ODIO Y DESCUBRIMIENTOS.

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-Y entonces Hugo me dijo que te quería y quería hacerte feliz. -Después que Dani me soltara todo lo que le había dicho Hugo de mí, me sentí demasiado rara. Si yo iba a ser alguien fugaz en su vida, habría sido mejor que no le contara nada de esto a Dani, como bien había querido que no le contara nada a Nano. -¿Qué te pasa? ¿No estás contenta? -Miré a Dani con una sonrisa forzada y le di un pequeño beso en la mejilla.

-Dani... -Di unos golpecitos en mi regazo, dándole a entender que viniera a donde estaba sentada y se sentara encima mío; y así lo hizo, mientras se oían los ruidos de un montón de niños jugando y hablando con otras personas. -Tengo que decirte algo.

-Bueno, dímelo cuando esté Hugo. -Acarició mi mejilla con ternura y a mí se me cayó la baba.

-No, hoy Hugo no va a venir. -Ni siquiera le había dicho que iba a ver a Dani. -Está ocupado porque tenía que hacer unas cuantas cosas en la universidad, por eso vendrá a verte el próximo día. -Me dijo que sí con la cabeza.

En realidad me había dicho que a lo mejor se pasaba, pero esperaba que no lo hiciera, al menos hoy.

-Pues entonces puedes decirme lo que quieras. -Tragué saliva y pensé detenidamente en cómo se lo iba a decir. "Vamos Eva, tu trabajas con niños pequeños, no debe ser tan difícil."

-Mira... La cuestión es que pronto tendrás una nueva mami y un nuevo papi. -Dani me sonrió con alegría, como si ya hubiese comprendido todo, aunque no era así.

-Ya lo sé, Hugo será mi papi y tú serás mi mami. -Si comenzaba a llorar de nuevo, acabaría por deshidratarme. Estas dos últimas semanas con Hugo habían sido las mejores de mi vida, pero también las peores; sabía que mi noviazgo con él acabaría terminando un día y no podía soportar pensarlo.

-Las cosas no van a ser así. -Dani se puso serio de repente sabiendo de antemano que lo que iba a decirle no le iba a gustar. -He luchado mucho para conseguir adoptarte, pero no lo he conseguido. -Dani parecía no entenderlo. -Yo no voy a ser tu mamá y Hugo tampoco será tu papá, pero vas a tener como padres a otras personas que te llevarán a su casa y te querrán mucho, te cuidarán... Y además, tendrás hermanitos. -Dani me dio un golpe en la mano y bajó de mi regazo para contemplarme con un destello de rabia en sus ojos como jamás había visto antes.

-Yo no quiero hermanitos ni hermanitas. -Su voz fría no parecía la de un niño. -Yo te quiero a ti y a Hugo. -Se me rompió el alma y la capa que aguantaba mis lágrimas.

-Lo siento Dani, pero eso no va a poder ser. Tendrás papi y mami, pero no seremos nosotros. -Cada vez se iba apartando más de mí y, cada vez, sus lágrimas caían con mucha más rapidez por su pequeña cara. -Dani yo... -Me levanté del asiento dispuesta a consolarlo, pero no me dejó hacerlo ya que caminaba hacia atrás, dispuesto a alejarse de mí.

-Te odio... -Susurró con desprecio.

Jamás nadie me había dicho te odio y pensé que nunca tendría que oírlo de la boca de Dani, pero aquella era la cruda realidad.

-Te odio por haberme prometido que tú serías mi mamá... Eres tonta, eres tonta y te odio. -Más pinchazos en el corazón. Deseaba morirme, no quería vivir más. A mí nada me salía bien, siempre acababa sola.

Dani salió de la estancia y fue directo a las habitaciones. Una de las chicas que cuidaban a los niños me miró con el ceño fruncido y me marché de allí llorando, antes que me avasallara a preguntas estúpidas y yo le respondiera con respuestas que no entendería jamás.

***

-Hola mi amor. -Eva entró por la puerta de mi habitación con aire sonriente, volvió a cerrar la puerta detrás de ella y me besó con fuerza en el moflete derecho justo cuando se acercó a mí por detrás.

Hasta escuchar tu vozDonde viven las historias. Descúbrelo ahora