Treinta y cuatro

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Draco

Mis manos están fuertemente presionadas entre sí por debajo de la mesa, veo la figura del señor tenebroso entrar a la habitación, el ambiente se torna mucho más frío a raíz de su presencia.

—Quiero que trasladen a Ollivander al sótano, por ahora no me sirve —dice con voz serpenteante.

—¿Quiere que lo matemos, mi señor? —pregunta Dolohov quien está frente a mí.

—¿Acaso no fui claro? Quiero que lo trasladen al sótano, es todo.

Dolohov se encoje de hombros y baja la mirada temeroso y apenado.

—Como ya todos sabrán, Xenophilius Lovegood ha estado apoyando públicamente a Harry Potter en su ridícula revista —la risa de mi tía Bella resuena por todo el salón. —Fui demasiado tolerante al respecto, sin embargo, Xenophilius debe saber que nadie debe desafiarme, es por eso que ordené que capturaran a su hija.

Hago un esfuerzo casi sobrehumano para no mostrar ninguna reacción de sorpresa ante la mención de Luna Lovegood.

—La chica Lovegood fue capturada esta mañana y justo ahora está en el sótano.

Inmediatamente pienso en Ely, saber esto la va a destrozar por completo.

—Draco —dice mi nombre. —Tu tarea es torturar a los prisioneros, sin embargo, quiero a la chica intacta por ahora y a Ollivander también.

—Por supuesto, mi señor —digo en fingida calma.

—Ahora váyanse, no los necesito más.

Imito al resto de las personas y me levanto de mi silla para dirigirme hacia mi habitación.

Si Ely se entera que Luna ha sido capturada y que encima está bajo el mismo techo que ella no solo va a preocuparse demasiado, también me va a rogar para que la ayude a escapar y eso es algo que no puedo hacer por más que quiera.

La idea de no decirle nada me resulta tentadora, pero Luna es su amiga, no puedo ocultarle algo como eso, si se entera por otro medio jamás me perdonaría el no haberle dicho nada.

Abro la puerta de su habitación y la veo sentada en el suelo, tiene la radio entre sus manos y el entrecejo demasiado fruncido, desde que le di la radio no ha podido sintonizar el programa y eso solo la frustra cada día más.

—Hola, amor —dice sin despegar su mirada del radio. —Pensé que tardarías más.

—Fue una reunión rápida —me inclino hacia ella y pongo mi mano sobre su hombro. —¿Podemos hablar?

Asiente sin mirarme pero en cuanto alza su mirada hacia mi su ceño se frunce de nuevo.

—Pasa algo —afirma y se pone de pie. —Y no es bueno.

Ely puede leerme a la perfección, con solo mirarme sabe si estoy bien o estoy mal, si algo me enoja, me preocupa o me gusta, una mirada hacia mi le bastó para deducir que algo malo está pasando.

—Sentémonos ¿sí? —con mi mano en su espalda baja la conduzco hasta el sofá.

—Te vez muy nervioso y me estas poniendo nerviosa —se gira hacia mí y muerde sus uñas. —¿Qué pasa, Draco?

La miro unos instantes sin decir nada, no encuentro como decirle de la mejor manera que su amiga ha sido capturada y que está aquí. Quiero ser lo más sutil posible. 

—Voy a decirte algo, pero necesito que lo tomes con calma ¿De acuerdo?

Ella asiente sin decir nada y yo tomo una de sus manos entre las mías para acariciarla.

So close |Draco MalfoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora