Liam

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Al verlo ahí, sentí que mi corazón dejó de latir. Sin embargo, no podía adelantarme a los hechos. - Fruncí el ceño y me crucé de brazos esperando alguna explicación de su parte-. Él se acercó a mí mientras quitaba el sudor de su frente, estaba con la cara roja por causa del resplandor que agobiaba su cuerpo.

- Lucía yo... recibí tus mensajes anoche. - dijo al detenerse en frente de mí.

- Vamos, entremos a la casa, hace mucho calor aquí afuera. - le dije mientras el calor comenzaba a consumirme.

- Planeo irme de inmediato. - dijo. -respiré profundo-. Qué podía decirme Liam para que se tuviera que ir de una vez?

- Aún así, no aguanto un minuto más aquí afuera. - dije ignorando sus palabras cortantes.

- De acuerdo entremos. - levantó su mano mientras me invitaba a entrar a mi casa.

Lo fulminé con la mirada y luego caminé para abrir la puerta. -rayos, no encuentro las llaves. - dije en voz baja mientras buscaba en mi cartera. En medio de eso calló al suelo la tarjeta que me dejó Archer. - yo la tomo. - dijo Liam al bajarse y recogerla.

- Nunca te había visto esta tarjeta. - dijo mientras la contemplaba.

- No...? - pregunté nerviosa.

- Es una tarjeta American Express Centurión de titanio de color negro. - dijo mientras fruncía el ceño.

- Sí...? - fruncí el ceño también.

- Es considerada la tarjeta más exclusiva del mundo, no creo que te pertenezca. - me acusó.

Puse mi mano detrás de mi cabeza. - Ahhh...! Esta tarjeta! - dije a carcajadas, las cuáles se notaban a legua que eran falsas.

- Bueno... abre la puerta, luego hablaremos de esa tarjeta. - respondió con un tono de desencanto.

En medio de mis nervios pude encontrar las llaves. Eran los mismos que no me permitían hallarlas -aquí están. - dijo al sacarlas de mi cartera-. Entonces ahí estaban... justo arriba, debí haberme visto como una tonta. Abrí la puerta y Liam se apresuró a la cocina, abrió la puerta baja de la nevera y sacó una cerveza.

- Gustas una? - preguntó.

- No, gracias. - dije sintiendo repulsión por todo lo que tomé anoche.

- Más para mí. - dijo al tomar otra.

- Sí... Liam, no quiero parecer grosera, pero me intriga saber de qué se trata todo esto. - dije mientras caminaba hacia el comedor. Él comenzó a tomar su cerveza.

Me senté en una silla mientras lo observaba durante los minutos que se pasilleaba por mi sala sin decir nada, dio un último trago, colocó la botella vacía sobre la mesa y cruzó sus brazos... empezó a rascar su cabeza y luego deslizó su mano hasta dejarla posada en su nuca. Permaneció sin decir nada, tal vez rebuscando en su cabeza las palabras correctas, enserio me desmoronaría si esto se tratase de un rompimiento.

- Habla ya! - expresé alterada.

Dejo de marchar por toda la sala, se detuvo frente a mí, me miró para luego decirme, - de acuerdo, de acuerdo... - Llevó su mano derecha a la boca y empezó a morder las uñas de sus dedos anular, mayor e índice.

Debo admitir que empezaba a aburrirme, ya quería que se fuera... los nervios me habían causado un fuerte dolor de estómago. - al baño no, ahora no! - expresé entre los dientes mientras apoyaba mi mano en mi estómago.

- Yo... no contesté tus mensajes anoche, debido a que estaba en casa de alguien. No es lo que crees - subió sus manos excusándose antes de que yo dijera algo. - he estado durante todo este mes detrás de mi ex novia, te había confesado hace unos días que ella no está muy bien de la cabeza... últimamente ha dejado de tomar sus pastillas y todo eso, sus padres me llamaron y me pidieron ayuda, Ramira dijo que no se tomaría sus medicamentos si yo no volvía. Intenté solucionar todo con ella, aún así, no está muy bien que digamos. Anoche estaba en medio de algo con sus padres y por esa razón no contesté tus mensajes... no quiero que terminemos - hizo una pausa para decir esto. - sin embargo, necesito que entiendas esto. - fue lo último que dijo.

No sé que esperaba que dijera... no sé en qué estaba pensando, yo cerré mis ojos y moví mis manos formando círculos sobre mi cien, bajé la cabeza y pregunté. - me has dejado de hablar y llamar todo este mes solo por ella? Digo... no soy lo suficientemente importante para que puedas contarme todo!? - pregunté con un tono alterado.

- Es complicado Lucía.

- Complicado? Como se atreve a chantajear a sus padres contigo? Ustedes terminaron hace dos años, no es justo que siga arrastrándote hacia ella, dile a sus padres que te tomó mucho trabajo volver a rehacer tu vida, no es para que ella te esclavice a la suya! Está privandote de ello. - dije al ponerme de pie.

- Lucía... no quería comentarte nada porque pensé que reaccionarías de esta manera, solo pido de tu comprensión, crees que esto ha sido fácil para mí? - preguntó mientras se desmoronaba.

- Oh por Dios Liam. - me acerqué a él y lo abracé.

Estaba sintiéndome terrible, honestamente y siendo razonables, Liam no la estaba pasando muy bien, estaba teniendo que cargar con su exnovia a petición de sus padres. - lamento reaccionar de esa manera. - expresé mientras lo abrazaba con fuerza. Él me abrazó aún más fuerte y soltó una respiración de alivio, apoyó mi cabeza en su hombro y siguió abrazándome con fuerza.

Pasando los minutos, me alejé un poco de él para proceder a mi próxima pregunta. - por qué dices que debes irte de una vez?  - me encogí de hombros. Al menos esto no se trataba de un rompimiento.

- Estoy ayudando a sus padres con un tratamiento para Ramira, ellos no pueden pagarlo por completo. - me dijo.

- Es enserio!?

- Lucía... si no recibe el tratamiento puede que cada vez sea más fácil que recaiga al no tomar sus medicamentos, si los ayudo y ella entra en razón, podrá regresar a su casa y yo estaré tranquilo una vez más. - me explicó.

- Liam... ella no es tu problema. - le dije.

- Lucía, estuve casi tres años en una relación con Ramira, yo la aprecio mucho y no permitiría que ella se haga daño por mi culpa, enserio quiero que ella se recupere. - me explicó Liam.

Me eché hacia atrás mientras negaba con la cabeza. - y si no mejora? Y si empeora? - pregunté.

- Eso es lo que tratamos de evitar, que empeore, si eso pasa, tendrá que ingresar a un hospital psiquiátrico. - me dijo.

- Solo espero que esto no te consuma Liam, sabes lo deprimido que estabas cuando yo te conocí. - dije con lágrimas en mis ojos.

- Lo sé... pero ya comprendí que no es mi culpa que ella esté así. - dijo mientras se trataba de convencer.

Miré al suelo tratando de forzar las palabras a salir. - Tampoco es tu responsabilidad. - expresé.

- Lucía... te dije que quiero ayudarla por el aprecio que le tengo, sus padres no me están obligando a nada, está bien? - cambió su tono de voz a uno más alterado.

- Por cuánto más?

- Hasta que mejore.

- Y me dejarás así?  - pregunté.

- Lucía... ella no piensa las cosas con claridad, tú sí, por eso esperaba que lo entendieras.

- Sólo digo que te estás yendo por mucho tiempo y me dejas sola. - dije alterada mientras recordaba mi noche en el bar. Estaba sintiendo culpa, pero no podía parar de victimizarme.

Se detuvo a mirarme y permaneció en silencio. - Sé que no respondí a tus mensajes, y lo lamento. -expresó.

Aún cuando probablemente sabía la respuesta. Crucé mis brazos mientras se hacía un nudo en mi garganta, es uno de los peores sentimientos que alguien puede tener. Sin mencionar la certeza que tenía en que respondería algo que no iba a gustarme; esperando lo peor, pregunté... - Esto seguirá sucediendo... que te vayas y dejes de llamarme?

Fin del capítulo.

La traición (Wattys 2023).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora