So close |Draco Malfoy

Treinta y nueve

Elara

El silencio se instala unos segundos alrededor nuestro, nadie dice ni una palabra, solo miramos a Harry atónitos ante lo que acaba de decir, ya sabía que él podía ver en la mente de Voldemort, pero jamás había presenciado el momento justo donde pasaba, no sabía que podía ser tan aterrador.

Las palabras de Harry resuenan por todo mi cuerpo hasta que puedo procesarlo. Lucius Malfoy está muerto... eso quiere decir que Draco tenía razón, algo muy malo había pasado, al punto de que él iba a matarlos.

Camino hacia Harry y dejo caer de rodillas frente a él haciendo a Ron a un lado.

—¿Estás seguro de lo que viste? —pregunto abruptamente.

Harry me mira incomodo, probablemente porque es la primera vez que le dirijo la palabra en todo el día, más bien en más de nueve meses.

—Claro que estoy seguro —frunce el ceño.

—Entonces dime que más viste —pongo mis manos sobre sus hombros de manera casi desesperada y él no dice nada. —Por favor, Harry, necesito saber que más viste.

—Solo vi a Lucius Malfoy siendo asesinado por quien tú sabes, no vi nada más —se remueve incomodo.

—Entonces ve de nuevo en su mente, por favor, necesito saber que pasó, porque lo hizo, necesito saber si...

—¿Si tu noviecito está bien? —pregunta Ron a mi lado con molestia.

—¿Qué dijiste? —me pongo de pie y me cruzo de brazos.

—Me escuchaste perfectamente, solo quieres que Harry entre en la mente de quien tú sabes para saber si Malfoy está bien.

—Así es Ron, quiero saber si Draco está bien ¿Tienes algún problema con eso? —me acerco más a él.

Estoy usando un tono hostil con él, probablemente sea porque él está haciendo lo mismo o tal vez sean lo sentimientos encontrados.

Harry se pone de pie a mi lado e intenta interponerse entre ambos pero no se lo permito.

—Oh no, no tengo ningún problema con eso —dice en tono sarcástico llevándose una mano al pecho dramáticamente —¿Por qué habría de importarme que seas la novia de un asqueroso mortífago?

—Tú no sabes nada, así que mejor cállate —lo amenazo con la punta de mi dedo.

Siento la ira crecer dentro de mí y mezclarse con el resto de emociones que tengo contenidas.

—Claro que sé, todos aquí lo saben —señala alrededor. —Tu novio es un mortífago ¿O acaso ya se te olvidó que casi mata a Katie Bell, a Dumbledore y a mí? No sabía que tenías tan mala memoria, hasta olvidaste todo lo que ese imbécil te hizo.

—No lo conoces, no sabes por qué hizo todo eso, no hables así de él.

—Ya basta, Ron, las cosas no han sido fáciles para ella, déjala tranquila —dice Harry a sus espaldas.

—¿Qué va a saber ella de cosas difíciles? —me apunta. —Ser novia de Malfoy ha de tener sus beneficios ¿No es así?

—¿De qué beneficios hablas, Ronald? —ladeo la cabeza con fastidio.

—¿Enserio quieres que te los diga? —pregunta burlón.

—Si te estoy preguntando es por algo —doy un paso al frente. —¿De qué beneficios hablas?

—Dime, Elara ¿Fue difícil para ti dormir en sabanas de seda todas las noches? ¿Tener cinco comidas al día y ser atendida por diez elfos al mismo tiempo? Porque mientras tú la pasabas de lo mejor, nosotros teníamos que huir de bosque en bosque porque podían matarnos en cualquier momento, mientras tu bebías del vino más costoso, Luna se pudría debajo de ti en un sótano.