibido y ahora está preocupada por el señor Lovegood.

—¿Es el único que apoya a Harry? —pregunta.

—No, también hay una cadena de radio que se llama "Pottervigilancia" se dice que es de miembros de la orden del fénix y algunos del Ejercito de Dumbledore, ahí hablan sobre lo que el profeta no publica, cosas que pasan, personas que desaparecen o que mueren.

—¿Qué mueren? —pregunta horrorizada.

—Están despareciendo muggles y nacidos de muggles —digo con cautela. —Después de poco tiempo aparecen muertos y el profeta no reconoce esas muertes, aparentemente en Pottervigilancia nombran a esas personas para que la gente lo sepa.

—¿Cuál estación es? —pregunta interesada.

—No lo sé, es muy difícil sintonizarlo porque nunca transmiten el mismo día, ni en el mismo lugar, creo que se necesita una contraseña o algo así, el señor tenebroso ha ordenado que alguien la sintonice para encontrarlos, pero nadie ha podido hacerlo.

—¿Puedes conseguirme una radio? Quiero escucharlo —dice con determinación.

—Ely, no creo que sea lo mejor —niego con la cabeza.

—¿Por qué no? No puedo estar encerrada aquí sin saber que pasa, cuando te lo pregunto a ti, te niegas a decirme —se cruza de brazos.

—Es porque no quiero preocuparte.

—Tampoco puedes esperar que viva ignorando todo lo que pasa afuera.

Se levanta de su silla y camina hacia la ventana, sus hombros se ven ligeramente rígidos, tal vez está molesta.