GAME OVER [H.S]

18. Ilusiones.

+18

Ginebra.

Una semana. Eso era lo que llevaba viéndome con Harry; Mi profesor, mejor amigo de mi hermano y, que además, era bisexual. ¿Quién podía ganarle a eso?, pues... ¿Thomas?, no lo sabía pero desde que había comenzado a salir con Harry, él había desaparecido misteriosamente de nuestras narices. Incluso, había dejado de asistir a los talleres de literatura que el ojiverde impartía por las tardes, causándome satisfacción. 

La confesión de Harry en el estacionamiento del supermercado, me había dejado embobada y entusiasmada, imaginando mil escenarios diferentes para pasar tiempo con él. Sin embargo, ahora tenía un nuevo pequeño problema del pasado, lo que me hacía tomar la decisión de darle fin de una vez por todas a lo que estaba sucediendo. Por eso, temblaba como una gallina poniendo sus primeros huevos. 

—Okey... No sé porqué le tienes terror a esta situación —comentó Gus cuando nos encontramos caminando por el campus de la universidad—. El que haya venido a verte, no es motivo para volver con él.

Lo miré.

—Es tu culpa Gus.

—¿Excuse me? —lanzó de manera ofendida—. ¿Por qué es mi culpa?

—Le dijiste que estaba aquí.

Entornó sus ojos.

—¡El chico es un amor de persona! —se excusó mientras movía sus manos con exageración—. Además, se acordó de mí. Él sabe que soy tu mejor amigo, por lo que era su única manera para encontrarte.

—Harry sabe de su existencia ahora.

Él sonrió a la vez que colocaba su gorro de lana.

—Eso es mucho mejor. Se colocará celoso sin que le des algún motivo. No como tu estúpido plan fallido con Oliver. Por cierto... ¿Dónde está? —preguntó—. Me cae bien. Creo que podríamos adoptarlo como nuestro nuevo amigo. Después de todo, necesitamos aires nuevos. 

Lo callé cuando me detuve abruptamente detrás de un pilar. Gus solo me miró extrañado y pronto volvió su vista hacia el frente, mirando como un chico conocido estaba apoyado contra la pared mientras chequeaba su móvil con una pequeña sonrisa.

—Es él —murmuró Gus divertido.

Nos escondí por completo en el pilar de cemento, evitando que nos viera.

—No quiero hablarle. ¿Por qué tengo que hacerlo? —cerré mis ojos, apoyando la nuca en la pared mientras buscaba los ánimos para lograr ir hasta el chico que fue mi novio en un pasado.

—Bueno, tengo que recordarte que él desea conversar contigo. Además, nos dejaste plantado hace una semana atrás. ¿Lo recuerdas? —me miró con su ceja alzada—. Pero no te lo discuto. Al menos, fue para algo mejor. Estás con Harry, y es un gran logro.