Salgo del edificio con los ojos sollozados, no podía decir si quiera una palabra, me subí en el auto y conduje por la carretera. Piso el acelerador y sigo sin rumbo por las calles de la ciudad, casi hasta acercarme a los suburbios. Empieza a llover y se empañan con prisa los cristales, igualmente mis ojos a causa de mi yanto. Me invade la culpa y el remordimiento, pero de pronto mi cabeza comienza a iluminarse, no puedo contar para esto con nadie, ¡creerán que estoy loca... pero no! Ella es quién lo está.
Me detengo en una gasolinera y busco en el maletero del auto, mis documentos, incluyendo mi tarjeta de crédito. Entro a la tienda de la estación y opto por comprar un abrigo, dicen que hace mucho frío allá... la criatura comienza a sentir hambre y me obliga a comprar burritos y un refresco, poco saludables, pero da mucho antojo al ser observado tras el cristal del mostrador.
Abandono el lugar y conduzco por la carretera poco transitable mientras ceno mis burritos, las lágrimas también cubren mi boca y se juntan con lo que llevo hacia ella, mis manos temblorosas y mi respiración agitada, me causa una sensación y a la vez una advertencia diciendo: no vayas allá, más, sin embargo; no puedo dormir a causa de esto.
Al llegar, hago todo el proceso razonable, me ponen delante en la fila, finalmente llega mi momento y pregunta una mujer muy risueña. - ¿hacia dónde desea comprar su boleto de avión? Yo titubeo un poco y siento ganas de retirarme, pero ya estoy aquí, necesito poner fin a esto. -levanto la cara y luego de un suspiro, hablo-. -hacia Viena, por favor. -dije. Ella sonríe por amabilidad y me entrega el boleto, pago con la tarjeta y me siento a esperar que el avión deseé partir, subí al avión y me dormí por muchas horas.
Pasó el tiempo... me veo en el aeropuerto de Viena, es casi increíble que estoy aquí detrás de todo esto.
Termino todo el proceso de checarme con mis documentos y finalmente llego al piso que conecta con el exterior, para irme de aquí.
Se acerca un señor con algo escrito en un cartel. -Guten Abend, willkommen in Wien, Fräulein ... Lucia.
Hast du eine Unterkunft? -dice.
Yo parpadeo varias veces en medio de la confusión y poco después respondo. -I'm sorry, not speak Alemán.
El Alemán sonríe mostrando un diente color plateado y se disculpa utilizando el idioma inglés. Poco después regresa con un folleto y me muestra ideas de hoteles, los que se supone, debería elegir. Yo, por supuesto tomé el que se me hacía más cómodo y cerca de la casa de los padres de Ramira, para poder investigar más a fondo.
Llegando la noche me encuentro a tan solo dos esquinas de su casa, me visto de negro; un pantalón jean negro, un abrigo con capucha del mismo color, unos botines y unos guantes negros. Parecería que estoy loca. Camino por los asfaltos de la calle mientras observo el mapa que debe conducirme hasta su casa. Cuando finalmente llego, visualizo la verja de la casa semi abierta, inmediatamente obto por entrar con sigilo. Me pongo casi en cuatro patas y camino escurridiza hasta la parte trasera de la casa. Para mi suerte, muevo la perilla y ésta se queda en mis manos, haciendo que la puerta se abra creando un pequeño crujido mientras queda de par en par.
Decido entrar misteriosamente y me percato de que solo hay una lámpara encendida en la sala; eventualmente un viejo sin camiseta dormido en el sofá frente al televisor. Tiene una botella de coca cola en la mano, la cual parece haberse vertido minutos antes de que él se quedara dormido. Un gato blanco casi en sus regaso y medio atrapado con su barriga. Ignoré la escena para luego asegurarme de que no hubieran muros en la costa. meto la perilla a la puerta y subo las escaleras, de inmediato me doy cuenta que es la casa correcta, pues en la pared están posados unos cuadros de una hermosa jovencita graduada y más adelante una fotografia de su noche de baile, esperadamente con un galán a su lado; éste se trata de Liam, el hombre apuesto que apoya una mano sobre la cintura de la chica.
Me echo hacia atrás y siento pisar las patitas pequeñas de un gato. Éste gruñe fuertemente y me tira un manazo haciéndome gritar de igual manera. -mierda. -digo entre los dientes y observando al gato huir-. Más adelante entro en una habitación al sentir los pasos y quejas de una señora, mientras suena la perilla de la puerta que se encuentra opuesta a la que decidí entrar. Me sitúo tras la pared de la habitación y llena de pánico coloco el seguro mientras acerco mi oído a la puerta y presto atención mientras ella comienza a maldecir, desde aquí se escucha quejarse con el hombre por no haber cerrado la puerta, puesto que esto provoca que entren los gatos vecinos a pelear con la suya.
Harta de tanto escándalo decido alejarme de la puerta y al darme la vuelta noto que estoy justamente en la habitación de Ramira, hay miles de fotos de ella colgadas en la pared y en su mesita de noche también un álbum de fotos. Me siento en la cama y con cautela comienzo a verlo, está lleno de fotos suyas y de Liam, no lo soportoooo!!! Este es mi prometido. Incluso fotos de cuando Liam me dejó en estados unidos para venir a cuidarla, fotos de ellos fuera de un hospital psiquiatrico -eso es!- -digo mientras enciendo una pequeña lámpara-. Me quedo viendo atentamente y mientras observo distintas fotos trato de descifrar el nombre del hospital que está detrás de ellos, ya que no sale por completo en ninguna foto.
Pasado algunos quince minutos finalmente termino, estoy exhasusta. -me tiendo en la cama con el álmbun en las manos y suelto un bufido. El álbum se safó de mi agarre y cae al piso, del otro lado de la cama. Me levanto para poner el álbum en su sitio y me pongo de rodillas en la orilla de la cama. Abro los ojos como búho al notar bajo la cama una encendedora y junto; una servilleta sorprendentemente identica a la de la cafetería de Zack. -me quedo pasmada y poco a poco me siento en el suelo mientras se va mi aliento y por supuesto, pierdo el control sobre mí. Mis manos se ponen temblorsas y me pongo a pensar que quizás esta corazonada sea cierta.
-Esto no puede ser verdad. -digo mientras mi respiración se agita. Me levanto del piso y tomo una computadora que está sobre su escritorio, todos los archivos están protegidos. -por eso la laptop no tiene contraseña-. -digo en mi mente. Aún así, ha sido actualizada ayer, según esto. No me permite entrar a ningún archivo, tomé la laptop con la ubicación del hospital psiquiatrico. Saco mi mapa del bolsillo y tacho lo que observo en la computadora. Luego de un suspiro me convenzo de estar lista. -suspiro otra vez-. Organizo las cosas tal y como estaban y me acerco a la puerta de la habitación, escucho subir a la anciana y persisto ahí por varios minutos mientras ella se marcha. Se encierra en su habitación y no logro evitar escuchar una conversación telefónica.
-Sí, llevaré sus medicamentos mañana, pero siento qué.... siento que estos medicamentos no están funcionando con Ramira. -hace una pausa mientras alguien más habla-. No, ella es más inteligente de lo que usted cree...! -pausa-. -Por supuesto que no le tengo miedo a mi hija!! -gritó. -Creo que Ramira no está tomando sus medicamentos, necesito que se asegure de que los tome, porque están siendo demasiado costosos para mí, asegurese de eso!! -pausa-. -¿Qué las cámaras de seguridad de su pasillo no sirven? ¿cómo es eso posible!? Fue resuelto hace semanas... ¿qué día? -menciona una fecha, tres días antes del incendio en la cafetería-. -Ramira está fuera de control, si han de ponerle una camisa de fuerza otra vez, que se haga!! -exclamó antes de colgar.
Sientos sus pasos dirigirse hacia mí y camino de espaldas hasta estar fuera de su radar. Bajo las escaleras con rapidez y cuando finalmente abro la puerta entra un gato, este gruñe y hace despertar al ancino que se encuentra en el sofá. -Ramira!? ¿eres tú? -pregunta. Esto me deja perpleja y completamente confundida, pero no es momento de pensar, salgo a rastras por la puera trasera y lentamente me alejo de su residencia.
Minutos después, llego al hotel en el que me estoy hospedando y tendida en la cama me pongo a analizar sobre todo esto hasta quedar por completo rendida.
Fin del capítulo.
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La traición (Wattys 2023).
RomanceLucía estaba segura de que iba a casarse con Liam, jamás había pensado que en su fiesta de compromiso, saldrían a la luz datos muy reveladores y fotos comprometedoras, las cuáles demostraban su traición. Luego de ser secuestrada por la ex novia de...