Por ella.

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Lo peor de todo es que no soy buena para inventar mentiras, pero me defendí. - Me llamaron de mi trabajo, mi jefa estaba enloqueciendo, creyó que me iría a Viena y piensa pagar todo eso de mi liquidación, no sé que haré ahora si falta también el dinero de un boleto de avión de un lugar al que no fui y dinero para medicamentos. - le grité.

- Ya cortaron la tarjeta. - me dijo.

Seguro por eso se fue Archer... no lo culpo, soy un tremendo desastre. - Ah, sí? Casi voy a prisión Liam. - le grité.

- Sé que estuvo mal Lucía, pero entiéndeme. - dijo.

- Siempre tengo que tratar de entenderte... cómo es eso de que empeoró Ramira? - pregunté.

- Sí, se dieron cuenta de que estaba escondiendo sus pastillas, ella cada día decía que estaba mejorando, cuando la atraparon su excusa fue decir que no necesitaba las pastillas para mejorar... que ella puede hacerlo sola. - me dijo.

Aunque haya pasado lo que haya pasado entre Liam y yo, no está de más escucharlo, sé cuanto lo necesita.

- Y creés que esté mejor como ella dice? - pregunté.

- De ninguna manera, tuve que comprar medicamentos más fuertes, la mantendrán sedada la mayoría del tiempo, su tratamiento comenzará en una semana. - me dijo.

- Es una locura todo esto. - dije con una sonrisa.

- Conozco cuando te ríes Lucía. - dijo. Y sentí que él también sonrió.

- Bueno, espero el dinero mañana a primera hora. - le dije.

- Te daré la mitad de lo que debes también, para que no tengas que gastar mucho de tu liquidación. - me dijo.

- No Liam... no necesito de tu caridad, en serio. - le dije.

- Lucía... tómalo como un préstamo, si quieres, hasta que encuentres un buen trabajo, sé que te lo mereces Lucía. - me dijo.

- Gracias Liam. - le dije.

- Estaba pensando... puedo llamarte a veces? - sé qué pediste un tiempo... sin llamadas ni nada, solo ha pasado un día y ya estoy incumpliendo, pero creí que sería más fácil Lucía... Solo el hecho de pensar que estaré sin ti. - dijo e hizo una pausa.

- No creo que sea necesario llamarme, prefiero que te encargues de tus asuntos en Viena, no quiero estorbar. - dije, tratando de ser fuerte.

- Puedo enviarte mensajes de texto? Solo para saber como estás. - insistió.

- No quiero molestar y mendigar tu atención Liam, tú la elegiste a ella por encima de mí, no tengo nada que opinar. - le dije.

- De verdad no se trata de eso Lucía, y quisiera que te pongas en mi lugar, que te des cuenta de todo esto... sé que si yo fuera tu ex novio y estaría en la situación de Ramira, tú me ayudarías. Sé que lo harías, igualmente lo hiciera yo si fueras tú. - me dijo.

Liam sabe convencerme... siempre dice cosas que necesito escuchar, él siempre está ahí. - Bueno... pero solo mensajes de textos. - accedí.

- También mensajes de voz... a veces, cuando necesite escucharte. - dijo.

- Pensaré eso. - respondí.

- Soy feliz con saber que vas a tomarlo en cuenta. - respondió.

- Bueno Liam, ya ve a dormir. - dije.

- Sí, descansa Lucía... y verdaderamente lo siento... por salir así. - me dijo.

- No te preocupes Liam, hubieras hecho lo mismo por mí, si yo estuviera en el lugar de Ramira. - dije tratando de sonar comprensiva.

- Gracias, duerme bien Lucía. - dijo.

- Descansa Liam. - dije antes de colgar.

Aunque deteste admitirlo, me alegró el alma escuchar eso provenir de los labios de Liam... creí que sería fuerte para acabar con todo esto, pero es evidente que no puedo, y me alegro de que él haya tomado la iniciativa.

Me tendí en la cama y dormí como un bebé. La calurosa noche esta vez no la había sentido, las sabanas arroparon mi cuerpo desnudo durante horas que pasaron como segundos. En la mañana los rayos de sol me despertaron, penetraron de una manera tan agresiva en mi cara, que la arrugué hasta el punto de parecer un bulldog francés. Estrujé mis ojos mientras me movía en la cama, pude levantarme y estirar mis brazos mientras me dirigía hacia el baño.

Luego de ducharme y arreglarme, salí al banco, minutos antes leí una notificación de Liam donde me mostraba que había depositado el dinero. Cuando lo retiré, llamé a Archer por teléfono, él no me contestaba ni siquiera los e-mails, cuando me daba casi por vencida una llamada suya entró en mi teléfono.

- Archer! He estado tratando de comunicarme contigo, tengo el dinero, será que nos podremos ver? - pregunté en cuanto el atendió.

- Estoy trabajando ahora... será que puedo dejarte mi numero de cuenta bancaria? - preguntó sonando un poco indiferente.

- Tienes algo? - pregunté.

- No es nada... Solo que uno... a veces se cansa, sabías? - preguntó.

- De qué estás hablando? - pregunté alterada.

Tuve que salir del banco de la plaza y sentarme en unos banquillos, porque me regañaron, no se puede hablar ahí dentro. Cuando por fin pude establecerme en un lugar con poco ruido volví a preguntar.

- De qué hablas Archer?

- De nada Lucía, qué podría cansarme?

- No lo sé... ayer estábamos bien, en la playa estábamos bien! - grité.

- Es solo que me llena de rabia... olvídalo, ahora no puedo hablar. - me dijo.

- Ahora es cuando quiero hablar contigo! - le grité.

- Qué hacía él con mi tarjeta?

- Pero si voy a pagarte. - respondí.

- No es por el dinero... es por él. - gritó.

- Él pensó que yo había robado la tarjeta, solo quería devolvértela. - expliqué.

- Y terminó comprando un boleto de avión a Viena. - dijo.

- Es una larga historia Archer. - dije.

- Lucía... siquiera sé que decirte, no estoy de humor. - me dijo.

- Archer, yo te explicaré todo. - alegué.

- Yo... hice de todo para volver a encontrarte, para ir a tu trabajo... mis amigos me dijeron que era una mala idea, pero no quería dejar escapar así todo lo que sentimos esa noche... y fui por ti, ahora verdaderamente me arrepiento de haber aparecido en esa oficina aquél día, creí que podía... pero mientras más te busco, más siento cosas nuevas -suspiró-. - Yo no te quiero a medias Lucía.

- Qué estás diciéndome?  - pregunté llena de angustia.

- Creí que quería esto, que lo engañes conmigo, pero me molesta cuando sufres por él, me hace dar cuenta que yo solo seré tu desahogo, tal vez esto hubiese funcionado... si yo no sintiera nada por ti y aunque no quiera admitirlo, esto me está destrozando... me temo que voy a dejarte ir Lucía. - expresó.

Fin del capítulo.


La traición (Wattys 2023).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora