Hecho trizas.

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Me levanto muy tarde y salgo hasta la sala, aún Isabella y Zack continúan trabajando con las decoraciones. -mira Lucia, así lucirá la entrada para la fiesta. -dijo Zack mientras me muestra una fotografía. Yo los observo a ambos y luego camino en dirección hacia la cocina mientras siento mi estómago gruñir a causa del hambre. -creo que se están esforzando demasiado chicos... es solo una fiesta de compromiso. -aclaré. Isabella grita desde la sala. – Te mereces eso y mucho más, además, ¡es tu fiesta de compromiso! Tiene que ser algo muy especial. Yo tomo dos panes y los introduzco en el tostador. – Sí, de eso no cabe duda. -respondí. Vierto un poco de leche en un vaso grande y tomo los panes. Me dirijo a la sala y me siento en la alfombra junto a Isabella. -Muéstrenme que han hecho hasta ahora -doy un mordisco al pan-. Isabella se acerca a explicarme algunas cosas. -tus padres se sentarán en la mesa al lado de la del centro, tú y Liam irán al fondo, un poco lejos de los demás, cerca del pastel. En caso de que los padres de Liam vengan, quienes aún no han confirmado... tienen una mesa cerca de la entrada del salón de eventos, no quiero ser mal tercio, pero es nuestra mesa auxiliar. Liam quiso invitar a los padres de Ramira, -me mira-. -Aquí tengo las invitaciones, depende de ti. -Achino los ojos-. - No te atrevas. -amenacé.

Terminé de almorzar y luego veo a Liam llegar, me levanto de la alfombra y me dirijo de inmediato hacia él. -Liam se detiene y nos mira a los tres. -frunce el ceño- . ¿qué pasó aquí? Tienes cara de que quisieras asesinar a alguien. -dijo. Yo me quedo viéndolo y le grito. - ¿quién dijo que los padres de tu exnovia pueden venir a nuestra fiesta de compromiso? Es inconcebible. -Liam se echa hacia atrás-. – Lo siento... le había pedido a Isabella que los invitara antes de saber sobre el incidente con Dereck. -dijo. -mordí mis labios-. – Era algo que debías contender conmigo, no iba a sentirme para nada cómoda con ellos ahí. Respondí. -Liam hizo caso omiso-. – Casi lo olvidaba. -dice dirigiéndose a Isabella. Mañana deben estar a primera hora donde el señor de las flores y de paso confirmar el bufete con la señora Collins. -Isabella jala su cabello-. Son demasiadas cosas.

Zack la mira y se ríe. – Si la cafetería no hubiese estado hecha trizas, yo estaría acordando lo del Buffet. -suspiró-. – Es una pena, me hubiese ayudado con los arreglos de todo el lugar, ya no puedo contar mucho con Ronaldo, él y yo estamos entre ser y no ser. -dijo triste. Yo lo miro frunciendo el ceño y pregunto. ¿ustedes cuando no han estado así?

Todos me ignoran, yo para distraerme empiezo a diseñar ropas a lo lejos en una esquina. Así se basaron mis últimos días antes de mi fiesta de compromiso... solo falta un día para el más esperado evento... ayer Liam y yo fuimos por las flores, yo casi no puedo caminar, pero no quiero quedarme sola en casa... a veces se siente como si me vigilaran. Hoy fuimos a almorzar en la tarde todos... Liam, Zack, Isabella, incluso Ronaldo y el asqueroso de Ben... el exnovio y padre de la bebé de Isabella. Estoy exhausta luego de sentir tanta tensión en un solo lugar, Dios... Ronaldo terminó acusando a Zack de que no paraba de ver al mesero. Por otro lado, Ben reclamándole a Isabella de que después que nació su bebé, su madre solo la ha visto dos veces, incluyendo el día del parto. Luego Liam; enojado porque no permití que viniesen los padres de Ramira, pero ese no es un tema que discutir. Se retrasó el vuelo de mis padres y llegarán mañana... ¿qué otra cosa falta?

Llegamos a casa y miro a Liam a los ojos. -voy a arreglar el vestido de mañana, también los horribles zapatos que me compró Isabella. -repliqué. Liam jala mis cachetes con ternura. -pese a que quieras ponerte de esas hermosas zapatillas que sueles lucir, tus pies no lo aguantarían. -respondió. -yo sonrío-. Liam se da la vuelta y dice. -Saldré a tomar unos tragos con unos amigos, duerme temprano para que mañana amanezcas descansada, no me esperes despierta. -dijo. -le di un beso en la mejilla. – conduce con cuidado. -le pedí.

Al Liam marcharse, me dirijo hasta la habitación, camino muy despacio mientras me siento llena de miedo. -no dejé eso ahí. -dije en mi mente. Pues sobre la cama se encuentran las cajas de los dos vestidos. El de bodas y el que diseñó Donato, además de eso, algo que nunca puede faltar; una nota. La tomé con prisa y procedí a leerla.

''Una porque Donato diseñó un vestido muy bonito qué, déjame opinar: no mereces, y otra porque yo pagué tu vestido de bodas, maldita, asquerosa, espero que disfrutes de mi regalo... y fue muy agradable tu visita al hospital psiquiátrico, eres mucho más linda en persona, lástima que seas una basura hipócrita, siento lástima por Liam, pero aún mucho más por ti, por lo que te espera. Organiza bien tus trapos para mañana, será un gran día. ATT: D.F.

¿Dereck Freud? -pregunto asustada. -pero si está en prisión, ¿cómo diablos?

Me siento llena de miedo, procedo a abrir las cajas y ambos vestidos están completamente cortados, destrozados, en medio del vestido de bodas estaba la factura de pago y junto, una invitación antigua de mi baby shower. Tiene que ser una maldita broma. -tomo las cajas con los vestidos y salgo de la casa con ambos, los arrojo en el contenedor mientras el miedo invade mi ser. Siento mis latidos acelerarse, y también desprotegida, no me siento segura en la casa. Llamo a Liam por teléfono, pero no contesta, marco a Isabella, Ben responde enojado y cuelga... llamo a Zack y sale el buzón de voz, definitivamente no puedo quedarme sola en esta casa.

Tomo mi celular y recorro a un último contacto. -hola. -digo.

¿pasa algo? -interroga con preocupación

¿puedes venir por mí a la casa? -pregunto mientras me invade el yanto.

Llego en menos de media hora. -respondió.

Él vino por mí, me abrazó con todas sus fuerzas, me llevó consigo al auto y condujo hasta su penthouse.

Al llegar, se acerca y dice. -Hay agua caliente en la tina, ordené que limpiaran una habitación para que puedas dormir cómoda, hay calefacción, si quieres té, en quince minutos Nadia, la empleada -recalcó-. Te llevará, hay mantas calientes y unas pantuflas para que tus pies no estén tan hinchados, si sientes hambre... solo avisa, comerás lo que quieras, así sean las tres de la mañana. Si no quieres hablar ahora sobre lo que pasa; mañana será un mejor día. -dijo antes de irse.

Yo tomo su brazo para evitar que se aleje más y respondo. -Muchas gracias Archer.

Él se escapa de mi agarre y sonrojado dice. – descansa. -luego se marcha-.


Fin del capítulo.

La traición (Wattys 2023).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora