So close |Draco Malfoy

Treinta y tres

Reproducir multimedia: So Close - Jon Mclaughlin from Enchanted movie.

Elara

Hoy es noche buena, solo puedo pensar en que hace un año la pasé en casa de los Lovegood y que este año la pasaré en casa de los Malfoy.

¿Volveré a pasar noche buena en mi casa, junto a mis padres?

No puedo dejar de pensar en ellos, tampoco puedo evitar extrañarlos cada día más, solo espero que donde quiera que estén, se encuentren sanos y salvos, pero sobre todo que se encuentren felices.

Mi mirada viaja hacia Draco, quien está sentado en el sofá con la mirada fija en el suelo, en su regazo hay un libro abierto, el cual dejó de leer hace varios minutos. Desde aquel día está algo ausente, sé que no fue por nuestra discusión, si no por lo que le pidieron hacer.

Ese fue el primer día en que Draco tuvo que torturar a una persona y lamentablemente no fue el último, ha tenido que hacerlo un par de veces más. Las maldiciones que el lanza no funcionan como se supone deberían de hacer, pero eso no parece importarle, la culpa que siente es enorme y eso le ha afectado.

—Ese libro no ha de ser muy interesante —digo.

Mi voz parece sacarlo de sus pensamientos y me mira un poco desconcertado por lo que acabo de decir.

—¿Por qué lo dices? —toma el libro entre sus manos y lleva su mirada a él, fingiendo leerlo.

—Porque no lo estás leyendo realmente —me siento a su lado.

Llevo mi mano izquierda detrás de su cabeza y acaricio su cabello.

—Es que no tengo muchas ganas de leer —lo cierra con suavidad y suelta un gran suspiro. —Hoy es noche buena.

—Lo es —le sonrío. —Y mañana será navidad.

—Sí y sé que pasarla aquí encerrada no debe ser lo más emocionante del mundo, pero preparé algo para nosotros dos, voy a hacer que la pases bien hoy, te lo prometo —toma mi mano y la envuelve entre las suyas.

—Haz hecho eso desde el primer día que llegue aquí, Draco. Perdón si te hice creer que la paso mal todo el tiempo, te prometo que no es así.

—No, pero cada vez más difícil ¿verdad? —acerca su mano a mi rostro y lleva un rizo suelto detrás de mi oreja.

—No importa que tan difíciles se pongan las cosas, si tú estás conmigo, estaré bien, además la paso muy bien contigo.

—Te amo, Ely —sonríe levemente.

—Y yo a ti, Draco.

Nos miramos por unos largos segundos, el silencio entre nosotros lejos de ser incomodo es reconfortante, no necesitamos decir nada, no cuando nuestras miradas lo dicen todo, estamos juntos en esto, tanto en lo bueno como en lo malo y ambos lo sabemos.

—Tengo que ir con mis padres ¿Está bien si te dejo sola un rato? —dice poniendo de pie.

—¿Está todo bien? —pregunto imitando su acción

—Sí, solo quieren que cene con ellos en su habitación, ya sabes, por ser noche buena —toma mi mano y me acerca a él. —Perdón por dejarte sola, prometo no tardar mucho.

—Hey, no te preocupes, es tu familia y es noche buena, tienes que estar con ellos —recargo mi cabeza en su pecho.

—Me gustaría que vinieras conmigo —dice y después suspira.

—Y a mí me gustaría ir pero tu padre ni siquiera sabe que existo, sería bastante extraño verme y descubrir que llevo meses viviendo en su casa ¿no crees? —bromeo.