So close |Draco Malfoy

Treinta

Draco

La habitación está iluminada por la luz de la luna que entra por las grandes ventanas, esto me permite ver a Ely quien está profundamente dormida a mi lado.

Tuve que mirarla por tanto tiempo desde la distancia que ahora que puedo hacerlo libremente no puedo mantener mi mirada lejos, es como si no tuviera suficiente de ella.

Quiero protegerla, pero no voy a decir que quiero encerrarla en una burbuja para que nada malo le pase, al contrario, quiero construir un mundo seguro para ella, en donde pueda andar libre todos los días de su vida.

Es tan injusto que ella tenga que esconderse, que haya tenido que separarse de sus padres y obligarlos a olvidarla tal vez para siempre solo por mantenerlos a salvo, solo porque el mundo en el que vivimos es cruel e inhumano con las personas como ellos.

En otra vida, ella está cursando su último año en Hogwarts, buscando becas para estudiar periodismo en Estados Unidos, está divirtiéndose con sus amigos, emocionada por pasar las fiestas de navidad con sus padres.

En otra vida, ella y yo estamos saliendo como cualquier pareja normal, caminando por los pasillos de Hogwarts tomados de la mano, mandándonos notas entre clases, probablemente siendo castigados por ello, viendo las estrellas en la torre de astronomía y leyendo un libro frente a la chimenea de la sala común.

En otra vida, Ely y yo somos libres, pero en esta no, en esta cada uno es prisionero a su manera. Pensar en eso me hace odiarme, al pensar en todo el tiempo que desperdicié.

Todos los días, durante años ella estuvo cerca de mí, caminábamos por los mismos pasillos, tomábamos las mismas clases, pasábamos nuestros tiempos libres en los mismos lugares. Tantos años, tantos momentos y tantas oportunidades desperdiciadas.

Es inevitable pensar en el pasado cuando en él existen cosas que te hubieran encantado que pasaran.

Me hubiera encantado haberme hecho su amigo en el expreso  de Hogwarts cuando teníamos once años, haberla protegido para que no haya sido petrificada por un basilisco, consolarla cuando su lechuza murió en tercer año o invitarla al baile de navidad.

El baile de navidad, cuando daría por haberla ido al baile con ella, decirle lo hermosa que se veía, bailar durante toda la noche hasta que nuestros pies dolieran y despedirnos en la sala común después de besarnos bajo el muérdago.

Lo único que pude hacer por ella en todo ese tiempo es evitarle un castigo con Umbridge cuando la descubrieron junto al ejército de Dumbledore.

Estaba caminando rumbo al despacho de Filch para ver la lista de todos los miembros del "Ejercito de Dumbledore" que habíamos atrapado.

Yo no había atrapado a muchos, pero si al más importante: Harry Potter y eso me tenía muy satisfecho.

—La suma inquisidora me envió a verificar la lista de los miembros del ejercito de Dumbledore antes de que les notifiques su castigo a los jefes de sus casas —le dije a Filch.

—¿Por qué a ti?

—Porque está ocupada con el ministro de magia y confía en mi para corroborar que todo esté en orden.

—Aquí la tienes —me la extendió sin siquiera mirarme.

Tomé el papel y lo desdoblé para leerlo, mis ojos se quedaron quietos ante un nombre en específico.

Elara Amery – Slytherin

Los castigos de Umbridge eran demasiado crueles y dolorosos y la sola idea de ella recibiéndolo me hacía sentir horrorizado.